"No nos sorprende"
"Hay que cambiar la manera de ense?ar", afirma un acad¨¦mico
"No se estudia lo suficiente y no se dan las horas de clase necesarias". Ah¨ª estar¨ªan las dos claves que explican los malos resultados en la prueba de matem¨¢ticas, seg¨²n el profesor de investigaci¨®n del CSIC y ex vicepresidente de la Real Sociedad Matem¨¢tica Espa?ola Manuel de Le¨®n. Es decir, culpa repartida a medias entre los estudiantes y el sistema de ense?anza. "Para tener resultados, no ya buenos, sino aceptables, es imprescindible una hora diaria en todos los cursos", afirma. En la Comunidad de Madrid se imparten tres horas semanales de matem¨¢ticas en 3? de ESO. Los alumnos tambi¨¦n tienen su parte de responsabilidad: "Hay una falta de motivaci¨®n muy grande. Se ha ido perdiendo la cultura del esfuerzo y en matem¨¢ticas es donde m¨¢s se nota, porque es la asignatura que m¨¢s exige".
Est¨¢ de acuerdo con ¨¦l la catedr¨¢tica de Matem¨¢ticas de la Universidad de Barcelona Marta Sanz-Sol¨¦: "Cuando llegan a la Facultad, su progreso en el aprendizaje es sumamente lento y su motivaci¨®n, escasa". Resultado: que a ninguno de los expertos consultados le sorprende las notas.La "escasa" cantidad de horas que se dedica a impartir la asignatura es la principal explicaci¨®n que ofrece el matem¨¢tico e investigador del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas Vicente Mu?oz. "Hace 20 a?os, los alumnos de entre 12 y 18 a?os recib¨ªan entre cinco y seis horas semanales, cuando ahora apenas son tres o cuatro", explica. Mientras, los curr¨ªculos "se han mantenido con pr¨¢cticamente los mismos contenidos, lo que obliga a impartir los temarios a mayor velocidad". La gran perjudicada es la parte de problemas -el 80,4% de los alumnos la han suspendido-, porque "los profesores ponen especial ¨¦nfasis en la parte algebraica y manipulativa, y recortan en horas dedicadas a problemas".
Otros expertos inciden m¨¢s en la formaci¨®n del profesorado. "A los maestros de primaria les falta conocimiento y a los de secundaria, que s¨ª lo tienen, les falta metodolog¨ªa. No les han ense?ado a dar clase", asegura Capi Corrales, profesora de ?lgebra de la Universidad Complutense de Madrid, que adem¨¢s imparte cursos de formaci¨®n: "Un profesor debe recibir formaci¨®n toda su vida y la Comunidad de Madrid est¨¢ cerrando cursos. Cada vez hay menos posibilidades de aprender". Se muestra muy cr¨ªtica con pruebas "aisladas" como ¨¦sta: "No creo que sirvan para nada, m¨¢s que para desprestigiar a¨²n m¨¢s la ense?anza, sobre todo la p¨²blica".
Las administraciones tienen que poner m¨¢s de su parte, asegura Manuel de Le¨®n: "Todo el mundo est¨¢ de acuerdo en que las matem¨¢ticas son esenciales, pero luego no se toman medidas. S¨®lo hay debate y preocupaci¨®n cuando en los medios aparece el informe PISA". Insiste en la cultura del esfuerzo, en la necesidad de motivar: "Las matem¨¢ticas necesitan un esfuerzo continuado. No es historia, que se puede estudiar la contempor¨¢nea sin saber prehistoria". Los ciudadanos necesitan, asegura, estar bien formados para entender lo que les rodea: "Hay mucha gente que no comprende los porcentajes, que no sabe hacer una cuenta o un c¨¢lculo aproximado sin la calculadora".
Mu?oz insiste en que "las matem¨¢ticas son indispensables en el desarrollo tecnol¨®gico y cient¨ªfico de un pa¨ªs". Est¨¢n, ilustra, en la vida diaria: un CD, un avi¨®n, el MP3, Internet, un f¨®rmula 1, el m¨®vil... "Nuestro pa¨ªs necesita formar buenos investigadores en ciencia. Para ello se precisa de una gran inversi¨®n en I+D, pero tambi¨¦n de una educaci¨®n b¨¢sica s¨®lida y bien orientada".
La "mala prensa" de esta materia tambi¨¦n tiene parte de culpa. "A pesar de vivir en un mundo cient¨ªfico-t¨¦cnico, todav¨ªa es un lugar com¨²n que las matem¨¢ticas son complicadas y no sirven para nada", se queja el divulgador cient¨ªfico y miembro de la Real Academia Espa?ola Jos¨¦ Manuel S¨¢nchez Ron. "La ense?anza cient¨ªfica est¨¢ siendo mucho peor tratada que la de la lengua o la historia. Es una tragedia", resume. Los a priori mejores resultados de la prueba de lengua no le consuelan: "Escribimos muy mal. En los ex¨¢menes de los universitarios detecto un conocimiento muy pobre de la lengua".
Es precisamente la gram¨¢tica la que m¨¢s dificultades ha planteado a los estudiantes de 3? de ESO. "El alumno tiende a pensar que no tiene nada que ver con ¨¦l; se pregunta de qu¨¦ le sirve saber lo que es un complemento directo", constata Ignacio Bosque, ling¨¹ista, catedr¨¢tico de Filolog¨ªa Hisp¨¢nica en la Complutense y miembro de la Real Academia Espa?ola. "Hay que hacerle ver que escribir bien no es un lujo, sino una necesidad. La gram¨¢tica sirve para vivir, es ¨²til para cualquier trabajo". De ah¨ª que haya que ense?arla, dice, de otra manera, no "de forma memor¨ªstica y con etiquetas".
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