El PP escenifica la supuesta unidad y la sinton¨ªa con G¨¦nova
Aguirre recupera a tres de los cuatro consejeros que expuls¨® de su Gobierno y da rango oficial a Manuel Pizarro - Por primera vez hay un inmigrante
Fue un congreso de gestos. El primero, el abrazo de oso en el que se fundieron Alberto Ruiz-Gallard¨®n y Esperanza Aguirre -reelegida anoche presidenta del PP de Madrid con el 96,34% de los votos, cinco puntos m¨¢s que hace cuatro a?os-, a su llegada al c¨®nclave regional de su partido en el Palacio Municipal de Congresos.
Era la manera de zanjar la pol¨¦mica sobre la privatizaci¨®n del Canal de Isabel II, al menos en p¨²blico, que el d¨ªa anterior amenazaba r¨ªo revuelto. Por si no quedaba claro, la propia Aguirre puso palabras al mensaje de fondo que quer¨ªa que se grabaran a fuego las filas populares: "Unidad por encima de las discrepancias puntuales".
Y lo volvi¨® a repetir por la tarde, en el discurso con el que present¨® su candidatura. "?ste es un partido que ha hecho de la unidad una de sus mejores armas", recalc¨®. Tras el complicado periodo que ha vivido este a?o el PP hasta el congreso nacional del pasado junio, encendido desde Madrid por la propia Aguirre en abierta oposici¨®n a Mariano Rajoy, los populares madrile?os, los perdedores de esta batalla, est¨¢n empe?ados en no ser foco de conflictos. Al menos de puertas afuera. Ayer lo escenificaron en un congreso que muchos delegados tachaban de "aburrido", por la ausencia de conspiraciones. "A veces lo aburrido tiene su mensaje", justificaba la paz una dirigente poco sospechosa de aguirrista.
La puesta en escena implicaba cambios en el discurso. Por primera vez, Aguirre agradeci¨® a los dirigentes anteriores a ella su ayuda en la transformaci¨®n de Madrid, con especial ¨¦nfasis en Gallard¨®n. Aguirre suele alardear de que, cuando lleg¨® en 2003 a la presidencia de la Comunidad de Madrid, la regi¨®n estaba mucho peor que ahora, como si los dos Gobiernos anteriores, encabezados por Gallard¨®n, no fueran de su partido. "El Madrid de la izquierda era conformista y resignado, tres legislaturas m¨¢s tarde, est¨¢ en el pelot¨®n de cabeza de Espa?a", fue su nuevo mensaje.
Pero la unidad a la que llama la presidenta del PP no es de integraci¨®n. Se pudo ver en la candidatura, donde los dirigentes afines a Gallard¨®n s¨®lo figuraban por ser miembros natos. Es decir, los que el Reglamento contempla que deben estar, por ser cargos institucionales.
Aguirre no se molest¨® en incluir a ning¨²n miembro del entorno de Gallard¨®n entre el n¨²cleo duro de su nueva direcci¨®n. En su entorno aseguran que el alcalde no lo pidi¨®.Fuentes cercanas a Gallard¨®n confirman que el asunto no se ha tratado con la gente de Aguirre. "No estamos en eso", precisaron. Porque el alcalde ha dado por perdido el PP regional, que Aguirre maneja f¨¦rreamente. Nadie duda de que sus aspiraciones est¨¢n m¨¢s arriba, en la pol¨ªtica nacional, y en lugar de utilizar el partido regional como trampol¨ªn se ha asegurado el salto de la mano de Rajoy, entrando en su direcci¨®n.
Otra interesada en ofrecer imagen de unidad fue G¨¦nova. La secretaria general de los populares, Mar¨ªa Dolores de Cospedal, consejera de Aguirre la legislatura pasada, tambi¨¦n demostr¨® la buena sinton¨ªa entre el PP de Rajoy y la direcci¨®n madrile?a. "Estoy en el partido que es el coraz¨®n del PP de toda Espa?a", afirm¨® Cospedal, que agreg¨® que las ponencias tratadas "reflejan el proyecto com¨²n que desde Madrid el PP quiere para Espa?a".
La supuesta paz rein¨® hasta para elegir la direcci¨®n. No hubo sorpresas porque Aguirre se rode¨® de afines, en un equipo continuista de pocos nombres nuevos. En el n¨²cleo duro que toma las decisiones figuran ocho diputados regionales, cuatro concejales y dos altos cargos de Vicepresidencia, de los que s¨®lo cuatro no estaban antes. Adem¨¢s, la presidenta ha recuperado a tres de los consejeros que expuls¨® de su Gobierno: Beatriz Elorriaga, G¨¢dor Ongil y Manuel Lamela. S¨®lo Alfredo Prada queda fuera.
Tambi¨¦n ha dado rango oficial a la presencia de Manuel Pizarro, hasta ahora incluido como "invitado" en las reuniones del equipo de confianza de Aguirre. El ex presidente de Endesa se neg¨® a entrar en el comit¨¦ ejecutivo nacional cuando Rajoy se lo pidi¨®.
El ¨²ltimo gesto de la presidenta fue para los inmigrantes. En su direcci¨®n ejecutiva por primera vez hay un espa?ol nacido en Ecuador, Washington Tobar.
Hab¨ªa tan poca vibraci¨®n en el congreso que para cuando se conoci¨® que Aguirre hab¨ªa recibido el respaldo de 2.007 delegados (96,34%), s¨®lo quedaban unos 40 en el recinto. La propia Aguirre no esper¨® a la tradicional proclamaci¨®n. "Se ha ido a preparar el discurso de ma?ana", la dispens¨® Francisco Granados.
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