Introduzca monedas
Hace unos a?os las m¨¢quinas tragaperras de los bares se pasaban el d¨ªa cantando Pajaritos por aqu¨ª y otras lindezas para seducir a los incautos y poner como motos a los lud¨®patas. Algunos taberneros ten¨ªan el cinismo de exhibir en lugar bien visible este cartel: "Se proh¨ªbe el cante". Aquello acab¨® en los tribunales y desde entonces las dichosas m¨¢quinas est¨¢n calladas, al menos en Madrid, hasta que se acerca alg¨²n desventurado y mete un euro por la ranura. Entonces la tragaperras se pone a hablar como una cacat¨²a hist¨¦rica. Los ni?os piensan, con raz¨®n, que dentro de la m¨¢quina hay un loro. Tambi¨¦n suponen, en su inocencia, que las m¨¢quinas de tabaco tienen dentro una se?orita muy amable que s¨®lo sabe dos frases: "Introduzca precio exacto. ?Su tabaco, gracias!".
?Qu¨¦ hemos hecho los clientes para merecer esto?: "?Premio! ?Sube! ?Avance! ?Seis bonos! ?Dobla su premio! ?Abra caja fuerte! ?Introduzca monedas! ?Se acab¨®!". Es mentira, no se acab¨® porque todo vuelve a empezar enseguida cuando llega una se?ora y pone en marcha otra vez la letan¨ªa del demonio. Adem¨¢s, la maquinita de marras suele tener voz potente aunque miserable, en competencia desleal con la radio o la televisi¨®n. Tambi¨¦n compite con los parroquianos que, obligados por las circunstancias, se ponen a chillar como posesos para que les oigan sus interlocutores. Total que, entre la tragaperras, la del tabaco, la televisi¨®n y los clientes, se organiza un griter¨ªo infernal. Si entra un extraterrestre en un bar de barrio madrile?o a ciertas horas, comunicar¨¢ de inmediato a sus jefes: "Los humanos est¨¢n como cabras". Hay bares que parecen un psiqui¨¢trico.
Las tragaperras deben ser sometidas al silencio por ¨¦tica y por est¨¦tica. Incitan al consumismo a grito limpio y ponen mal de la cabeza a muchos ciudadanos respetables. Ya s¨®lo falta que canten: "?Otra copa m¨¢s!". ?Son culpables los taberneros o las empresas del sector? Sean quienes sean, esos se?ores nos est¨¢n inoculando virus ac¨²sticos y misantrop¨ªa.
"?Se acab¨®!".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.