A los nueve meses, una final
M¨¢s fuerte que nunca, Natalia Rodr¨ªguez vuelve a luchar por una medalla en 1.500 meses despu¨¦s de ser madre
Pese a que su ausencia aumenta sus posibilidades de medalla en la final de 1.500 de hoy (13.50), Natalia Rodr¨ªguez evita el juicio moral cuando se refiere a las tres rusas, a las dos rumanas y a la b¨²lgara que en las ¨²ltimas semanas han sido dejadas fuera de juego por dopaje. "Esto afecta al atletismo", dice la tarraconense, de 29 a?os, quien, como m¨ªnimo, aspira a igualar a Mayte Z¨²?iga, la ¨²nica atleta espa?ola con diploma ol¨ªmpico en una prueba de pista. "Hace que la duda se extienda. Va a parecer que hay algo raro en todo el que hace algo extraordinario".
No es que Natalia, cabeza rapada como un monje budista tibetano -lo que en Pek¨ªn es toda una declaraci¨®n de principios- para proclamar su individualidad despu¨¦s de a?os luciendo rubias rastas, haya hecho, a¨²n, algo extraordinario. Ha hecho, en todo caso, lo que la mayor¨ªa de las mujeres: tener un hijo, tomarse la baja maternal y volver a trabajar. El pasado 1 de enero, 40 d¨ªas despu¨¦s de dar a luz a Guadalupe, y despu¨¦s de dos a?os sin calzarse en serio unas zapatillas de deporte, Natalia volvi¨® a ser atleta, y ocho meses despu¨¦s, y tras superar una lesi¨®n en abril, una fractura de fatiga en el pubis, est¨¢ en v¨ªsperas de una final ol¨ªmpica a miles de kil¨®metros de su hija.
"He tenido buenas sensaciones, pero no es bueno hablar de premios a la ligera"
Y quiz¨¢s no sea ni extra?o tampoco que Rodr¨ªguez, todo un talento desde juvenil, se vea m¨¢s fuerte, f¨ªsica y mentalmente, despu¨¦s de la maternidad. Todo tiene que ver con las hormonas, en todo caso. No ser¨ªa extraordinario, entonces, pero s¨ª impresionante verla el jueves en su semifinal, corriendo en 4m 5s minutos sin forzar la m¨¢quina. Dio hasta la sensaci¨®n de que podr¨ªa haber puesto en apuros a la bahrein¨ª de origen et¨ªope Maryan Jamal, la ¨²nica limpia que ha bajado este a?o de los cuatro minutos despu¨¦s de la suspensi¨®n de las rusas Soboleva y Tomashova. Y tambi¨¦n han desaparecido del top ten por dopaje la rumana Popescu, la rusa Fomenko y la b¨²lgara Yordanova. "S¨ª, s¨ª, he tenido muy buenas sensaciones. Pero no es bueno hablar de medallas a la ligera. En esta prueba son una loter¨ªa", dijo Rodr¨ªguez.
"Yo no s¨¦ si son las hormonas o qu¨¦ es, pero s¨ª que he notado que ahora su organismo integra mucho mejor que antes el entrenamiento", dice su entrenador de toda la vida, Miguel Escalona, que hace dos a?os, cuando su pupila le dijo que dejaba temporalmente el atletismo para hacer familia, lleg¨® a dudar que volver¨ªa. "F¨ªsicamente me impresiona, es un cambio brutal. Puede estar a la altura de cualquiera. Con cargas de trabajo no tan altas saca m¨¢s partido. Quiz¨¢s las hormonas no sean el causante del proceso, sino su consecuencia. De esto no hablo con ella, respeto mucho su vida privada".
Tampoco Natalia, la chica de los tobillos de oro, la mirada dulce y el cuerpo duro como el acero, es de las que disfruten contando su vida. Quiz¨¢s hable por ella su actitud, o el enorme tatuaje en su brazo derecho, I coraz¨®n Coco. "Lo llevo desde hace un par de a?os", dijo la atleta. Y no habl¨® m¨¢s.
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