La UE tropieza con dificultades para articular una respuesta com¨²n
Los Estados optan por las soluciones nacionales para salvar sus bancos - Las escasas medidas sobre la mesa chocan con la falta de reformas
La Uni¨®n Europea est¨¢ tropezando con serias dificultades para presentar una respuesta com¨²n a la crisis financiera. El s¨¢lvese quien pueda se est¨¢ imponiendo. Hasta ahora las ¨²nicas iniciativas han sido las efectuadas por los Estados de manera individual para salvar sus propios bancos: Reino Unido (con Northern Rock y Bradford & Bingley); Francia y B¨¦lgica (Dexia), B¨¦lgica, Holanda y Luxemburgo (Fortis) y Alemania (Hypo Real Estate, cuyo plan de salvaci¨®n fue aprobado ayer por Bruselas).
Este auge de la fiebre nacionalista se ha visto propiciado por la actitud del comisario de Mercado Interior, Charlie McCreevy, que durante los ¨²ltimos a?os ha sido el defensor a ultranza de la no regulaci¨®n y de dejar sueltas las fuerzas del mercado, lo que le cost¨® una seria reprimenda por parte del Parlamento Europeo la semana pasada. La decisi¨®n de Irlanda de garantizar la totalidad de los dep¨®sitos de sus bancos ha enfurecido a las dem¨¢s capitales europeas.
El paquete de medidas se limita a recuperar proyectos antiguos
McCreevy ha perdido toda su autoridad en la Comisi¨®n y ante los Estados Miembros para hacer avanzar las m¨ªnimas reformas, ni siquiera las que llevan a?os atascadas. Para afrontar la crisis se ha improvisado un paquete de medidas: las mismas que se discut¨ªan desde hace a?os. Se limitan a los proyectos de armonizar las garant¨ªas sobre dep¨®sitos bancarios, las nuevas reglas sobre solvencia de las compa?¨ªas de seguros o aumentar la informaci¨®n y la coordinaci¨®n de los supervisores en las actividades transfronterizas. Todo ellas tienen posibilidades m¨ªnimas de ¨¦xito.
Entre los fondos de garant¨ªa de los dep¨®sitos, cuyo objetivos es respaldar las cuentas y dep¨®sitos de los clientes cuando los bancos tienen dificultades, las diferencias entre Estados son muy amplias. Van desde el m¨ªnimo que fija a la directiva vigente de 1994 de 20.000 euros (la que tiene Espa?a) hasta los 103.291 que tiene Italia. Tambi¨¦n los sistemas de funcionamiento son muy distintos. La mayor¨ªa de Estados tienen fondos ex ante, es decir, constituidos previamente, mientras que seis Estados (Italia, Luxemburgo, Holanda, Austria, Eslovenia y Reino Unido) funcionan con sistema ex post, que s¨®lo son operativos para despu¨¦s de las crisis.
Estas diferencias ponen de relieve la capacidad de actuaciones transfronterizas cuando se produce una crisis. Los Estados no tienen ning¨²n inter¨¦s en armonizar sus distintos sistemas, operaci¨®n que adem¨¢s ser¨ªa muy costosa. Adem¨¢s, han expresado muchas reticencias a intercambiar m¨¢s informaci¨®n.
En materia de seguros, el proyecto de Solvencia II, que persigue desarrollar exigencias financieras de acuerdo con el nivel de riesgo asumido por las aseguradoras, comunicar la informaci¨®n al mercado y al supervisor para poder prever mejor las situaciones de crisis, est¨¢ totalmente bloqueado. Espa?a y otros 13 pa¨ªses volvieron a rechazar el mi¨¦rcoles en el Comit¨¦ de Representantes Permanentes la propuesta de la Comisi¨®n, por estimar que favorece a los grandes grupos de aseguradores. Seg¨²n la nueva directiva la m¨¢xima responsabilidad de la supervisi¨®n recaer¨ªa en la autoridad del pa¨ªs donde se encuentra la matriz (la mayor¨ªa ubicadas en Alemania, Francia y Reino Unido), relegando a un segundo plano a los supervisores nacionales.
En Espa?a, las compa?¨ªas de seguros, al igual que la banca, est¨¢ sometidas a un control muy riguroso, lo que ha fortalecido su solvencia. En el caso de las aseguradoras, la nueva normativa implica que las garant¨ªas de las empresas de seguros de cada Estado estar¨ªan proporcionadas, en ¨²ltima instancia, por la sociedad matriz. El riesgo est¨¢ en que la nueva regulaci¨®n exija a las filiales menos provisiones que las que exigen las autoridades nacionales. Seg¨²n fuentes comunitarias, la propuesta tiene cierta racionalidad econ¨®mica pero la manera en que est¨¢ dise?ada es muy arriesgada. Estas mismas fuentes ponen como ejemplo la aseguradora americana AIG, que tuvo que ser salvada por la Reserva Federal, mientras que las filiales europeas se encuentran en perfectas condiciones sin ning¨²n problema de solvencia.
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