Queda inaugurada la 'era Nastia'
Favorita antes de llegar a la ¨¦lite, Liukin se corona por primera vez en el mejor escenario - La campeona,nacida en Rusia y criada en Tejas, destroza el modelo de gimnastas-ni?a - La entrena su padre, oro en Se¨²l 88
Anastasia Valeryevna Liukin, Nastia para todos, fue una estrella antes de llegar a la ¨¦lite. Llevaba la gimnasia en sus genes sovi¨¦ticos. Los de su padre, Valery, tres medallas en Se¨²l 1988, una de ellas de oro, y hoy entrenador y responsable de un imperio gimn¨¢stico en medio de Tejas (Estados Unidos). Y los de su madre, Anna, conjuntera de r¨ªtmica por la misma ¨¦poca. Tal vez por esos genes y por la calidad de su gimnasia, aunque Nastia se perdi¨® los Juegos de Atenas 2004 por edad (ten¨ªa entonces 14 a?os y medio), protagoniz¨® aquel verano un anuncio de televisi¨®n de Adidas que la convert¨ªa en una doble de la legendaria Nadia Comaneci. Volaba sobre las paralelas, su gran especialidad.
Deslumbr¨® como 'junior' pero perdi¨® los Mundiales de 2005, 2006 y 2007
En suelo es donde m¨¢s se ve la diferencia entre su estilo sentido y el de sus rivales
Hab¨ªa nacido una estrella. Se hablaba de su gimnasia exquisita y elegante, de su t¨¦cnica impecable, de un prodigioso ejercicio de paralelas y de su imbatibilidad como junior. Pero pocos la hab¨ªan visto fuera de Estados Unidos.
El globo se deshinch¨® en 2005, precisamente al alcanzar la mayor¨ªa de edad gimn¨¢stica. Nastia amagaba, incluso pegaba, pero nunca hac¨ªa KO. Favorita en los Mundiales de ese a?o, los perdi¨® por 0,001 puntos y, cuando el nuevo c¨®digo entr¨® en vigor al siguiente, muchos temieron que su originalidad saliera perdiendo ante la legi¨®n de acr¨®batas de bolsillo que dominan desde hace d¨¦cadas este deporte. Se empez¨® a hablar de su desventaja en el potro, en el que sus rivales siguen sac¨¢ndole varias d¨¦cimas.
No fue exactamente as¨ª, pero Nastia segu¨ªa sin ganar. En 2006 se lo impidi¨® una lesi¨®n. En 2007, la corona se la llev¨® su compatriota Shawn Johnson, un robotito de piernas diminutas y explosivas programado para ejecutar los mortales m¨¢s arriesgados sin perder nunca la sonrisa. Algunos pensaron que Nastia ser¨ªa una nueva Szabo, una nueva Silivas, el ¨²ltimo eslab¨®n de una saga de gimnastas fabulosas que siempre acababan vestidas de plata.
Pero ni siquiera cuando la hija de Valery y Anna peg¨® el estir¨®n y dej¨® a casi una decena de cent¨ªmetros a sus m¨¢s directas rivales, cuando empez¨® a crecerle el pecho, su gimnasia perdi¨® un gramo de calidad, de vistosidad, de elegancia.
Ayer se tom¨® la revancha. Y lo hizo como siempre, con su padre, el primer hombre en hacer un triple mortal en suelo, a su lado. Pero a lo grande. En el mejor escenario. Con las gradas en guerra dial¨¦ctica entre norteamericanos y chinos (los locales hab¨ªan ganado los tres oros repartidos por la gimnasia en Pek¨ªn). Con Shawn Johnson, la imbatible, la que le hab¨ªa ganado en los Campeonatos de Estados Unidos y en los trials hace s¨®lo unos meses, la ni?a que, seg¨²n los medios de su pa¨ªs, tiene contratos publicitarios por valor de un mill¨®n de d¨®lares, dando guerra. Con muy pocos fallos de las favoritas. Con las chinas recibiendo alg¨²n que otro favor de los jueces... Y con todo por decidir en el ¨²ltimo aparato. El suelo.
Es en el tapiz donde m¨¢s se ve la diferencia entre Nastia y el resto, por su estilo sentido, su interpretaci¨®n. Al ritmo de una melod¨ªa rusa, la tejana se agigant¨® en su maillot fucsia, con aires de primera bailarina del Bolshoi y diagonales casi perfectas. Salud¨® a los jueces, bes¨® en la boca a su padre, al estilo ruso, se abraz¨® con fuerza a una llorosa Johnson y esper¨® el veredicto: 15,525, la misma puntuaci¨®n que su compatriota, pero suficiente por la ventaja adquirida en paralelas y barra. La suma de todos los aparatos fue de 63,325 puntos, cuatro d¨¦cimas m¨¢s que Johnson, segunda, y casi cinco m¨¢s que la china Yang Yilin.
Liukin, 18 a?os, es la tercera campeona norteamericana, tras Mary Lou Retton (1984) y Carly Patterson (2000). Con la segunda comparti¨® gimnasio, pero no estilo. El de Nastia es m¨¢s adulto, m¨¢s original. Su era queda oficialmente inaugurada. Y si el dinero y la fama lo permiten -Carly lo dej¨® todo por Operaci¨®n Triunfo-, promete un largo recorrido. Incluso en Pek¨ªn, de donde puede salir como reina de los Juegos si gana los otros oros a los que aspira: paralelas, barra y suelo.
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