El negocio de la a?oranza

Harinas de haba o cebada tostada; jugo de guan¨¢bana, mango o tamarindo; crema de choclo; cerveza Quilmes o Brahma; empanada de pl¨¢tano verde; mantequilla de man¨ª..., y as¨ª hasta 300 referencias de alimentos importados de Am¨¦rica Latina. Tras el amplio ventanal de su despacho, situado en una nave industrial de Casarrubios del Monte (Toledo), Agust¨ªn Lama, fundador y gerente de la empresa Nativo -hoy Goya Nativo-, observa el colorido de los anaqueles en los que est¨¢n ordenados los productos.

El creador de la firma de importaci¨®n y distribuci¨®n de productos para emigrantes latinoamericanos parece que estuviera a¨²n donde empez¨®, en un peque?o ultramarinos de Guayaquil -"la segunda ciudad de Ecuador y su puerto m¨¢s importante", a la que lleg¨® con su familia a los 21 a?os y, al poco tiempo, abri¨® una peque?a tienda de alimentos espa?oles-. Con trabajo, suerte y las ventas a ecuatorianos que hab¨ªan vivido en Europa, "en aquella ¨¦poca, aparte de algunos t¨¦cnicos que estaban en obras de Agrom¨¢n y Dragados, no hab¨ªa m¨¢s de 5.000 espa?oles en Ecuador", recuerda, "y es entonces cuando descubr¨ª las posibilidades de negocio de la nostalgia".

"Como ciudad portuaria, en Guayaquil se pod¨ªa encontrar casi de todo. Desde muebles franceses hasta telas inglesas, pasando por naranjas espa?olas..., pero hab¨ªa que buscarlo. Lama recurri¨® primero a los canales tradicionales de comercio mayorista, pero no sol¨ªan dar el fruto deseado: "No ten¨ªamos volumen suficiente como para encargar un contenedor". Por eso explor¨® v¨ªas alternativas de aprovisionamiento: "Recurr¨ªamos a las tripulaciones de los barcos que llegaban de Espa?a. Les encarg¨¢bamos y compr¨¢bamos lo que necesit¨¢bamos".

Todo iba bien hasta que la crisis se ceb¨® con Ecuador. Era 1989. El momento de regresar a Espa?a y buscar una nueva forma de vida. "Pas¨¦ un tiempo vendiendo la artesan¨ªa que tra¨ªa de Ecuador, Per¨² y M¨¦xico hasta que, en 1993, abrimos en Madrid un peque?o negocio familiar de importaci¨®n de alimentos para iberoamericanos". Sin embargo, las previsiones fallaron y los clientes tardaron cinco a?os en llegar. "Nos anticipamos y quebramos", dice Agust¨ªn. Pero, en 1998, cuando el emigrante comienza a ser habitual en Espa?a, Lama retom¨® el proyecto con distinto socio: "Sergio Hermosa, que hab¨ªa montado la primera empresa que existi¨® en Espa?a para enviar dinero y paqueter¨ªa a Ecuador". Lo llamaron Nativo.

Con la oficina en el cuarto de estar de su casa y haciendo el reparto ellos mismos, consiguen darse a conocer entre clientes y comerciantes e, incluso, superar los prejuicios que hab¨ªa entre los propios productores latinoamericanos, quienes "acostumbrados a vender materias primas, no les entraba en la cabeza que en Europa alguien pudiera querer sus productos elaborados. Ahora tenemos acuerdos con 18 empresas de Ecuador, Per¨², Colombia y Bolivia", asegura.

Con los a?os Nativo va creciendo al ritmo que lo hacen las comunidades de inmigrantes en Espa?a. Como Goya Foods, la "empresa fundada en 1936 por un matrimonio de espa?oles emigrantes, que lleva tres generaciones en el negocio" de la importaci¨®n de productos latinoamericanos y que en 2007 "adquiri¨® el 80% de las acciones de Nativo y naci¨® Goya Nativo", se?ala Lama. La estructura accionarial ha cambiado, pero no la filosof¨ªa: gestionar los sabores de los emigrantes, la nostalgia que permanece por cuatro generaciones. -