El gran momento del d¨®lar
La publicaci¨®n esta semana de datos que apuntan a una recesi¨®n en Alemania provoc¨® una inmediata apreciaci¨®n del d¨®lar en los mercados de cambio que, aunque despu¨¦s no sostuvo, puso de relieve la recuperaci¨®n de un 8% que ha experimentado frente al euro en las ¨²ltimas semanas y hace preguntarse a todo el mundo si se ha terminado ya el proceso de depreciaci¨®n acelerada que inici¨® el d¨®lar en 2002 y que lo ha llevado a perder casi la mitad de su valor.
La apreciaci¨®n del d¨®lar se produce cuando acaban de cumplirse 37 a?os desde que el entonces presidente de los EE UU Richard Nixon declarara al d¨®lar no convertible en oro, primero, y lo dejara cotizar libremente frente a las dem¨¢s monedas, despu¨¦s.
La primera reacci¨®n de la divisa norteamericana tras esas decisiones fue la de desplomarse hasta llegar a la cotizaci¨®n virtual de dos d¨®lares por un euro retro-proyectado a aquellas fechas. Si se le compara con una moneda que ya existiera entonces, como la libra esterlina, su cotizaci¨®n del a?o 1972 lleg¨® a ser de 2,5 d¨®lares por libra (en su peor momento de estos ¨²ltimos meses ha cotizado a 1,60 d¨®lares por euro y a 2,11 d¨®lares por libra).
Aunque ahora no haya llegado tan lejos, cualquiera de los c¨¢lculos que se hacen para evaluar la relaci¨®n entre las monedas haciendo intervenir la importancia que sus respectivos pa¨ªses tienen en el comercio internacional da como resultado que el d¨®lar est¨¢ ya en su m¨ªnimo hist¨®rico.
De ah¨ª que sea plausible el que, si no se ha iniciado el mes pasado, est¨¦ a punto de iniciarse una fuerte recuperaci¨®n del d¨®lar. M¨¢s cuando, con una visi¨®n chartista, el d¨®lar ha dibujado una figura de doble m¨ªnimo, t¨ªpica se?al de un cambio de tendencia; o cuando la inversi¨®n internacional est¨¢ buscando gangas empresariales en los EE UU.
En sus 37 a?os de flotaci¨®n libre, el d¨®lar ha venido alternando periodos de debilidad y fortaleza con duraciones de entre cinco y ocho a?os. Como ahora ya han transcurrido casi siete a?os desde que en 2002 el d¨®lar empezara a debilitarse de manera continuada, parece que ¨¦ste ser¨ªa otro argumento m¨¢s en favor de que est¨¢ a punto de invertirse la tendencia.
En esa direcci¨®n apuntan tambi¨¦n, por una parte, el que el d¨¦ficit de la balanza comercial norteamericana haya empezado a reducirse y, por otra, el r¨¢pido debilitamiento de las econom¨ªas europeas, que parecen as¨ª tomar la delantera a los EE UU en su proceso recesivo, algo que terminar¨ªa facilitando el que el euro y la libra esterlina se depreciaran.
Pero estos dos ¨²ltimos argumentos, aunque razonables, tienen una validez limitada ya que ninguno de ellos impidi¨® que el d¨®lar siguiera debilit¨¢ndose en momentos de los ¨²ltimos a?os en que tambi¨¦n estaban presentes. Adem¨¢s, a¨²n sigue siendo favorable al euro y a la libra esterlina la diferencia entre sus tipos de inter¨¦s respectivos y los del d¨®lar.
Por otra parte, ni la reducci¨®n del d¨¦ficit por cuenta corriente de los EE UU est¨¢ siendo tan espectacular ni est¨¢ tan claro que la econom¨ªa norteamericana est¨¦ m¨¢s lejos de la recesi¨®n que las europeas (acertar con el ritmo recesivo es algo muy complicado como pudo comprobar tambi¨¦n Richard Nixon, quien en su discurso sobre el estado de la Uni¨®n de enero de 1974, cuando ya la recesi¨®n hab¨ªa comenzado y al ¨¦l le quedaban, sin que lo supiera, s¨®lo siete meses de presidencia, afirm¨® tajante: "No habr¨¢ recesi¨®n en los EE UU").
La cuesti¨®n clave no es, por tanto, averiguar si el d¨®lar va a fortalecerse, ya que parece que eso es algo que no tardar¨¢ en suceder, sino saber si este fortalecimiento de las ¨²ltimas semanas es ya el comienzo de la nueva tendencia o si a¨²n el d¨®lar deber¨¢ pasar por un momento de debilidad m¨¢s acentuado antes de que esa tendencia se consolide.
Y aqu¨ª es donde la evoluci¨®n del precio de las materias primas tendr¨¢ la ¨²ltima palabra. Aunque atribuirle a ellas el poder fijar el destino del d¨®lar fuerza a preguntarse por el de ellas mismas. Algo que no s¨®lo no hace el problema m¨¢s f¨¢cil, sino que lo complica.
Quiz¨¢ las probables tensiones geopol¨ªticas de este oto?o hagan que el precio de las materias primas tenga una s¨²bita y final recuperaci¨®n que har¨ªa que el d¨®lar pasara por otro momento de debilidad antes de iniciar esa nueva fase de fortalecimiento. Con la cautela de que las tensiones recientes de EE UU y Europa con Rusia no parecen haber sido un obst¨¢culo para que se sostuviera la bajada del precio de las materias primas.
Juan Ignacio Crespo es director europeo en Thomson Reuters.
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