El ruido de sables como pol¨ªtica

El papel de los militares en la historia de Espa?a ha sido decisivo hasta hace relativamente poco. Lo explica Gabriel Cardona en A golpes de sable (Ariel), donde reconstruye las cosas de este pa¨ªs siguiendo a 21 militares que considera imprescindibles, desde comienzos del siglo XIX hasta la transici¨®n. Los hubo de izquierdas, de derechas y de centro, y la mayor¨ªa de ellos tuvo esa querencia por meterse en pol¨ªtica con los argumentos de la fuerza.

El libro se abre con Riego, que represent¨® en el imaginario colectivo al h¨¦roe liberal y que tuvo ¨¦pocas donde era celebrado por el pueblo all¨ª por donde pasara. Su final fue terrible. La multitud gritaba que se lo cargaran, dando vivas al absolutismo, y la sentencia fue cruel: "Muerte en la horca, debiendo ser arrastrado por las calles del tr¨¢nsito".

?C¨®mo era esa sociedad que se rinde a un h¨¦roe y que luego celebra que le ahorquen? "Los que apoyaron a Riego tuvieron despu¨¦s que callarse cuando los absolutistas recuperaron el poder. La espa?ola ha sido una sociedad dividida en la que durante m¨¢s de siglo y medio una parte se ha tirado al cuello de la otra parte", dice Cardona.

Algunos militares estuvieron del lado de la modernidad, como Riego, Espoz y Mina, Espartero, Prim, Mart¨ªnez Campos o Weyler. Otros se alinearon en las filas de la reacci¨®n, como los carlistas Tom¨¢s de Zumalac¨¢rregui y Ram¨®n Cabrera, Narv¨¢ez, Joaqu¨ªn Milans del Bosch y Primo de Rivera. Y los hubo de centro, como Leopoldo O'Donnell.

Cardona va contando las historias de los 21 militares que ha elegido y el esperpento de la historia reciente de Espa?a resuena detr¨¢s de sus batallas y sus ambiciones pol¨ªticas. Cuando aborda la Guerra Civil, elige del bando franquista a figuras que ven¨ªan de antes (Sanjurjo), al director del golpe (Mola), a uno de los que apostaban por el regreso de la Monarqu¨ªa (Kindel¨¢n) y a otro que tuvo sus momentos de gloria durante la dictadura (Mu?oz Grandes). "Franco recomendaba para conservar el poder una f¨®rmula muy sencilla: 'Haga como yo, no se meta en pol¨ªtica", comenta Cardona. "Pero fue sobre todo un gran pol¨ªtico que con la excusa de salvar la patria se la qued¨® para s¨ª mismo".

Para tratar de la Rep¨²blica, Cardona se ocupa de Vicente Rojo y de Juan Hern¨¢ndez Saravia. Otro gran protagonista de la dictadura es Luis Carrero Blanco. Cierra con Guti¨¦rrez Mellado. "Fue un militar franquista, pero supo convertirse en un sincero dem¨®crata". Su gesto frente a Tejero abri¨® una nueva ¨¦poca: los militares que cuentan ya no son los que dan los golpes sino los que defienden el orden constitucional.