El deshielo del ?rtico y los juicios de ETA
Las vistas contra etarras han disminuido significativamente en los ¨²ltimos a?os
En estos tiempos en que los vagos ya no son vagos, sino desmotivados, y los calvos ya no reciben ese nombre, sino depilados, hay dos procesos completamente diferentes, pero que tienen un devenir paralelo: el deshielo del ?rtico y el descenso de los juicios de ETA.
Es verdad que el deshielo del ?rtico tiene el marchamo de esas noticias que suelen publicarse en verano y que siempre constituyen un sobresalto, como el agujero de la capa de ozono, la llegada de los fen¨®menos El Ni?o o La Ni?a, o los incendios forestales. Pero, en cualquier caso, Carlos Duarte, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), ha afirmado hace unos d¨ªas que lo ocurrido el verano pasado en el ?rtico fue sorprendente, porque entre finales de junio y principios de agosto se perdi¨® la misma cantidad de hielo que en los ¨²ltimos 15 a?os. La desaparici¨®n de placas de hielo en ese periodo equivale a lo que se pronosticaba para finales del siglo XXI. Si el ritmo de deshielo -unos 18 kil¨®metros diarios- se mantiene a la misma velocidad, en menos de diez a?os el ?rtico s¨®lo ser¨¢ una gran masa de agua.
En 1998 hab¨ªa 380 presos de ETA. La cifra ha subido hasta los 581
Con los juicios de miembros de ETA est¨¢ ocurriendo un fen¨®meno similar y puede que en pocos a?os, de seguir la tendencia, se conviertan en algo anecd¨®tico, como ocurri¨® con los de los GRAPO.
La progresiva reducci¨®n en el n¨²mero de juicios ha sido significativa en los ¨²ltimos a?os. En 2006 hubo 89 vistas; en 2007, 68, y en la primera mitad de 2008 s¨®lo ha habido 23. Ya no hay numerosos juicios a c¨¦lebres comandos, como el Madrid o el Barcelona, por atentados sanguinarios, como los de Hipercor, la plaza de la Rep¨²blica Dominicana o el cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza, por poner tristes y dram¨¢ticos ejemplos. Ahora s¨®lo se juzga a los que env¨ªan de Francia -siempre despu¨¦s de que han cumplido condena all¨ª y entre los que, junto a grandes dirigentes de la banda, hay etarras hist¨®ricos que lucharon contra el franquismo- o a los jovencitos de la kale borroka.
Todos los a?os suele haber un protagonista. En 2006, fue el sanguinario Juan Carlos Iglesias Chouzas, Gadafi, con 20 juicios y m¨¢s de 1.200 a?os de condena, seguido por el jefe del comando Donosti, Francisco Javier Garc¨ªa Gaztelu, Txapote, el asesino de Miguel ?ngel Blanco.
En 2007, el procesado estrella fue el ex n¨²mero uno de la banda Juan Jos¨¦ Arizkuren, Kantauri, mientras que este a?o, la que lleva m¨¢s juicios es la catalana Dolores L¨®pez Resina, Lola.
Aunque hay menos vistas, en los ¨²ltimos a?os ha habido un macroproceso contra estructuras del entorno de ETA por a?o. Las organizaciones Jarrai-Haika-Segi, es decir, las juventudes, en 2005; el 18/98 sobre los aparatos pol¨ªtico, financiero y medi¨¢tico en 2006-2007 (13 meses de juicio, 55 acusados) y Gestoras pro Amnist¨ªa, el ¨®rgano de control de los presos, en 2008 (dos meses de juicio y 30 acusados). Para el futuro quedan pendientes varios procesos como Udalbiltza, Batasuna, la nueva Mesa Nacional de Batasuna, el Partido Comunista de las Tierras Vascas y ANV, todos ellos con decenas de imputados.
Si la cantidad de juicios de ETA desciende de forma progresiva pero inexorable, lo que ha aumentado de forma sostenida es el n¨²mero de etarras presos, 736 esta semana, seg¨²n datos de Askatu, organizaci¨®n sucesora de Gestoras. Esa cifra, que recoge a los presos de Francia y Espa?a, aunque deja fuera a los etarras expulsados del colectivo de presos de la banda, como, por ejemplo, el ex dirigente Jos¨¦ Luis ?lvarez Santacristina, Txelis, supone que nos encontramos en niveles de m¨¢ximos hist¨®ricos.
En Espa?a, la cifra de miembros de ETA presos ha aumentado notablemente desde los 380 que hab¨ªa en 1998 durante la llamada tregua-trampa, con Aznar en el Gobierno. En los a?os posteriores la cifra se hab¨ªa estabilizado sobre los 450, pero en la actualidad hay 581 reclusos. As¨ª que parece que se convierte en realidad eso de que el destino de los etarras es la c¨¢rcel. No se trata de sacar pecho, porque es obvio que cualquier matarife con imaginaci¨®n o que copie el gui¨®n de alguna pel¨ªcula de Hollywood puede organizar una matanza, pero la gota malaya de ETA ya no es tan pertinaz y la actual singladura de la banda terrorista es parecida a la de un flotador pinchado.
De todas formas, como noticia del verano me resulta m¨¢s divertida esa de que han puesto el nombre de Rafa Nadal a un asteroide. Es positiva, inocua y nada desasosegante.
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