Calder¨®n purga la Fiscal¨ªa mexicana
El presidente impulsa una reforma de la justicia para reforzar la lucha contra el crimen organizado
El Gobierno mexicano del presidente Felipe Calder¨®n guarda silencio sobre la crisis de inseguridad que asola al pa¨ªs, y que ha provocado la salida de dos altos cargos de la Fiscal¨ªa (Procudar¨ªa General de la Rep¨²blica o PGR). El Gobierno est¨¢ insatisfecho por los malos resultados en la guerra contra el narcotr¨¢fico, la falta de coordinaci¨®n de las fuerzas de orden y el grave repunte de la criminalidad en las calles.
La supuesta implicaci¨®n de varios polic¨ªas en el secuestro y asesinato de un ni?o ha conmocionado a una sociedad a la que Calder¨®n ha respondido reabriendo el debate de la cadena perpetua.
El Gobierno est¨¢ a favor de la cadena perpetua para los secuestradores
En apenas 10 d¨ªas, la justicia ha perdido a Jos¨¦ Luis Santiango Vasconcelos, veterano de la lucha contra el narcotr¨¢fico, y No¨¦ Ram¨ªrez Mandujano, encargado de la batalla contra el crimen organizado. Ambos presentaron su renuncia, sin dar explicaciones, en medio de la depuraci¨®n de responsabilidades que surgi¨® al encontrarse el cad¨¢ver de Fernando Mart¨ª. El joven, de 14 a?os, fue v¨ªctima de un secuestro presuntamente organizado por una banda de polic¨ªas judiciales.
La prensa mexicana sigue especulando con la purga de altos cargos, que podr¨ªa alcanzar a otros dos de los cinco subprocuradores de la PGR. Se habla de presiones de Estados Unidos y de ausencia de ¨¦xitos. Lo m¨¢s llamativo, seg¨²n el polit¨®logo Federico Berrueto, es que "no hay informaci¨®n oficial del tema, quiz¨¢s el m¨¢s importante de la agenda nacional: crimen organizado y cuotas de violencia e inseguridad". El pasado a?o se denunciaron 438 secuestros en M¨¦xico, aunque se considera que se produjeron muchos m¨¢s. Este a?o, el Gobierno ha optado por no dar cifras.
"Detr¨¢s de muchos de los cr¨ªmenes hay participaci¨®n policial", arguye Berrueto. El analista critica la ausencia total de informaci¨®n, en un pa¨ªs en el se han producido m¨¢s de 2.000 ejecuciones relacionadas con el narcotr¨¢fico en lo que va de a?o, 300 de las cuales han corrido a mano de polic¨ªas en activo o retirados.
Sorprende, sin embargo, la salida de Vasconcelos y Mandujano ya que sobre ellos nunca ha pesado ninguna acusaci¨®n o sospecha de corruptela. "Son medidas en las que se ofrecen cabezas a Huitzilopochtli [dios azteca de la guerra], para calmar un poco a una opini¨®n p¨²blica que no ve resultados", explica Luis de la Barreda, director del Instituto para el Estudio de la Inseguridad. Pese a las renuncias coyunturales de altos cargos, la prioridad, dice, "es que haya coordinaci¨®n para enfrentar el caos criminal que estamos viviendo. Hay que trabajar porque no veremos un milagro". Barreda opina que los primeros pasos deben dirigirse a "la depuraci¨®n de las fuerzas de seguridad, muy infiltradas por la delincuencia".
Adem¨¢s del caso Mart¨ª, la polic¨ªa ha sido acusada del asesinato de una familia en Jalisco, la pasada semana, y algunos de los agentes se han convertido en verdaderos guardaespaldas de los grandes narcos. A la corrupci¨®n y la nula transparencia, se une la falta de resultados. Varias organizaciones pro Derechos Humanos sostienen que en todo M¨¦xico solo se resuelven el 10% de los secuestros.
En respuesta a la creciente indignaci¨®n social, el presidente Calder¨®n prometi¨® nuevas soluciones, y el jueves puso sobre la mesa la implantaci¨®n de la cadena perpetua. La medida, seg¨²n explic¨® en el Congreso, se dirigir¨ªa precisamente a funcionarios policiales implicados en secuestros, o casos en que las v¨ªctimas sean menores de edad. Las mismas caracter¨ªsticas que reune el pol¨¦mico caso Mart¨ª. En realidad, la propuesta ser¨ªa una simple ampliaci¨®n de la iniciativa para la reforma del C¨®digo Penal que el presidente env¨ªo al Legislativo en marzo de 2007. Un ¨²ltimo impulso a una norma estancada, que ya ten¨ªa como objetivo introducir la aplicaci¨®n de la cadena perpetua para los secuestradores.
La supuesta novedad de la propuesta presidencial busca aplacar los caldeados ¨¢nimos desatados por el esc¨¢ndalo Mart¨ª, y disimular el mar de silencio que envuelve al Gobierno sobre la crisis de criminalidad.
Mientras, M¨¦xico sigue sufriendo la ola de violencia, y en las calles se preparan manifestaciones de protesta. Ni la renuncia de los dos altos cargos, ni la incertidumbre sobre la estrategia gubernamental ayudan a solucionar la creciente desconfianza en las fuerzas policiales.
El asesinato que conmocion¨® al pa¨ªs
A Fernando Mart¨ª, un joven de 14 a?os e hijo de un empresario mexicano, lo secuestr¨® y asesin¨® en junio pasado la Banda de la Flor, que, seg¨²n las investigaciones policiales, es extremadamente violenta y est¨¢ formada principalmente por polic¨ªas. La familia de la v¨ªctima pag¨®, seg¨²n se ha publicado, entre cinco millones de pesos (328.132 euros) y seis millones de d¨®lares (3.917.471 euros), y estaba dispuesta a entregar dos millones de d¨®lares m¨¢s por la liberaci¨®n del chico.
Al parecer, los agentes montaron un falso ret¨¦n en la carretera para secuestrar al hijo del millonario. Luego, cobraron el rescate y negociaron la entrega de m¨¢s dinero, incluso cuando Fernando Mart¨ª ya hab¨ªa sido asesinado. La semana pasada, su cuerpo fue hallado en el maletero de un coche. Llevaba muerto m¨¢s de un mes. El descubrimiento ha crispado a la sociedad mexicana, indignada por el aumento de la criminalidad. Por su parte, el Gobierno de M¨¦xico DF y las autoridades federales se culpan mutuamente del fracaso de la investigaci¨®n.
La fiscal¨ªa de la capital ha detenido a dos polic¨ªas judiciales acusados de raptar a Mart¨ª, y est¨¢ investigando a varios m¨¢s. Se relaciona a la Banda de la Flor, al menos, con otros cuatro casos. En todos ellos mataron a los rehenes y los dejaron junto a un crisantemo, de ah¨ª su sobrenombre.
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