Para¨ªsos para robinsones

Algo se est¨¢ moviendo en el mundo del naturismo. Crece la oferta con cruceros, clubes, paquetes, hoteles y resorts -en destinos como M¨¦xico, Estados Unidos, Jamaica o Croacia- que invitan a disfrutar de unas nakations (fusi¨®n de las palabras inglesas desnudo y vacaciones, naked y vacations).

Mieke Choin, de la Federaci¨®n Naturista Internacional, tiene claro por d¨®nde van los tiros: "Los nuevos naturistas buscan unas vacaciones organizadas. El naturismo est¨¢ cada vez m¨¢s aceptado en todo el mundo, y Espa?a, en ese sentido, es un lugar maravilloso". Por su clima y legislaci¨®n avanzada es un destino nudista en alza, imbatible en invierno. De hecho, en las costas espa?olas no existen playas nudistas como tales, ya que ba?arse a puro cuerpo en cualquier punto es tan libre y legal como zambullirse en ba?ador. Lo dice la Federaci¨®n Espa?ola de Naturismo, que calcula que unos dos millones de espa?oles lo practican (cerca de medio mill¨®n son asiduos). Raro es el tramo de litoral en el que falten zonas donde el orgullo naturista no se subraye con esa atm¨®sfera de relajaci¨®n, formas civilizadas, discreci¨®n y limpieza caracter¨ªsticas. Esa pulsi¨®n liberadora es m¨¢s que una tendencia; para muchos, es lo mejor del verano. Gran parte de los recovecos naturistas suelen corresponder a caletas accesibles a pie, distantes de las aglomeraciones, escondidas y carentes de servicios.

No extra?a, por tanto, que durante el ¨²ltimo decenio se haya duplicado el n¨²mero de naturistas. En Vera (Almer¨ªa), el sector playero de tradici¨®n naturista registra mayor ocupaci¨®n que el textil. Aumenta la oferta sin tapujos en piscinas p¨²blicas, sol¨¢riums y spas. Y un destino como Fuerteventura apost¨® hace ya tres d¨¦cadas por captar esta nueva clientela sensible con el medio ambiente y de un nivel econ¨®mico medio-alto que pide paso.

22 arenales ¨²nicos

Los robinsones desembarcan en la isla pontevedresa de Ons procedentes de Bueu, Sanxenxo y Portonovo, y caminan 20 minutos por el parque nacional de las Islas Atl¨¢nticas hasta la cala de Melide

(1), a la que acuden numerosos yates huyendo del traj¨ªn de las R¨ªas Baixas. Hay que aprovechar el d¨ªa para ver la Punta do Centolo. En este mullido colch¨®n de arena como la cal y aguas fr¨ªas se asent¨® en los sesenta la comuna Camag¨¹ey, concordante con el ideal hippy-naturista.

En Baro?a (A Coru?a), el anta?o ?esc¨¢ndalo p¨²blico! de los nudistas es hoy motivo de hilaridad o nostalgia en Porto do Son

(2). Desde la carretera, el sendero a pie divide a la parroquia: a la derecha atrae el castro litoral m¨¢s imponente de Galicia, y a la izquierda, el playazo blanquiverde, surfero, indicado, por su condici¨®n abierta al Atl¨¢ntico, para d¨ªas de mar calmo.

?A cu¨¢ntas playas espa?olas dieron nombre gen¨¦ricamente los alemanes, potencia naturista donde las haya! En Baleares y Canarias suelen indicarse con pintadas a mano: FKK (Freik?rperkultur; es decir, cultura del cuerpo libre). La referencia de la Mari?a Lucense la aporta el ceramista Otero Regal: "Recogida bajo el escarpe, sin mirones, con isletas en su parte central y un par de cuevas, la toponomia de la playa de los Alemanes (3) recuerda a los directivos de Rosenthal AG, f¨¢brica que se instal¨® hace medio siglo en Cangas de Foz para surtirse de caolines". Dejar el coche en el aparcamiento a la derecha del puente de FEVE, y bajar por los chal¨¦s a medio construir.

En Requexinos (4), extremo oriental del play¨®n de Bayas (Castrill¨®n), sorprendemos junto a las dunas al gu¨ªa tur¨ªstico local, Dami¨¢n Luis Mar¨ªn, tal como Dios lo trajo al mundo. "De las de tradici¨®n naturista, es una de las que mejor acceso tienen en Asturias. Perfecta para leer, pasear y ba?arse algo resguardados del oleaje. Incluso hay un manantial pr¨®ximo a los farallones".

