Un sofisticado ballet
En el mes de junio, hace 29 a?os, Javier Moracho consegu¨ªa en Ostrava (Rep¨²blica Checa) la excelente marca de 13,63s, que en aquel entonces no fue considerada r¨¦cord de Espa?a al realizarse con un viento a favor de 2,4. Dayron Robles, que actualmente tiene 21 a?os, a¨²n no hab¨ªa nacido. Pero este a?o, tambi¨¦n en junio y en Ostrava, Dayron le ha arrebatado a Liu Xiang, por una cent¨¦sima, el r¨¦cord mundial. Despu¨¦s del abandono del vallista de Shangai antes de competir en su serie este lunes, debido a su lesi¨®n en el tend¨®n de Aquiles, Dayron ha corrido la final sin que ning¨²n rival le hiciera sombra.
Santiago Ant¨²nez, entrenador de Dayron, ve la prueba del 110 como un ballet. Su disc¨ªpulo lo interpreta de forma inhabitual, pero brillantemente, con siete pasos desde el disparo de salida hasta la batida de la primera nota (valla). Aqu¨ª tambi¨¦n hay conexiones con Javier Moracho y el que fue su entrenador, Jaime Enciso. Las condiciones de Moracho le permit¨ªan algo que muy pocos vallistas consiguen: siete en vez de los habituales ocho pasos. Los que hacen ocho deben controlar una ajustada amplitud y a¨²n as¨ª reducir la del ¨²ltimo (respecto a la del 7?) en unos 15 cm. Cuando llegan al 8? han perdido m¨¢s de un metro respecto a la distancia que cubrir¨ªa un corredor de 100 lisos, del mismo nivel, en su 8? paso. Pero para hacer siete en vez de ocho no basta con realizar la salida con la extremidad contraria, cambiando la disposici¨®n y ajuste de los tacos y despu¨¦s dar rienda suelta a la amplitud de los pasos hasta la primera valla. Si no se tienen unas condiciones excepcionales, que permitan una elevada capacidad de impulso y aceleraci¨®n al inicio de la carrera, se llegar¨¢ en siete, pero a costa de perder tiempo, en vez de ganarlo.
Despu¨¦s de la primera nota, falta interpretar nueve m¨¢s, y eso marca unos c¨¢nones a esta carrera que la diferencian de los 100 lisos. En el 110, despu¨¦s de la primera valla s¨®lo se puede ganar velocidad aumentando gradualmente la frecuencia de los pasos, no su amplitud. Si el atleta fuera aumentando la amplitud (como se hace en los 100) llegar¨ªa al apoyo de batida de la siguiente nota demasiado cerca y se la comer¨ªa. Las diferentes variables cinem¨¢ticas de la carrera y del vuelo sobre las vallas, as¨ª como las de las fuerzas que se reciben del suelo en los apoyos y los momentos de fuerza sobre las articulaciones de las extremidades inferiores han sido estudiados desde hace a?os por reconocidos biomec¨¢nicos. Aunque se conocen muchos criterios de eficacia en el ajuste de estas variables, hay algunas caracter¨ªsticas de la carrera, como el ejemplo comentado de los siete u ocho pasos, que quedan abiertas a la interpretaci¨®n y genialidad de algunos atletas. Esto hace que muchos estudios comenten diferencias encontradas en los patrones de ciertas variables. Y algunos atletas como Moracho o Dayron logran, con ¨¦xito, una personal interpretaci¨®n del ballet que las cualidades de otros no soportar¨ªan.
El Nido de P¨¢jaro finalmente no alberg¨® finalmente el tan esperado duelo entre los atletas de Shanghai y Guant¨¢namo en las vallas altas. Dayron saliendo con el segundo peor tiempo de reacci¨®n se puso enseguida en cabeza, corriendo sin oposici¨®n sobre una pista mojada. Lleg¨® a meta sin adelantar el tronco, par¨® el crono en 12.93s y no le arrebat¨® a Liu Xiang su r¨¦cord ol¨ªmpico (12.91s). El duelo tan esperado entre el chino y el cubano cuando menos se retrasa hasta el Mundial de Berl¨ªn del pr¨®ximo a?o.
Xavier Aguado J¨®dar es biomec¨¢nico de la Universidad de Castilla-La Mancha xaguado@uclm.es.
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