El Palau G¨¹ell tendr¨¢ un uso social centrado en actividades musicales
La Diputaci¨®n limitar¨¢ las visitas tur¨ªsticas a este edificio de Gaud¨ª
El Palau G¨¹ell, en la calle Nou de la Rambla de Barcelona, es uno de los principales edificios de Gaud¨ª y la ¨²nica vivienda se?orial de las que construy¨® el arquitecto que es propiedad de una Administraci¨®n p¨²blica. Aunque sin llegar a los extremos de la Cripta G¨¹ell, para la Diputaci¨®n de Barcelona, la verdad, gestionar este patrimonio ha sido m¨¢s bien un quebradero de cabeza continuo. La que fuera residencia familiar de Eusebi G¨¹ell (Barcelona, 1846-1918), el gran mecenas de Gaud¨ª, es un patrimonio delicado tanto en lo que se refiere a su conservaci¨®n y restauraci¨®n -es uno de los edificios mencionados en el manifiesto Gaud¨ª en alerta roja por las intervenciones anteriores y por el "secretismo" actual- como a decidir cu¨¢l ser¨¢ su uso como equipamiento cultural.
La directora afirma que debe favorecer "la cohesi¨®n social del barrio"
Sobre qu¨¦ hacer con este edificio catalogado como patrimonio mundial est¨¢ trabajando ahora Amparo Lasa, directora del Palau G¨¹ell desde el pasado mes de enero. De momento, explica, est¨¢ elaborando un proyecto museogr¨¢fico a partir de dos l¨ªneas, una cultural y pedag¨®gica y la otra tur¨ªstica, que en teor¨ªa parecen contradictorias pero que ella insiste en que son complementarias. "La primera l¨ªnea es la de considerar el Palau G¨¹ell un recurso cultural situado en el barrio del Raval, pero con especial proyecci¨®n ciudadana", explica. "Eso quiere decir que se utilizar¨¢ para hacer acciones pedag¨®gicas destinadas a favorecer la interculturalidad y la cohesi¨®n social del barrio".
Convertir el Palau G¨¹ell, la residencia de uno de los m¨¢s grandes empresarios de la historia de la Catalu?a modernista, en un espacio de interculturalidad suena un tanto extra?o, pero Lasa afirma que de lo que se trata es de retomar el uso que tuvo en su d¨ªa como peque?a sala de conciertos. "El elemento clave ser¨¢ la m¨²sica", afirma Lasa. "Cuando all¨ª viv¨ªan los G¨¹ell, en el Palau se ejecutaba m¨²sica habitualmente en la sala principal, en la que hab¨ªa un ¨®rgano que con el tiempo intentaremos recuperar". Y explica que diversos estudiosos han destacado la ac¨²stica del palacio y la obsesi¨®n de Gaud¨ª por atender hasta el m¨ªnimo detalle de la sala que acog¨ªa las veladas musicales de los G¨¹ell. "Ahora estamos estudiando c¨®mo presentar en este espacio conciertos de peque?o formato y promover que corales y diversas entidades del barrio puedan organizar all¨ª actividades musicales", a?ade Lasa.
La otra l¨ªnea de uso del palacio es, claro est¨¢, la tur¨ªstica. "A¨²n no est¨¢ cerrado, pero seguramente la visita tur¨ªstica ser¨¢ con aforo limitado, es posible que con reserva previa, y sin que interfiera en los usos cultural y social, que ser¨¢n los prioritarios", aclara la directora. Desde que reabri¨® parte de sus instalaciones al p¨²blico, el pasado mes de febrero, hasta el mes de junio hab¨ªa recibido a 63.000 turistas que han podido acceder s¨®lo a la planta baja y a las antiguas caballerizas del subterr¨¢neo, en donde un pase de diapositivas les explica los misterios de un edificio que muchos esperan poder ver de nuevo restaurado.
Y aqu¨ª es donde est¨¢ la principal pol¨¦mica. La ¨²ltima restauraci¨®n del edificio acab¨® en 2002 con motivo del A?o Gaud¨ª, pero en 2004 hubo que cerrarlo de nuevo debido al desprendimiento de un elemento de la magn¨ªfica c¨²pula que cubre la sala principal alrededor de la cual se organiza internamente todo el edificio. La c¨²pula hab¨ªa sido restaurada anteriormente, lo que ha vuelto a poner en entredicho los trabajos en la obra de Gaud¨ª realizados por el entonces responsable de la restauraci¨®n, Antonio Gonz¨¢lez Moreno-Navarro, autor tambi¨¦n de la pol¨¦mica intervenci¨®n en la Cripta G¨¹ell, y que ha sido sustituido por Xavier Guitart. Las obras est¨¢n en marcha, pero no se prev¨¦ que la restauraci¨®n pueda estar acabada antes de la primavera de 2010.
El castillo babil¨®nico
Cuentan que a Isabel L¨®pez, la esposa de Eusebi G¨¹ell, le daba miedo ir sola por la noche de una habitaci¨®n a otra de su casa. Y que a su marido, en cambio, le encantaba que le dijeran que era una casa extra?a. Hay leyendas sobre las supuestas columnas mas¨®nicas del palacio y el mismo Rusi?ol lo comparaba con una fortaleza babil¨®nica.
El Palau G¨¹ell fue una de las primeras obras de Gaud¨ª, quien recibi¨® el encargo en 1885, cuando ten¨ªa 34 a?os, y lo culmin¨® en 1890, aunque oficialmente se inaugur¨® en 1888 para poder utilizarlo durante la Exposici¨®n Universal. La familia G¨¹ell vivi¨® all¨ª hasta 1935. Durante la Guerra Civil fue requisado y convertido en comisaria. Finalmente, en 1945, la hija a la que le hab¨ªa tocado en herencia, Merc¨¨ G¨¹ell, lo vendi¨® a la Diputaci¨®n de Barcelona a cambio de un vitalicio anual de 25.000 pesetas del que pudo disfrutar s¨®lo dos a?os antes de su fallecimiento.
Hasta principios de la d¨¦cada de 1990 acogi¨® el Museo de Artes Esc¨¦nicas y, tras varias d¨¦cadas de restauraciones parciales, entre 1996 y 2004 se abri¨® al p¨²blico. En estos momentos se est¨¢ trabajando en su restauraci¨®n integral.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.