Galicia ya tiene su kilt

Se acercaba el Festival de Ortigueira y en la cabeza del artesano Santiago Bern¨¢rdez bull¨ªa una idea: presentar en la gran fiesta del mundo celta un kilt, la falda que visten los hombres e identifica a los clanes en Escocia, pero propio de Galicia. "Hice el dise?o del tart¨¢n, el tejido a cuadros, lo registr¨¦ y llam¨¦ a un amigo escoc¨¦s para encargar 30 faldas. No sab¨ªa c¨®mo iba a resultar la aventura, llev¨¦ 25 y las vend¨ª todas. Fue un ¨¦xito que no me esperaba".

Ya ha encargado otras 100 faldas a su proveedor escoc¨¦s. Las comercializa a 29 euros cada una. "No pretendo que sustituya el traje tradicional gallego, sino que se convierta en una prenda para los d¨ªas de fiesta. Y aqu¨ª tenemos muchos d¨ªas de troula", comenta en Allariz, donde ha instalado el taller de cuero que regenta desde hace cinco a?os con M¨®nica, su pareja.

"S¨®lo pretendo que se convierta en una prenda para los d¨ªas de fiesta"

La idea le surgi¨® a su creador despu¨¦s de vivir en Irlanda y Escocia

La ocurrencia no fue repentina. Este dise?ador, natural de Cangas do Morrazo, vivi¨® antes de establecerse en Allariz dos a?os en Irlanda y cinco en Escocia. "Cuando me invitaban a una fiesta ten¨ªa que alquilar un kilt para no desentonar y costaba, si se trataba de ¨¦pocas como fin de a?o, 80 libras".

En Escocia se encuentra el Tartan World Register, instituci¨®n que valida, tras un examen riguroso, el cuadro que identifica a una familia, a una empresa o a una naci¨®n. Obtener el certificado supone un desembolso de 400 euros. "Cuenta el porcentaje de los colores y la disposici¨®n y distribuci¨®n de los cuadros, que salen de un telar con cuatro barras, que ya exist¨ªan hace siglos en Galicia, sobre todo en la Ribeira Sacra, como ha constatado los estudios de la brit¨¢nica Anna Champeney". Santiago Bern¨¢rdez inscribi¨® su dise?o como Tartan Gallaecia/Galician National, que se caracteriza por un 50 % de color azul cobalto, 40% de azul marino y 10% de blanco. "Eleg¨ª el azul cobalto por el escudo gallego, el azul marino por el mar y el blanco por la bandera. Creo que la combinaci¨®n qued¨® bastante bien", opina mientras ense?a un kilt que dej¨® en Allariz por tratarse de una talla peque?a. "L¨¢stima, lo hubiese vendido tambi¨¦n".

Alguno de los que se acercaban a su puesto en Ortigueira le reclamaron un kilt en el que predominase el color rojo, "y les respond¨ªa que s¨®lo vend¨ªa el nacional de Galicia". Cuando los clientes se interesaban por qu¨¦ en el gallego mandaba el azul, se topaban con una respuesta imposible de rebatir: "Porque es el que he registrado yo". En el Festival de Ortigueira, Santiago Bern¨¢rdez tambi¨¦n puso a la venta la highland shirt (camisa tradicional) y el sporran (zurr¨®n que se anilla a la cintura). "En vista de la aceptaci¨®n, voy a encargar tambi¨¦n las medias, y los ribbons, que son una especie de ligas que sujetan las medias a la altura de la rodilla, para completar el atuendo".

El negocio est¨¢ en pa?ales, pero este artesano rezuma optimismo. "Recorremos muchas ferias y fiestas y en esos momentos la gente se anima porque tienes ganas de risas y de carallada". Adem¨¢s, Internet resulta una herramienta imprescindible para llegar desde Allariz a todas partes con un simple clic. Bern¨¢rdez ha registrado las webs TendaGaliza.com, TiendaGalicia.com y GalicianShop.com en las que tambi¨¦n explica la historia del tart¨¢n en Galicia y en Europa para proclamar su universalidad: "Lo entendemos como algo escoc¨¦s, pero es una vestimenta universal. Hay registrados el tart¨¢n nacional de Alemania, Australia, Holanda..." Y ahora tambi¨¦n el de Galicia.

Cuando alguien se interesa por el kilt gallego, Bern¨¢rdez se detiene un rato con el comprador para impartir una clase de historia resumida y la manera de vestir esta prenda. "Casi todo el mundo lleva mal la falda. Se la colocan en la cadera y hay que llevarla en la cintura para que quede justo a la altura de las rodillas".

La pregunta que m¨¢s le formulan es si se luce con calzoncillo debajo de la tela o sin ¨¦l. "?Sin calzoncillo, por favor!", responde. "S¨®lo los bailarines tienen licencia para ponerse calzoncillos".