Afrontando el duro trance de elegir, el presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Naturismo, Ismael Rodrigo, elige sin titubear Covachos

(5) (Santa Cruz de Bezana), a nueve kil¨®metros de Santander. La playa permanece sumergida en marea alta, pero cuando se retira el flujo (?acudir s¨®lo en bajamar!) se abre como si alg¨²n Ad¨¢n hubiera obrado un prodigio. "Me gustan la flecha de arena que se forma hasta el islote y la falta de cobertura del m¨®vil", comenta Ismael Rodrigo. Donde no falta nunca arena, sea cual sea la fase lunar, es en la playa vizca¨ªna de La Salvaje

(6) (Sopelana), que es como decir el reducto nudista del Gran Bilbao. Enorme hemiciclo acantilado con dunas donde se celebra cada septiembre una cl¨¢sica carrera nudista (este a?o se adelant¨® a comienzos de julio). La zona oriental es el n¨²cleo sin textiles por excelencia.

En lo tocante a Girona, la referencia geogr¨¢fica la aporta el gal¨¢ctico templo de Ferran Adri¨¤, El Bulli, en la cala Montjo? (Roses). Medio kil¨®metro antes de llegar al restaurante se desciende a la cala Rustella y, en 10 minutos hacia Roses, surge cala Mutra

(7), ecosistema pr¨ªstino de pinos, pizarras y gravilla desde el que la mirada descansa sobre el cabo Norfeu. Nada como ir despu¨¦s andando hasta la punta Falconera.

En la Vinyeta (8) (Calella) se dir¨ªa que Barcelona le hubiera robado un pedacito a la Costa Brava, con su arena gruesa y todo. S¨®lo as¨ª se comprende la morfolog¨ªa y color del cantil. Dejar el coche junto a la subida al faro y pasar por debajo de la carretera. En este div¨¢n junto a aguas profundas, los nadadores desinhibidos se conocen desde hace d¨¦cadas, y las paellas del Rocapins siguen gozando de predicamento.

Ya en el sur, la playa del Torn

(9) es ejemplo muy representativo y bien conservado de lo que fue el litoral tarraconense antes del desarrollo tur¨ªstico. Ni m¨¢s ni menos que 1.400 metros de playa protegida esperan a cuantos deseen mostrar su cuerpo al aire libre. El Torn es icono en Catalu?a, y dispone de asociaci¨® d'amics (www.naturismo.org/torn) y c¨¢mpings naturistas.

Para quienes ans¨ªan una cantera inagotable de rincones a desmano existen las Baleares. En cala Torta (10), a ocho kil¨®metros de Art¨¤ (Mallorca), ha ocurrido un fen¨®meno ya extrapolable a lugares como, por ejemplo, la playa de Ses Illetes (Formentera): el descubrimiento por parte del gran p¨²blico ha reducido notablemente el porcentaje de nudistas. No obstante, el marco virgen de cala Torta sigue atrayendo por su paisaje intocado.

M¨¢s on¨ªrica es la cala Pregond¨®

(11) (Es Mercadal), perfecta para materializar un sue?o sin ba?ador, y, como el resto del norte de Menorca, aconsejada para los d¨ªas sofocantes. De Binimel.l¨¤ se llega a pie en 15 minutos, por lo que el ba?o inolvidable hay que unirlo al senderismo. En medio de la rada, el mar ha golpeado los islotes d¨¢ndoles aspectos fant¨¢sticos; olas que tras batir en las rocas se desploman con placidez sobre arena de grano fin¨ªsimo. ?Cu¨¢nta belleza!

Si f¨¢cil es topar con lugares naturistas en Baleares, todo lo contrario ocurre en Castell¨®n. Menos mal que el parque natural del Prat de Cabanes abrevia la b¨²squeda. La entrada a la playa del Cuartel de Carabineros

(12) parte del kil¨®metro 1,004 de la CN-340, en Cabanes, a la altura del restaurante Tere. Es preciso caminar cerca de un kil¨®metro hasta la orilla tapizada de cuerpos desnudos, arenosa en un 30%, de un sosiego in¨¦dito en costas urbanizadas con ah¨ªnco. Aprovechando la posici¨®n horizontal se otea el vuelo de canasteras y aguiluchos cenizos.

