George Lucas pierde la guerra del vestuario gal¨¢ctico
Un juez ingl¨¦s permite a un dise?ador vender 'merchandising' de 'Star Wars'
Un modesto dise?ador brit¨¢nico ha conseguido ganar la batalla en los tribunales nada menos que al ej¨¦rcito gal¨¢ctico encabezado por el director estadounidense Georges Lucas. La disputa legal sobre los derechos de autor de los trajes y cascos que luc¨ªan los personajes de la saga f¨ªlmica La guerra de las galaxias (Star Wars) se sald¨® esta semana con el fallo de un juez londinense a favor de Andrew Ainsworth, propietario de un negocio de atrezo cinematogr¨¢fico.
El demandante, seg¨²n la sentencia, tiene todo el derecho a seguir comercializando las r¨¦plicas de aquellos atuendos, que contribuy¨® a confeccionar durante la producci¨®n de la primera entrega de la serie (1977), un fabuloso negocio sobre el que Lucas reclamaba la exclusividad.
El dictamen supone un rev¨¦s para este mago del cine y su productora, Lucasfilm, que en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas ha obtenido unos beneficios estimados en casi 8.000 millones de euros con la venta del merchandising inspirado en el imperio gal¨¢ctico.
Ainsworth, formado como ingeniero industrial, fue contratado en su d¨ªa para elaborar las famosas indumentarias de los soldados que acompa?aban a Luke Skywalker, trabajo por el que percibi¨® 40.000 euros de la ¨¦poca. Hace cuatro a?os, decidi¨® recuperar del almac¨¦n los prototipos de aquellos armazones y colocar sus copias en el mercado, a raz¨®n de 2.400 euros la pieza.
La maquinaria empresarial de Lucas intent¨® cortarle el paso. En 2005, un tribunal de California le dio la raz¨®n en un primer pleito contra Ainsworth por violaci¨®n de los derechos de propiedad intelectual y competencia desleal. El brit¨¢nico fue condenado a pagar una multa de 13 millones de euros, que todav¨ªa hoy no ha desembolsado. Alentado por esa resoluci¨®n, Lucasfilm repiti¨® la demanda ante la justicia brit¨¢nica, que inici¨® la vista del caso en abril. Pero el juez Anthony Mann, si bien concede que Ainsworth se apoy¨® en los dise?os de terceros para producir las vestimentas gal¨¢cticas, sentenci¨® el pasado jueves que ¨¦stas no son equiparables a las esculturas art¨ªsticas y que, por tanto, la venta de sus r¨¦plicas no viola el copyright seg¨²n las leyes inglesas, aunque s¨ª en Estados Unidos. En otras palabras, el artesano tiene v¨ªa libre para comercializarlas en el Reino Unido y los pa¨ªses de la Commonwealth.
Ainsworth aprovech¨® la coyuntura reclamando para s¨ª mismo parte de los derechos de autor sobre el atrezo de Star Wars, pero el magistrado desestim¨® esa aspiraci¨®n de hacerse con un buen pedazo del negocio global que entra?a una de las empresas m¨¢s rentables de la historia del celuloide.
Por eso, el vicepresidente de Lucasfilm, Howard Roffman, asegur¨® que a pesar de todo la compa?¨ªa se sent¨ªa vindicada, y a la espera de la nueva audiencia fijada por el juez para octubre, cuando Ainsworth podr¨ªa encajar una nueva multa por intromisi¨®n ilegal en el mercado de Estados Unidos. Porque el ¨²ltimo episodio del conflicto gal¨¢ctico todav¨ªa no ha finalizado.
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