Las primeras vacaciones de Miguel

Miguel Afonso Sosa regresaba el mi¨¦rcoles a su isla. Eran sus primeras vacaciones, como las de muchos de los 20 ni?os del avi¨®n. Pero ¨¦l era diferente a todos los dem¨¢s pasajeros del fat¨ªdico vuelo JK5022. Ten¨ªa tres a?os y sus ¨²ltimos 20 viajes a Madrid hab¨ªan sido para operarse o revisar su diminuto y renqueante coraz¨®n en un hospital de la capital. ?sta era la primera vez que no viajaba en un avi¨®n angustiado sin saber si regresar¨ªa con vida y, fatalmente, fue la ¨²ltima.

Miguel era el hijo menor del transportista Pedro Pablo Afonso y la maestra Mary Carmen Sosa. Tambi¨¦n viajaba con ellos el hijo mayor, Jorge, de 10 a?os. Entre tantas sesiones hospitalarias, esta familia del barrio marinero de Ba?aderos (en Arucas, Gran Canaria) hab¨ªa trabado amistad con otra de Guadalajara, que este verano les invit¨® a pasar los primeros diez d¨ªas de paz de la corta vida de Miguel. Tras disfrutar de esas vacaciones, la familia regres¨® a Madrid y tom¨® el avi¨®n de Spanair que nunca llegar¨ªa a casa. Todos han muerto. El Ayuntamiento aruquense estudia habilitar el pabell¨®n del instituto en el que Mary Carmen daba clases para organizar un funeral, donde allegados y amigos puedan compartir el dolor que ha sumido este peque?o municipio del norte de Gran Canaria en una tristeza insondable.

De un solo golpe han desaparecido dos familias enteras de Arucas

"Levant¨¦ la cabeza y el avi¨®n no ten¨ªa techo", declar¨® una de las supervivientes

No ha sido la ¨²nica tragedia en Arucas, localidad de 35.000 habitantes conocida por su majestuosa catedral g¨®tica y desde ayer sumida en la pena. De un solo golpe han desaparecido dos familias completas. La segunda es la integrada por la representante de productos cl¨ªnicos Mary Carmen Ortega y sus dos hijas adoptadas en Guatemala Cristina (15 a?os) y Ana Isabel (14), residentes desde hace a?os en la urbanizaci¨®n de Masapeses, entre las localidades de Visvique y Los Portales. Hab¨ªan estado de viaje con otras familias de Arucas en Grecia, pero las tres retrasaron dos d¨ªas la vuelta a casa para conocer un poco Madrid. Ya no volver¨¢n.

Una v¨ªctima m¨¢s se suma al dolor de Arucas: el cabo de la Guardia Civil ?ngel Mendoza, de 33 a?os, estaba destinado desde hace poco en el cuartel del municipio y viajaba a la isla con su pareja, tambi¨¦n Guardia Civil, Esther Saavedra, jefe del equipo de atestados de Tr¨¢fico en Medina de Pomar (Burgos).

Hay otros muchos lugares que lloran a un ser querido en Canarias, de donde eran la mitad de los 153 fallecidos en Barajas: de Ingenio era una pareja de reci¨¦n casados, y otros dos vecinos tambi¨¦n fallecidos. En San Bartolom¨¦ de Tirajana viv¨ªan 13 de las v¨ªctimas. En Las Palmas, el malague?o Alejandro Villanueva Mart¨ªn, su esposa y tres hijos. Otro matrimonio residente, aunque naturales de Salamanca, ha quedado roto: el padre, Jos¨¦ Alonso, y una hija de 11 a?os sobreviven, pero la esposa, Amalia Filloy, y otra hija de 15 han fallecido. Tambi¨¦n viajaba en el vuelo una pareja de madrile?o y canaria que quer¨ªan bautizar a su beb¨¦ de tres meses en Las Palmas de Gran Canaria.

Hay al menos tres funcionarios de prisiones de Las Palmas implicados en el accidente del avi¨®n de Spanair. El antes citado Jos¨¦ Alonso, otro hombre del que a¨²n no hay datos y los dos hijos de un tercer trabajador de la prisi¨®n: el ni?o se ha salvado, la chica no. La directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, ha visitado a las familias.

"Levant¨¦ la cabeza y el avi¨®n no ten¨ªa techo", declar¨® al diario local Canarias7 Beatriz Reyes Ojeda, de Valleseco, directora de zona de La Caixa en Las Palmas de Gran Canaria, una de las supervivientes de la tragedia, que subi¨® en el vuelo JK5022 por provenir de la compa?¨ªa alemana Lufthansa. Situada en las primeras filas del aparato, Beatriz Reyes relata que un bombero llamado Pablo le cedi¨® el m¨®vil con el que hizo una primera llamada de urgencia a su hermano: "Hola, he tenido un accidente, pero estoy bien".