Interior tiene recibos de pagos a ETA por 400.000 euros realizados este a?o

La Guardia Civil, bajo la supervisi¨®n del juez Baltasar Garz¨®n, se ha empe?ado en desentra?ar cu¨¢les son los nuevos canales que ha habilitado ETA para extorsionar a empresarios y profesionales y as¨ª abastecerse de los recursos suficientes con que mantener activa su maquinaria militar y organizativa. La documentaci¨®n parcial en papel que ten¨ªa en su poder el ¨²ltimo n¨²mero uno de ETA, Francisco Javier G¨®mez Pe?a, Thierry, detenido en Burdeos el 20 de mayo, apunta que a principios de este a?o la banda terrorista ingres¨® casi 400.000 euros procedentes de diversas empresas vascas.

Por primera vez se difunden nombres de interrogados por abonar el 'impuesto'

Estos papeles, hallados al margen del contenido del ordenador encriptado del detenido, han permitido a los agentes iniciar una nueva v¨ªa de investigaci¨®n de este viejo procedimiento de financiaci¨®n etarra, que investigan desde hace a?os el juez Baltasar Garz¨®n en Espa?a y su colega francesa Laurence Le Vert.

Pero la publicidad dada a la indagaci¨®n y el procedimiento utilizado est¨¢ levantando ampollas entre los empresarios vascos, que se consideran v¨ªctimas y no c¨®mplices de ETA como parece deducirse del modus operandi policial.

La Guardia Civil tiene al menos siete recibos que confirman los pagos que determinadas empresas han hecho a ETA y, al parecer, los agentes a cargo de las pesquisas no se contentan con una negativa protocolaria y obligada que se contradice de forma flagrante con la documentaci¨®n que tienen en su poder.

Los investigadores est¨¢n presionando, con unos modos hasta ahora inusuales, como la detenci¨®n de los directivos para interrogarles y el registro de las empresas y domicilios de los responsables de esos pagos de los que tienen constancia escrita, para tratar de conocer los canales que han utilizado para comunicarse con la banda, "negociar" las cantidades exigidas y efectuar los pagos en efectivo.

Las fuentes de financiaci¨®n de ETA, y en concreto, la extorsi¨®n sistem¨¢tica a la que somete la banda al sector empresarial, son uno de los aspectos m¨¢s desconocidos a la vez que opacos y dif¨ªciles de desentra?ar, por tratarse de materia especialmente sensible.

Pero la constataci¨®n de que sus dirigentes han podido seguir extorsionando y reunir recientemente una cantidad que supera con creces el presupuesto del aparato militar que ETA ten¨ªa en 2001 -cuando se encontraba en plena ofensiva posterior a la tregua con una n¨®mina de 210 activistas, seg¨²n la documentaci¨®n hallada al responsable militar de entonces, Ibon Fern¨¢ndez Iradi, Susper-, ha puesto en guardia a las fuerzas de seguridad, que no est¨¢n dispuestas a dejar pasar esta oportunidad para descubrir los m¨¦todos que los etarras han habilitado de nuevo para conseguir dinero.

La dureza en los modos que la Guardia Civil ha utilizado para ello ha provocado un reguero de protestas, teniendo en cuenta que uno de estos empresarios a quien se detuvo para interrogarle y registrar su casa tras haber interceptado su coche en la carretera, fue Jes¨²s Guibert, de 81 a?os, conocido empresario guipuzcoano que en 1983 fue secuestrado por los Comandos Aut¨®nomos Anticapitalistas, que le mantuvieron retenido durante 10 d¨ªas en una tienda de campa?a en el monte hasta que su familia pag¨® 200 millones de pesetas.

A la denuncia del consejero delegado de Sidenor, Jos¨¦ Antonio Jainaga, quien dijo haber sido tratado como un delincuente por la Guardia Civil, se sucedi¨® la detenci¨®n de Sabino Arrieta, anterior responsable de Sidenor, y el registro de la constructora guipuzcoana Amenabar, a la que ETA puso una bomba hace un mes. Ninguno de los empresarios interrogados ha sido imputado en causa alguna. Las patronales vascas expresaron su indignaci¨®n por su condici¨®n de "v¨ªctimas que merecen amparo y respeto".

Los modos policiales, que han incluido la publicidad en sus actuaciones y la identidad de los interrogados, hasta ahora siempre celosamente preservada, dejan entrever que, lejos de la condici¨®n de v¨ªctimas, la polic¨ªa considera a los empresarios casi m¨¢s colaboradores que extorsionados.