El Vaticano nombra nuevos obispos para Lleida y Girona

El Vaticano design¨® ayer obispo de Lleida al prelado de Menorca Joan Piris Fr¨ªgola, de 68 a?os y natural de Cullera (Valencia), y obispo de Girona al sacerdote de la di¨®cesis de Terrassa Francesc Pardo Artigas, de 62 a?os y natural de Torrelles de Foix (Alt Pened¨¨s).

Piris relevar¨¢ a Xavier Salinas, obispo de Tortosa, que ha ejercido de administrador apost¨®lico de Lleida desde que el anterior obispo, Francesc Xavier Ciuraneta, dej¨® su cargo en 2007 por motivos de salud. El nuevo obispo de Lleida curs¨® estudios de Humanidades, Filosof¨ªa y Pedagog¨ªa, y se doctor¨® en el Pontificio Ateneo Salesiano de Roma. Fue ordenado sacerdote en 1963. Piris, autor de varios libros y publicaciones religiosas, fue ordenado obispo de Menorca en 2001 sucediendo precisamente en el cargo a Ciuraneta, cuyos pasos ha vuelto a seguir al asumir el obispado leridano.

?ngel Ros, alcalde de Lleida y cat¨®lico practicante, explic¨® que espera que la labor pastoral de Piris se centre "en cubrir las necesidades de la ciudadan¨ªa y en especial de los m¨¢s d¨¦biles". Josep Torrens, presidente de la organizaci¨®n de cristianos laicos Esgl¨¦sia Plural, se?al¨® que conf¨ªa en que el prelado no siga "la l¨ªnea pastoral conservadora, autoritaria y poco dialogante de quien lo ha recomendado, el arzobispo em¨¦rito de Barcelona, Ricard Maria Carles, sino la de Ciuraneta".

Renuncia de Soler

El proceso de renovaci¨®n de la Iglesia en Girona, que comenz¨® el a?o pasado con la renuncia presentada por Carles Soler Perdig¨® al cumplir 75 a?os, culmin¨® ayer con la designaci¨®n de Francesc Pardo como nuevo obispo. Pardo ocupa el cargo de vicario de pastoral y delegado episcopal en la di¨®cesis de Terrassa. En un comunicado, Soler pidi¨® ayer a los fieles gerundenses que acojan "con ¨¢nimo generoso" a su sucesor, al que calific¨® de "promotor de renovaci¨®n pastoral".

Soler ser¨¢ administrador apost¨®lico de Girona hasta la toma de posesi¨®n del nuevo obispo, que se producir¨¢ tras el verano. El nombramiento ha despertado recelos entre los sectores cat¨®licos progresistas. El F¨®rum Joan Alsina considera a Pardo un representante del ala m¨¢s "conservadora" de la Iglesia. Otras asociaciones de cristianos de base opinan que la designaci¨®n es consecuencia de la influencia de Ricard Maria Carles en Roma y supone el "fracaso" de los candidatos del progresismo.