Casi lim¨ªtrofe con Castell¨®n se encuentra otro peque?o reducto naturista, esta vez valenciano: Corinto (13), en Sagunto. Rec¨®ndita, cuidada, en ella se entremezclan arena y piedrecillas. M¨¢s encanto paisaj¨ªstico revela el Rac¨® del Conill

(14) (Villajoyosa). Los alicantinos no la quieren, la adoran por sus dos brazos arenosos que han sobrevivido a la especulaci¨®n. ?Y pensar que justo detr¨¢s impera el skyline de Benidorm!

Las murcianas de Calblanque (Cartagena) van m¨¢s all¨¢. Son playas ic¨®nicas. Sin edificios que las mancillen; catalogadas como parque regional; dotadas con aguas limpias y arena dorada, de la que se sacude a pedir de boca y no resulta pegajosa. El viento nunca es cortante. Desde el segundo aparcamiento hay que andar un cuarto de hora, doblando la cresta rocosa que a¨ªsla la cala Parre?o (15), de apenas 30 metros.

Almer¨ªa, provincia naturista por excelencia, ofrece en el cabo de Gata (N¨ªjar) una de sus joyas del Mediterr¨¢neo hispano. Viniendo de San Jos¨¦, antes de la cala del M¨®nsul, se encuentra el aparcamiento del que un kil¨®metro de senda arenosa la separa de la maravillosa playa del Barronal (16). El acceso rodado hasta el aparcamiento est¨¢ reservado al transporte p¨²blico los fines de semana, y del 11 al 17 de agosto, de 11.00 a 21.30. El Barronal es la playa nudista por antonomasia del parque natural. A ambos lados de la lengua de arena blanca, entre acantilados revestidos por almohadillado de basalto, otras calas despliegan diferentes intimidades a gusto del solitario.

Dos chiringuitos

Las restricciones de acceso en coche a las playas acaban de llegar a Granada. Este a?o, debido a la masificaci¨®n, la bajada en veh¨ªculo a Cantarrij¨¢n

(17) (Almu?¨¦car) s¨®lo se permite en transporte p¨²blico, de 10.00 a 22.00 (dos euros), lo que ha supuesto el adi¨®s al hervidero vacacional, con la ventaja, al menos este a?o, de seguir contando con sus dos chiringuitos, algo raro de ver en playas naturistas. Por su parte, la oscura playa de Almayate

(18) (V¨¦lez-M¨¢laga), a un kil¨®metro al este de Torre del Mar, es para la mayor¨ªa una perfecta desconocida, no as¨ª para los clientes del c¨¢mping naturista Almanat. Su director, Francisco Albo, ejemplifica la normalidad que empieza a rodear la pr¨¢ctica naturista: no es sino el antiguo p¨¢rroco de la localidad. Sus antiguos feligreses se complacen en "una playa muy c¨®moda, muy familiar y discreta a la vez".

En C¨¢diz, la abundancia de espacios abiertos ampl¨ªa la oferta play¨ªstica. Los naturistas tienen su oasis particular, sobre todo los d¨ªas en que no sopla el viento de Levante, en el arenal de Castilnovo (19) (Conil de la Frontera), se?alado por una torre rectangular que proteg¨ªa las rentables almadrabas del ducado de Medina Sidonia. Para acceder hay que caminar desde Conil 600 metros hasta la franja comprendida por los r¨ªos Salado y Conilete. Para mantener la zona despejada de edificios, el Ayuntamiento ha prohibido el urbanismo en las inmediaciones.

La existencia de enebros monumentales entre trenes dunares impulsa al nudista a establecerse sin complejos en la playa de Los Enebrales

(20), en un tramo virginal de Punta Umbr¨ªa (Huelva) que el sol incendia al atardecer. Existen varias entradas desde la vieja carretera general.

La impronta del turismo alem¨¢n, en cuanto a normalidad y educaci¨®n naturista, impregna las playas meridionales de Fuerteventura. Las de Jand¨ªa (P¨¢jara) son de tradici¨®n mixta, aunque quien busque ausencia total de ba?adores que se dirija al Risco del Paso - U21. Por su parte, los miembros de la ¨²nica asociaci¨®n naturista de Tenerife, Naturaten, se suelen dar cita en La Tejita - 22 (Granadilla de Abona). Menudean los cuerpos al sol junto al b¨²nker-chiringuito, a un kil¨®metro del aparcamiento. Cuando castiga el alisio, lo mejor es buscar la caleta situada en la falda de la Monta?a Roja, donde se alquilan hamacas y sombrillas.

Resorts y naturaleza salvaje en Fuerteventura

Parque Natural de Calblanque