Gran V¨ªa 'deluxe'
En el centro suena una m¨²sica de lo m¨¢s variada: pop 'indie', salsa, 'tecno'...

Cosas que pasan en la estaci¨®n de metro de Gran V¨ªa. El tr¨¢fico de gente es ligero en agosto. No hay empujones ni prisas. Un chaval lleva sus auriculares a un volumen tan potente que se oye un chunda-chiqui-chunda. "Hola, ?qu¨¦ escuchas?". "A ti qu¨¦ te importa". Vaya, empezamos bien. "No, mira, soy periodista, y estoy haciendo un reportaje sobre la banda sonora de la Gran V¨ªa". El tipo, de 28 a?os, oreja y nariz perforadas con aros, pelo rapado en los laterales, se suaviza: "Ah, perdona, es que el otro d¨ªa me entr¨® un pibe en el metro queriendo ligar. Por cierto, yo tengo un t¨ªo periodista. Est¨¢ en Pek¨ªn, en los Juegos". "Ya, pero qu¨¦ escuchas". "A Tiga, ?lo controlas?". Son las ocho de la tarde en la semana del a?o (esta de agosto) en la que menos madrile?os permanecen en su ciudad. Estampida general. Madrid vive cerrada por vacaciones, salvo en la Gran V¨ªa. Por cierto, Tiga es uno de los pinchadiscos de m¨²sica electr¨®nica m¨¢s cotizados.
Ya en el exterior, del equipo de m¨²sica de un Seat Ibiza sale la voz de Quique Gonz¨¢lez, ese cantautor rock tan madrile?o y talentoso: "En todos los lugares te encuentro / en todas las ciudades me siento un habitante m¨¢s / en la ciudad...". Faena: el sem¨¢foro ha mutado a verde y la voz de Quique se apaga entre un safari de motores enfurru?ados. Suena salsa. Sale del pecho de Sergio, que se ha colgado del cuello un tel¨¦fono m¨®vil con m¨²sica, de donde surge la voz del salsero ?scar de Le¨®n azuzando con Pedro navaja. "Llevo todo el d¨ªa la m¨²sica en el m¨®vil. Me hace sentirme bien. Y siempre es salsa", informa Sergio.
En el quiosco de bebidas m¨¢s visitado atiende un chino con una camiseta de la selecci¨®n espa?ola de f¨²tbol. Un radiocasete expulsa una canci¨®n de Shakira. "Siempre puesta la ladio. O 40 o Cadena 100. Ya me s¨¦ algunas canciones". Unos pasos m¨¢s all¨¢ se escucha a Mecano. El teatro Rialto est¨¢ cerrado, aunque alguien ha olvidado desconectar el hilo musical de la banda sonora del espect¨¢culo Hoy no me puedo levantar. Seguimos anclados en los ochenta en un momento estelar: la melena color zanahoria de Alaska se agita por la acera. Viste como casi siempre, de negro. A su lado, su marido, Mario Vaquerizo, cantante de Nancys Rubias, cuerpo espagueti. "Se est¨¢ fenomenal en agosto en la Gran V¨ªa. Mira qu¨¦ aire corre", nos comenta Alaska. La banda sonora de la pareja suena as¨ª. Alaska: "?No hemos dicho que ¨ªbamos a coger un taxi?". Mario: "Claro, por eso estamos aqu¨ª". Alaska: "Pues venga, vamos a por ¨¦l". Giovanni, ecuatoriano de 30 a?os, contempla la escena desde su quiosco de prensa y souvenirs. Escucha M¨¢xima FM: m¨²sica tecno, bakalao y traka-traka. "Antes estaba enganchado a El Hormiguero, pero desde que se fue Pablo Motos no me gusta", relata Giovanni, que argumenta su nueva elecci¨®n del dial con un irrevocable "as¨ª le doy ca?a al d¨ªa".
Como todos los d¨ªas en los ¨²ltimos cinco a?os, Emilio y Jos¨¦, de 42 a?os ambos, est¨¢n atornillados a su baldosa preferida. Son conocidos como "los heavies de Madrid Rock", aunque la tienda de m¨²sica ha desaparecido. La pareja pasa all¨ª seis horas al d¨ªa. Objetivo: verlas venir. "Vivimos del reciclaje", dicen. Hoy llevan camisetas de Dio y de Rory Gallagher, rockeros cl¨¢sicos. "Nunca escuchamos m¨²sica. Bueno, a veces viene un punky con un radiocasete. Pero no podr¨ªamos ir con walkman. Nos perder¨ªamos este sonido de los coches, que es muy heavy, y el de la gente". "Yo tengo una guitarra", interviene Jos¨¦, "pero aunque la enchufase aqu¨ª no se escuchar¨ªa nada". No le falta raz¨®n: el gru?ido que producen las buj¨ªas y dem¨¢s cacharrer¨ªa automovil¨ªstica es ¨¦pico. Unas chicas australianas muy monas se hacen una foto con ellos. "We are always here", dicen los recicladores rockeros en un resuelto ingl¨¦s. Las australianas se marchan pizpiretas con la promesa de que volver¨¢n. "Es dif¨ªcil encontrar aqu¨ª a la mujer de tu vida, pero se puede tontear", confirman Emilio y Jos¨¦.
A ¨²ltima hora de la tarde, un coche frena en un sem¨¢foro. Dentro, cuatro chavales escuchan el pop indie espa?ol de Deluxe. "Nos vamos al Festival Sonorama , que Deluxe act¨²a all¨ª", y salen zumbando ante el arqueo de ceja de un polic¨ªa. Gran V¨ªa, como siempre, abierta por vacaciones.
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