La orquesta de A¨ªto aturde a Argentina
Espa?a cuaja un partido muy serio y completo para superar de nuevo a un rival excesivamente duro y protest¨®n
Argentina lleva 14 a?os sin vencer a Espa?a. El dato resulta chocante si se tiene en cuenta la primorosa generaci¨®n que le ha dado un t¨ªtulo ol¨ªmpico y una medalla de plata mundial en 2002. El pasado martes volvi¨® a repetirse el triunfo espa?ol ante la albiceleste, que, encima, perdi¨® el viernes ante Lituania. Entre unas cosas y otras, Gin¨®bili, Scola, Nocioni y compa?¨ªa est¨¢n que trinan. Salieron al Pazo Paz, de Ourense, dispuestos a morder. Lo hicieron. Con un par de triples de Nocioni y Delfino, empezaron marcando distancias (4-8). El problema es que, para ganar a la selecci¨®n que dirige A¨ªto Garc¨ªa Reneses, se precisa mucha m¨¢s intensidad, diversidad t¨¢ctica y jugadores en forma de los que dispone el t¨¦cnico argentino, Sergio Hern¨¢ndez.
La selecci¨®n espa?ola funciona como un rodillo. Los argentinos denotaron por momentos que hab¨ªan estudiado a fondo la salida de la presi¨®n que ejerce. Pero carecieron de la intensidad necesaria para mantener el ritmo y se perdieron a la que el equipo espa?ol carg¨® toda la munici¨®n. Parece inagotable. Cuando no cargan los p¨ªvots, lo hacen los aleros y, cuando no, los bases, especialmente resolutivos Calder¨®n y Ricky. Tambi¨¦n iba camino de alcanzar una buena renta anotadora Ra¨²l L¨®pez, pero se lesion¨® -sufre un estiramiento en un aductor- y tuvo que irse al banco. No hay problema si un d¨ªa fallan uno o hasta dos de los pilares del equipo. Por ejemplo, entre Pau Gasol y Rudy Fern¨¢ndez s¨®lo sumaron ocho puntos. Los recursos dan esa tranquilidad. Justamente lo que no les sucede a los argentinos, que bajan el pist¨®n notablemente cuando no cuentan con todos sus titulares en una formaci¨®n ya lastrada de entrada por la renuncia de Pepe S¨¢nchez, lo que la deja con Prigioni como ¨²nico timonel de garant¨ªas.
Los argentinos tambi¨¦n dosificaron a Gin¨®bili, que no hizo acto de presencia hasta el tercer cuarto. Su entrada reanim¨® a su equipo, que se acerc¨® en el marcador (56-52), pero no fren¨® el festival de faltas, muchas de ellas t¨¦cnicas y alguna que otra antideportiva. Todo ello no hizo m¨¢s que ensuciar el partido sin que por eso encasquillara, antes al contrario, el espl¨¦ndido funcionamiento del juego espa?ol, que volvi¨® a propiciar una victoria contundente.
La diferencia final de 25 puntos delata el desplome argentino, especialmente en un ¨²ltimo cuarto impropio por la actitud de algunos de sus jugadores, que claudicaron y se dedicaron a protestar. Espa?a, mientras tanto, a lo suyo. Ricky volvi¨® a maravillar, Reyes estuvo efectivo, Marc fue un muro y Navarro y Calder¨®n anotaron, lo mismo que Berni Rodr¨ªguez, muy inspirado. Buenas vibraciones para un equipo que a¨²n no ha encontrado un rival capaz de exigirle al m¨¢ximo. Tal vez, en este momento, ese adversario se halle al otro lado del Atl¨¢ntico o en alguna isla griega.
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