Due?as implica a un m¨¦dico espa?ol

Dos ciclistas confesaron, lo que no es toda una novedad en un pelot¨®n acostumbrado a la ley del silencio. Dos confesiones que terminaron con los ojos rojos, un suspiro de alivio y un dolor de cabeza que les hace apartar los ojos cuando se les mira. Hablaron el jueves pero s¨®lo ayer se supo lo que dijeron. Ninguno de los dos sigue en el Tour, una carrera que han dejado a medias por problemas de dopaje. Uno, Mois¨¦s Due?as, habl¨®, acompa?ado de un abogado de oficio, Ma?tre Record, ante el juez de instrucci¨®n de Tarbes, despu¨¦s de pasar detenido 24 horas en comisar¨ªa. Dijo que lo que le hab¨ªa encontrado la polic¨ªa que registr¨® su habitaci¨®n despu¨¦s de comunicarle que hab¨ªa resultado positivo por EPO se lo hab¨ªa comprado a un m¨¦dico deportivo, Jes¨²s Losa.

La confesi¨®n del italiano fue la causa de que el equipo espa?ol abandonara

Due?as reconoci¨® el pago de 2.000 euros al m¨¦dico y su dopaje desde hace 18 meses

Tambi¨¦n dijo que us¨® productos ilegales 48 horas antes del inicio de la carrera

El otro, Leo Piepoli, lo hizo en el autob¨²s de su equipo, el Saunier Duval, pocos minutos despu¨¦s de que la polic¨ªa se llevara detenido a su compa?ero Riccardo Ricc¨°, tambi¨¦n positivo por EPO (en la forma llamada CERA). "Matxin", le dijo Piepoli. "Yo he hecho lo mismo que Riccardo". Inmediatamente, y tras consultarlo con el m¨¢nager Mauro Gianetti, que se encontraba en Suiza, y para evitar males mayores, Matxin decidi¨® retirar al equipo del Tour.

A Piepoli, de 36 a?os, ganador en el Tourmalet y que no ha resultado positivo en ning¨²n control conocido, el equipo le despidi¨® ayer mismo por violar "el c¨®digo ¨¦tico" interno; Due?as, de 27, que qued¨® en libertad con dos cargos de consumo y posesi¨®n de sustancias venenosas y de importaci¨®n de un producto prohibido, se march¨® a su casa de B¨¦jar con su novia y sus dos hermanos, pero le espera el juez dentro de dos meses (sus presuntos delitos tienen una pena m¨¢xima combinada de cinco a?os de prisi¨®n); Ricc¨°, de 24 a?os, pas¨® la noche en comisar¨ªa y a media tarde de ayer declar¨® ante el juez de Foix, al que dijo que era inocente, que no hab¨ªa tomado nada y fue puesto en libertad, bajo control judicial con prohibici¨®n de entrar en contacto con ning¨²n miembro del Saunier Duval y bajo la imputaci¨®n de "consumo de sustancias prohibidas" (tope de dos a?os y 3.750 euros de multa).

En el registro de su habitaci¨®n, la polic¨ªa encontr¨® jeringuillas, cat¨¦teres y bolsas de transfusi¨®n, pero ning¨²n producto prohibido. Despu¨¦s volvi¨® a M¨®dena con su novia, su futura suegra, una hermana y un t¨ªo. "Volver¨¦ m¨¢s fuerte", prometi¨® ante la RAI La Cobra. Volver¨¢ pero dentro de un tiempo y no se sabe d¨®nde. Si el contraan¨¢lisis confirma su positivo le espera una sanci¨®n de dos a?os: seguramente su equipo habr¨¢ desaparecido para entonces. Incluso antes, este a?o, seg¨²n dej¨® caer su presidente.

