"No impediremos exhumar los restos de Federico, aunque no nos gustar¨ªa"
La fosa donde descansan los restos de Federico Garc¨ªa Lorca y otros tres represaliados en Granada podr¨ªa abrirse en corto plazo. La familia del poeta, siempre reacia a remover el lugar, no impedir¨¢ que el juez Baltasar Garz¨®n exhume los cad¨¢veres. "No lo impediremos. Aunque nos gustar¨ªa que no se hiciera, respetamos los deseos de las otras partes implicadas", asegur¨® ayer Laura Garc¨ªa Lorca, sobrina carnal de Federico. ?sa es la posici¨®n de la familia. Sin fisuras. As¨ª se lo expresaron ayer a EL PA?S y tienen previsto anunciarlo de manera inminente.
Cuando el pasado viernes 12 de septiembre, los familiares del maestro Di¨®scoro Galindo Gonz¨¢lez y del banderillero Francisco Galad¨ª pidieron al juez Garz¨®n ante el Juzgado n¨²mero 5 de la Audiencia Nacional que se exhumaran los restos de sus antepasados, algo m¨¢s simb¨®lico se removi¨® en el camino de esa historia tr¨¢gica. Junto a ellos reposa Federico Garc¨ªa Lorca. Su familia, hasta ahora contraria a remover aquel paraje en busca de los huesos de su t¨ªo, es consciente de que esta tr¨¢gica historia no va a seguir como hasta ahora.
"En el barranco hay entre 1.000 y 3.000 muertos. ?Qu¨¦ pasa con el resto?"
"Tememos al espect¨¢culo. Al morbo, que es muy dif¨ªcil de evitar"
"Ah¨ª debe descansar, como uno m¨¢s, en orden alfab¨¦tico"
"La exhumaci¨®n no aportar¨¢ datos biogr¨¢ficos imprescindibles"
"Las dudas sobre si los restos est¨¢n all¨ª son absurdas e inveros¨ªmiles"
El poeta granadino fue asesinado junto a Di¨®scoro y Francisco y a otro banderillero, Juan Arcolla, sin descendientes que lo hayan reclamado. Fue junto al barranco de V¨ªznar, donde yacen tambi¨¦n miles de represaliados durante la guerra y la dictadura en Granada, en la madrugada del 18 de agosto de 1936. Los cuatro fueron enterrados sin sepultura.
Las investigaciones llevadas a cabo por Ian Gibson para su libro El asesinato de Federico Garc¨ªa Lorca se?alan el lugar en el que podr¨ªan estar los restos, bajo un olivo, junto al barranco en el que hoy existe un parque memorial de todas las v¨ªctimas. Otras teor¨ªas lo se?alan a 400 metros. En el caso de Gibson fue el enterrador, Manuel Castilla Blanco, quien le llev¨® al lugar donde yacen los cuatro. Si el requerimiento ante el juez Garz¨®n prospera podr¨ªan salir de la tumba a la que el horror y el martirio les llev¨®. Laura Garc¨ªa Lorca matiza la postura de la familia del poeta y las razones por las que prefieren que no se abra la fosa.
Pregunta. ?Se opone la familia Garc¨ªa Lorca a que pueda exhumarse esa fosa?
Respuesta. No impediremos que se abra la fosa. ?C¨®mo lo vamos a impedir? S¨®lo queremos explicar nuestras razones, las que nos mueven a no querer abrir el lugar, aunque no obstaculizaremos el proceso.
P. ?Cu¨¢les son estas razones?
R. Por un lado, la realidad de no saber exactamente d¨®nde est¨¢. Pero hay m¨¢s. En el barranco hay entre 1.000 y 3.000 muertos. ?Qu¨¦ pasa con el resto? Una exhumaci¨®n parcial desvirtuar¨¢ el cementerio real donde yacen tantas v¨ªctimas de la misma represi¨®n. Esa ubicaci¨®n marca una diferencia. Nos preocupa que una exhumaci¨®n parcial marque diferencia entre unos y otros. Ahora todos descansan en un cementerio com¨²n, todos han sido v¨ªctimas del mismo salvaje y cruel asesinato. Entendemos que ¨¦sa es su tumba definitiva, en ese barranco y en esa compa?¨ªa. No nos gustar¨ªa destacarlo por encima de nadie. Ah¨ª debe descansar como uno m¨¢s, en orden alfab¨¦tico, junto a los dem¨¢s.
P. Pero su t¨ªo tiene un enorme valor simb¨®lico en todo el mundo.
R. Sin duda. Pero creemos que las circunstancias de su muerte son de sobra conocidas. Gracias en gran parte a la investigaci¨®n de Ian Gibson y a otras sabemos mucho. No creemos que una vez exhumados los restos vayan a aparecer datos imprescindibles para a?adir a su biograf¨ªa.
P. Pero persisten las dudas. Para empezar, se ha especulado sobre el hecho de que no est¨¦.
R. Esa idea es absurda e inveros¨ªmil. Es impensable que en plena guerra o despu¨¦s ocurriera eso. Son teor¨ªas disparatadas. Es incre¨ªble que sea as¨ª y que no lo sepamos. Nos habr¨ªamos enterado.
P. En el caso de que se proceda pronto a la exhumaci¨®n, ?cu¨¢l es su mayor temor?
R. Que se convierta todo esto en un espect¨¢culo. Al morbo, que es muy dif¨ªcil de evitar. Si as¨ª tiene que ser, queremos que se proceda con mucho respeto, de manera privada, en la intimidad. Eso es lo que pedimos sin negar que hay otras posturas tan leg¨ªtimas como la nuestra.
P. Si remueven la fosa, ?dejar¨¢n a Federico donde est¨¢?
R. S¨ª quisi¨¦ramos que siguiera ah¨ª y que sea su fama la que sirva para preservar el lugar como el cementerio que es. As¨ª evitar¨ªamos que las dem¨¢s v¨ªctimas cayeran en el olvido. Abrir una fosa cambia las cosas. Quisi¨¦ramos preservarlo. Aunque hay m¨¢s posibilidades.
P. ?Por ejemplo?
R. Llevarlo a Nueva York con su padre, a Madrid, con su madre y sus hermanas, a la huerta de San Vicente. Esparcir sus cenizas en varios lugares en los que vivi¨®... Pero queremos dejarlo all¨ª. Muri¨® as¨ª, lo mataron de esa manera y es importante que siga ah¨ª. Remover una fosa causa muchas inquietudes. En nuestro caso, el hecho de que se proceda a ello no cierra nuestras heridas.
P. ?Han hablado con las dem¨¢s familias?
R. Llam¨¦ a la nieta de Di¨®scoro Galindo y le dej¨¦ un mensaje en el contestador, pero no llegu¨¦ a hablar con ella. Con Francisco Galad¨ª, s¨ª. Le transmit¨ª que deber¨ªamos conocernos personalmente y hablar, que tenemos un pasado com¨²n y debemos compartirlo.
P. Muchos sostienen que han tenido un comportamiento caciquil con su negativa. ?Se han sentido atacados o incomprendidos por este asunto?
R. Nosotros s¨®lo hemos dado nuestro parecer. Nuestro deseo. Pero nunca hemos puesto ninguna traba para que se investiguen a fondo los hechos. Si hemos creado una fundaci¨®n es para aclarar cosas, para saber y poner todos los documentos a disposici¨®n de p¨²blico, estudiosos e investigadores. Respetamos los sentimientos de todos y por supuesto, la ley.
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