C¨ªrculo vicioso

En 1986 me clasifiqu¨¦ para el Campeonato del Mundo de Nataci¨®n que se celebr¨® en Madrid. Pero estudiaba en el INEF y las pruebas coincid¨ªan con la competici¨®n. Las pruebas del INEF eran f¨ªsicamente duras, y yo tem¨ªa lesionarme, y por consiguiente perderme el Mundial. Fui a hablar con el director y le expliqu¨¦ mi situaci¨®n para ver c¨®mo se pod¨ªa solucionar. Su respuesta no dio lugar a un acuerdo: "O la nataci¨®n o los estudios". Me decid¨ª por la nataci¨®n porque quer¨ªa ir al Mundial, y me cost¨® perder un a?o. O casi. Porque en febrero me llam¨® Doc Councilman, el legendario entrenador de la Universidad de Indiana. Me ofrecieron una beca. Habl¨¦ con mi entrenador, Jordi Murio, y con mi madre, y resolv¨ª que lo mejor era irme. Quer¨ªa estudiar al tiempo que me entrenaba al m¨¢s alto nivel. Me importaba tener un t¨ªtulo, y en Estados Unidos te dan todas las facilidades para conseguirlo. Te ofrecen tutores, te aplazan los ex¨¢menes, y te acortan las carreras.

Me da la impresi¨®n de que en Espa?a el sistema ha mejorado, pero no demasiado. Sin embargo, creo que no debe ser muy complicado organizarse, aunque sea a costa de acabar la carrera en ocho a?os. Espa?a es un pa¨ªs que tiene todos los recursos f¨ªsicos para producir nadadores de ¨¦lite, dos o tres al menos, los suficientes para participar en unas cuantas finales ol¨ªmpicas. No hace falta mucho: basta con agua, entrenadores y nadadores con ganas de progresar. El problema no son los recursos. El problema m¨¢s grande es que los espa?oles somos envidiosos, cr¨ªticos, y poco constructivos cuando trabajamos en grupo. No nos gusta que nuestro compa?ero tenga ¨¦xito y dejamos que predominen los criterios personales antes que los profesionales. No creo que en la nataci¨®n espa?ola actual haya una unidad en la cual los entrenadores se ayuden mutuamente para triunfar y beneficiar al equipo, aunque esto implique ayudar a los nadadores que dirige otro.

Es un problema cultural. Yo vivo y me entreno en Florida, pero por lo que veo desde la distancia los entrenadores espa?oles siempre est¨¢n peleados entre ellos, o con el director t¨¦cnico. Eso se traduce en que los nadadores se enfrentan tambi¨¦n entre s¨ª. Es un c¨ªrculo vicioso, y no contribuye en nada a conseguir el objetivo. Esto es: ayudar a que los nadadores de los otros entrenadores, los nadadores del equipo, mejoren todo lo posible. En Espa?a la formaci¨®n de los entrenadores es muy buena, pero est¨¢ mal aprovechada, y es poco valorada. En las potencias, en Estados Unidos y en Australia, ocurre exactamente al rev¨¦s.