Los ayuntamientos hacen o¨ªdos sordos ante el problema del ruido

Una discoteca debajo de casa puede arruinar el sue?o de cualquiera una noche de verano. O un bar, el aire acondicionado del vecino o el ¨²ltimo sitio de moda para hacer botell¨®n. Uno de cada cuatro espa?oles sufre problemas de ruido en sus viviendas. Pero los ayuntamientos hacen o¨ªdos sordos e incumplen la ley. S¨®lo 6 de las 18 grandes aglomeraciones que ten¨ªan que elaborar un mapa de ruido antes de agosto de 2007 lo han entregado. El pasado 18 de julio expir¨® otro plazo, el de presentaci¨®n de los planes de acci¨®n para combatirlo, tambi¨¦n obligatorios. Ning¨²n ayuntamiento lo ha remitido todav¨ªa al Ministerio de Medio Ambiente, que debe enviar la informaci¨®n a la Comisi¨®n Europea si no quiere arriesgarse a una multa de la UE.

Pocos afectados acuden a la justicia. Saben que el proceso es largo y costoso

La inactividad es la t¨®nica general de los consistorios espa?oles ante el problema del ruido. Act¨²an b¨¢sicamente a golpe de sentencia. Lo sabe bien Jos¨¦ Antonio Siles, que recibir¨¢ una indemnizaci¨®n de 12.000 euros por cada uno de los 13 a?os en que padeci¨® las molestias propias de tener una vivienda en una zona de bares. ?l y otros 17 vecinos de V¨¦lez-M¨¢laga. As¨ª lo decidi¨® el Tribunal Supremo hace un mes, en la mayor condena a un Ayuntamiento por pasividad en la aplicaci¨®n de la normativa contra el ruido (4,5 millones de euros). "El sonido se met¨ªa por los cristales y hac¨ªa vibrar todo el edificio", recuerda Siles, que en su casa de vacaciones lleg¨® a instalar las ventanas m¨¢s insonorizadas del mercado. "Ven¨ªamos a descansar y el mes que pas¨¢bamos era un infierno".

?sta es una de las quejas m¨¢s frecuentes de los ciudadanos en lo que a calidad ambiental se refiere, seg¨²n los informes del Defensor del Pueblo, que le dedic¨® un estudio especializado en 2005. La Ley del Ruido de 2003, que traspon¨ªa una directiva europea, pretend¨ªa prevenir y reducir el ruido ambiental. Para ello, las instituciones ten¨ªan que ponerse a trabajar en localizar los focos m¨¢s graves y fijar medidas para evitarlos.

Medio Ambiente no ha podido remitir a¨²n la informaci¨®n a la Comisi¨®n Europea porque s¨®lo ha recibido la de aeropuertos y ejes viarios y ferroviarios, pero no la que le correspond¨ªa aportar a los municipios. "El proceso es muy largo, y yo creo que el plazo era muy optimista", justifica Jos¨¦ Manuel Sanz, jefe del ¨¢rea de ruido del ministerio. S¨®lo Valencia, Alicante, M¨¢laga, Las Palmas de Gran Canaria y, muy recientemente, Vigo y Zaragoza, han cumplido a medias (entregando los mapas pero no los planes de acci¨®n). "Estamos preparando la informaci¨®n para enviar antes del 20 de septiembre todo lo que tengamos", afirma. No atenerse a los plazos puede acarrear la apertura de una infracci¨®n contra Espa?a por parte de la UE.

"El incumplimiento en esta materia por los ayuntamientos es generalizado", afirma Francisco Soler, abogado medioambiental. "Esto hace que las personas afectadas se sientan indefensas". Los vecinos de V¨¦lez-M¨¢laga, desde que se abrieron decenas de pubs a escasos metros de su comunidad, remitieron "por lo menos 300 escritos" al Consistorio, llamaron a la polic¨ªa, denunciaron, se manifestaron. "Acudimos a todas las autoridades", cuenta Jos¨¦ Antonio Siles. Hasta que decidieron ir a juicio.

Pocos afectados recurren a la v¨ªa legal, conscientes de que se enfrentan a un proceso costoso y largo. Antonio Bocos, abogado especializado en ruido, recibe unas setenta quejas al mes, de las que s¨®lo acaban en juicio un par. Sin embargo, opina que este problema se est¨¢ resolviendo en Espa?a a base de sentencias "cada vez m¨¢s estrictas".

Aeropuertos, carreteras, bares y los propios vecinos son los focos de ruido m¨¢s frecuentes en las ciudades. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) considera la exposici¨®n a sonidos peligrosos como un problema de salud p¨²blica. Adem¨¢s de los efectos negativos sobre la audici¨®n, puede causar trastornos psicol¨®gicos, cardiovasculares, hormonales o alteraci¨®n del sue?o. En las ciudades, los mismos ayuntamientos que otorgan las licencias de actividad son los que tienen que vigilar que no sobrepasen los l¨ªmites legales. Ignacio S¨¢enz, presidente de la Plataforma Estatal contra el Ruido, cuenta que se siguen aplicando ordenanzas municipales anteriores a la ley.

"La situaci¨®n est¨¢ mejorando", concede el abogado Agust¨ªn Bocos. "Hay menos casos que hace unos a?os", pues antes era impensable que un ayuntamiento pudiera responsabilizarse por el jaleo de su ciudad. Pero ahora no es simple ruido, es aut¨¦ntica contaminaci¨®n ambiental.