Morir por un cigarrillo
Un toxic¨®mano mata a otro en un piso del distrito de Usera - La v¨ªctima hab¨ªa acogido al agresor en su casa para no estar solo tras la muerte de su madre
Una mancha de sangre contrasta con la pared blanquecina. Algunas gotas, tambi¨¦n rojas, han alcanzado el radiador. El suelo est¨¢ sucio y salpicado de charcos de agua. Al fondo se ve un sof¨¢ verde, tambi¨¦n mugriento... Es la casa de Tom¨¢s Luque, de 52 a?os, vista por el agujero que ha dejado el pomo, s¨®lo unas horas despu¨¦s de que dentro ocurriera un asesinato. El suyo.
"Se ve¨ªa venir por los le?azos que el otro le daba", dice un vecino
Fue su compa?ero de piso, Mario Gal¨¢n, de 58 a?os, quien la emprendi¨® a golpes y navajazos contra ¨¦l hasta matarlo, seg¨²n la polic¨ªa. Hac¨ªa apenas tres meses que el hombre hab¨ªa recogido a Mario de la calle y le hab¨ªa invitado a vivir con ¨¦l para no estar solo. Los dos eran toxic¨®manos, los dos ten¨ªan antecedentes penales, los dos eran de Usera. Y hasta ayer, viv¨ªan en el 3? D del n¨²mero 5 de la calle de Archidona.
A las 7.00 de ayer Mario se present¨® en la comisar¨ªa del distrito. Quer¨ªa comunicar a los polic¨ªas que su compa?ero de piso estaba ensangrentado y quiz¨¢s muerto. Tres cuartos de hora despu¨¦s, llegaba una ambulancia del Summa a la vivienda, avisada por la polic¨ªa. "Los sanitarios encontraron el cad¨¢ver tirado en el suelo, sobre un charco de sangre, con heridas en la cara y con un golpe mortal en la nuca y otro en la ceja", explic¨® un portavoz. Una pelea por un cigarrillo entre los dos toxic¨®manos acab¨® con la muerte de Tom¨¢s, seg¨²n la Jefatura Superior de Polic¨ªa. Gal¨¢n fue detenido.
En el bloque, la noticia de la muerte del "hijo de Catalina" sent¨® mal, pero no sorprendi¨®. Tom¨¢s viv¨ªa con su madre hasta que ella falleci¨®, hace unos cinco a?os. El hombre, toxic¨®mano y enfermo debido a su adicci¨®n, se las apa?¨® para sobrevivir solo, hasta que se llev¨® a Mario con ¨¦l. Un invitado que iba a traerles problemas, seg¨²n se ol¨ªa Isidro Gil, vecino del 4? D.
"La mujer de Mario le ech¨® de casa hace seis o siete a?os y desde entonces viv¨ªa en la calle", explica este vecino, de 75 a?os. Fue mudarse con Tom¨¢s... "?Y pegarle cada paliza!", aclara Gil. "Un d¨ªa escuch¨¦ c¨®mo le gritaba: '?Que me tienes que dejar el piso! ?El piso es para m¨ª, cabr¨®n!", cuenta. Aunque ayer no escuch¨® nada extra?o. "Esto se ve¨ªa venir. Tom¨¢s estaba muy mal, y todo de los le?azos que el otro le daba", sentencia el vecino, con la cabeza gacha.
Frente al edificio hay un barullo de gente. Todos dicen haber conocido a Tom¨¢s y alaban su bondad, "a pesar de lo suyo". "Se estaba quitando. El d¨ªa 5 ten¨ªa cita en un centro de desintoxicaci¨®n", explica una vecina. "Le tra¨ªa siempre pi?ones a mi hijo. ?A que s¨ª ?ngel?", le pregunta la mujer a su ni?o, que se esconde entre las piernas de la madre.
Mar¨ªa, del n¨²mero 1 de la misma calle, quiere meter baza: "Tom¨¢s se ha ido al cielo. Porque si est¨¢ en alg¨²n sitio, es en el cielo". Momentos antes, la mujer ha discutido con los familiares del hombre muerto. "?Ahora ven¨ªs y dec¨ªs que no hablemos de ¨¦l, cuando todo este tiempo ha comido gracias a los vecinos!", les ha gritado a dos de las hermanas del fallecido, sentadas delante del bloque, muy serias. Las mujeres no le replican. "S¨®lo su sobrina ven¨ªa a verle y le tra¨ªa comida", asegura la se?ora, un poco m¨¢s calmada. La joventambi¨¦n est¨¢ sentada en la acera, con las gafas de sol puestas y las ojeras enrojecidas.
"Cuando le ve¨ªa por la noche muy tarde en la calle, le rega?aba, y le dec¨ªa: '?Tom¨¢s! ?Te quieres ir ya para tu casa! ?Qu¨¦ no son horas!", recuerda Mar¨ªa. Y asegura que otro de los hijos de Catalina, con la que sal¨ªa a andar algunas tardes, ya muri¨® por las drogas. "Tom¨¢s estaba en la calle porque se sent¨ªa muy solo. Es una pena que haya tenido que acabar as¨ª", concluye la mujer.
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