La tela de ara?a que terminar¨ªa atrapando a Due?as comenz¨® a tejerse el martes por la noche, cuando el fiscal de Tarbes, G¨¦rard Aldig¨¦, recibi¨® la comunicaci¨®n por parte de la agencia francesa antidopaje del positivo. Antes de que lo conociera el propio corredor, el fiscal moviliz¨® a la polic¨ªa, que a las nueve de la ma?ana del mi¨¦rcoles se present¨® en el hotel donde dorm¨ªa, con el equipo Barloworld. S¨®lo entonces se anunci¨® su positivo. Cuando el Tour lo supo, Due?as ya estaba en comisar¨ªa. En su declaraci¨®n el jueves, Due?as le dijo al magistrado, seg¨²n fuentes de su defensa, que, en efecto, hab¨ªa comprado y empleado productos para mejorar su rendimiento a espaldas del m¨¦dico de su equipo; que los hab¨ªa consumido por v¨ªa oral e inyectable; que empez¨® a tomarlos hace 18 meses, pensando en prepararse para hacer buenos Tours; que se los hab¨ªa vendido y prescrito un m¨¦dico espa?ol llamado Jes¨²s Losa; que le hab¨ªa entregado 2.000 euros de entrada y que despu¨¦s aumentar¨ªa el pago seg¨²n su clasificaci¨®n en el Tour, y que uno de los productos lo hab¨ªa consumido 48 horas antes del comienzo de la carrera.

"Despu¨¦s de analizar los medicamentos hallados en su habitaci¨®n

[pastillas envueltas en papel aluminio, frascos sin etiqueta ni identificaci¨®n] procederemos a buscar la colaboraci¨®n de la justicia espa?ola", dijo el fiscal de Tarbes, en los Pirineos. Esta colaboraci¨®n se plasmar¨¢, seguramente, en una comisi¨®n rogatoria, que podr¨ªa solicitar la declaraci¨®n, como testigo o imputado, de Jes¨²s Losa.

"Nunca he proporcionado a Mois¨¦s Due?as productos prohibidos", dijo Losa, con consulta en Valladolid y que durante a?os fue el m¨¦dico del equipo Euskaltel-Euskadi. "En efecto, he trabajado con Due?as, y trabajo, pero en asuntos de nutrici¨®n, dieta y entrenamiento. Y, en efecto, he recibido dinero de ¨¦l, no s¨¦ cu¨¢nto, pero hay facturas de todo". Hace unos a?os, cuando fue detenido en la tormenta del caso Cofidis, el ingl¨¦s David Millar declar¨® al juez de Biarritz que hab¨ªa consumido EPO y que se la hab¨ªa proporcionado Losa. "A m¨ª no me llam¨® a declarar ning¨²n juez ni como testigo ni mucho menos como imputado", dijo Losa. "Y si me llaman de Tarbes no tendr¨¦ ning¨²n problema en ir a declarar".

La ley espa?ola contra el dopaje, aprobada a finales de 2006, prev¨¦ penas de prisi¨®n para los que inciten o faciliten el dopaje, el llamado entorno, pero a¨²n no se ha abierto ninguna investigaci¨®n en Espa?a al amparo de esa ley.

Todos los dolores de cabeza de Piepoli, el que despu¨¦s de confesar ante Matxin no pudo evitar las l¨¢grimas al encarar a sus compa?eros, y Ricc¨°, el que declar¨® a Gianetti que juraba ante la cabeza de su madre que nunca se hab¨ªa dopado, todos los problemas que acechan al futuro del Saunier, se podr¨ªan haber evitado si los corredores, o los camellos que les proporcionaron los productos prohibidos, hubieran le¨ªdo hace unos meses la revista cient¨ªfica Haematologica. All¨ª, la directora del laboratorio de Par¨ªs, Fran?oise Lasne, public¨® un art¨ªculo detallando la posibilidad de detectar en sangre la CERA, la EPO de larga duraci¨®n nacida de la ingenier¨ªa gen¨¦tica y que el pelot¨®n, eso dicen los m¨¢s avisados, usaba desde hace cuatro a?os. A¨²n cre¨ªan que era invisible en los controles. Lo supieron tarde, cuando se hall¨® en la sangre de Ricc¨° extra¨ªda tras la cuarta etapa.