Unos pasos por detr¨¢s de Bolt
Es frecuente en el deporte que los cient¨ªficos vayamos alg¨²n paso por detr¨¢s de grandes atletas, que nos sorprenden. A veces, se elaboran sofisticados modelos de c¨®mo va a ser la evoluci¨®n de la t¨¦cnica y de las marcas. Despu¨¦s, nadie espera en el horizonte nada nuevo que se pueda salir de lo previsto. A pesar de ello aparece un atleta que es capaz de rompernos los esquemas. Basta pensar en lo sucedido en los Juegos de M¨¦xico del 68 con Dick Fosbury, quien tambi¨¦n ten¨ªa en aquel entonces 21 a?os (Usain Bolt cumpli¨® ayer 22), que nos ha dejado boquiabiertos con su extraordinaria marca. Lo que sucedi¨® despu¨¦s de M¨¦xico fue que los biomec¨¢nicos analizaron los saltos de Fosbury tratando de explicar el porqu¨¦ saltando de esa forma se pod¨ªa tener una cierta ventaja. Pero quien inici¨® el camino fue un atleta, no un cient¨ªfico. Aquel caso, hay que reconocerlo, fue posible gracias a la introducci¨®n ese mismo a?o de colchonetas que supl¨ªan a los antiguos fosos de arena. Pero tambi¨¦n hay que decir que ning¨²n cient¨ªfico pudo prever que tal forma de saltar apareciera y se convirtiese con los a?os en la m¨¢s frecuente, por no decir la ¨²nica que emplean los saltadores de cierto nivel.
Como es habitual en Usain Bolt, sali¨® con un discreto tiempo de reacci¨®n; 182 milisegundos, frente a los 161 que marc¨® Michael Johnson en el r¨¦cord de Atlanta 96 que se ha roto. En 42 pasos Bolt se situ¨® en los 100m. A Carl Lewis, considerado un corredor de pasos amplios, se le tomaron 44,1 en su plata de Se¨²l en el 88 (19,79s). Hay que decir que algunos pasos parec¨ªan desencajados y dif¨ªciles de controlar con su 1,96 de estatura y la forma peculiar que tiene de moverse. En un tramo de la curva, incluso estuvo a punto de salirse de su calle, pero a diferencia de que puede ser habitual, su trayectoria se fue hacia la calle externa. Cuando lleg¨® a los 100m su tiempo era extraordinario: inferior a 9.90s (sin contar el tiempo de reacci¨®n). Ya en ese punto ten¨ªa ventaja sobre el anterior r¨¦cord de Michael Johnson, a quien le tomaron 9,964s. El resto de carrera, en el que ya predominaba el trazado recto, lo hizo en 37,8 pasos (frente a 40,23 tomados a Carl Lewis en Se¨²l). El tiempo empleado en recorrer los segundos 100m de carrera fue sensiblemente superior a los 9,188 de Johnson, pero no lo suficiente como para perder la ventaja que le sac¨® en los primeros 100m.
La velocidad media de Bolt fue ligeramente superior a la que mostr¨® cuando hizo el r¨¦cord de los 100m (37,31 frente a 37,11 kil¨®metros a la hora). La amplitud media de los pasos fue descomunal (2,51m) si se compara con la de otros atletas, como los 2,27m de Boldon, cuando gan¨® el Mundial de Atenas del 97. Y encima Usain Bolt ha mostrado una incre¨ªble amplitud media entre el 100 al 200 (2,65m en cada paso). Finalmente, se dice que los corredores de amplitud, para ser competitivos deben mostrar una suficiente frecuencia de pasos y mantenerla en un buen nivel. Pues los primeros 100m de Bolt, en los que limit¨® la amplitud de sus pasos de gigante obtuvo una frecuencia de 4,29 pasos en cada segundo (superiores incluso a los 4,28 de Carl Lewis). Eso s¨ª, cuando en la segunda mitad de carrera, aument¨® la amplitud, su frecuencia se redujo a 4,06 pasos en cada segundo.
Se va a hablar mucho en pr¨®ximos meses de la haza?a de Usain Bolt. El trabajo que toca ahora a los cient¨ªficos del deporte es explicar lo que ha sucedido. La historia se repite una vez m¨¢s: un atleta fuera de lo com¨²n nos abre los ojos y permite que visualicemos una forma diferente de correr, que quiz¨¢s permita en el futuro mejoras hasta ahora impensables
Xavier Aguado J¨®dar es biomec¨¢nico de la Universidad de Castilla-La Mancha
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