Una llamada a las tres de la madrugada
Son las tres de la madrugada de un d¨ªa de 2009, y en la Casa Blanca suena el tel¨¦fono. Varios grandes fondos de cobertura est¨¢n a punto de caer, dice la voz al otro lado del tel¨¦fono, y es probable que cuando el mercado abra se produzca el caos. ?En qui¨¦n confiar¨ªa usted para recibir esa llamada?
No estoy siendo melodram¨¢tico. El plan de rescate final es much¨ªsimo mejor que la propuesta planteada en principio por Henry Paulson, lo bastante como para que valga la pena aprobarlo. Pero no es lo que llamar¨ªamos un buen plan, y no pondr¨¢ fin a la crisis. Hay muchas probabilidades de que el pr¨®ximo presidente tenga que enfrentarse a varias emergencias financieras importantes.
?Y qu¨¦ sabemos de la disposici¨®n de los dos hombres que m¨¢s probabilidades tienen de acabar respondiendo a esa llamada? Bien, Barack Obama parece bien informado y sensato en asuntos econ¨®micos y financieros. John McCain, por su parte, me da miedo.
La mala calidad de los asesores de McCain refleja el quebrado estado intelectual de su partido
Uno sospecha que el gobierno de McCain nos har¨ªa a?orar la competencia de la era de Bush
Respecto a Obama: es una l¨¢stima que no mostrase m¨¢s dotes de liderazgo en el debate sobre el plan de ayuda econ¨®mica, y prefiriese por el contrario dejar el asunto en manos de los dem¨®cratas del Congreso, especialmente Chris Dodd y Barney Frank. Pero tanto Obama como los dem¨®cratas del Congreso est¨¢n rodeados por asesores muy entendidos y l¨²cidos, entre los que figuran expertos gestores de crisis como Paul Volcker y Robert Rubin.
Y entonces viene el terror¨ªfico McCain; m¨¢s terror¨ªfico ahora que hace unos a?os. Naturalmente, hace mucho que sabemos que McCain no entiende mucho de econom¨ªa; se dice que ¨¦l mismo lo ha reconocido, aunque tambi¨¦n niega que lo haya dicho. Eso no importar¨ªa demasiado si tuviera buen gusto para los asesores; pero no lo tiene.
Recuerden que su principal mentor en econom¨ªa es Phil Gramm, el archidesregulador, que en sus d¨ªas de senador se cuidaba especialmente de impedir la supervisi¨®n de los derivados financieros, precisamente los instrumentos que han hundido a Lehman Brothers y a
AIG y que han llevado a los mercados al borde del colapso. Gramm no tiene una funci¨®n oficial en la campa?a de McCain desde que declar¨® a Estados Unidos una "naci¨®n de quejicas", pero se le sigue considerando un candidato probable a secretario del Tesoro.
Y el a?o pasado, cuando los directores de campa?a de McCain anunciaban que el candidato hab¨ªa reunido "una impresionante colecci¨®n de economistas, catedr¨¢ticos y destacados l¨ªderes pol¨ªticos conservadores" para que le asesorasen sobre pol¨ªtica econ¨®mica, ?a qui¨¦n destacaban? A Kevin Hasstt, coautor de Dow 38.000. Sobran los comentarios.
Claro que la mala calidad de los asesores de McCain refleja en buena parte el quebrado estado intelectual de su partido. ?Ha habido alguna vez una propuesta econ¨®mica m¨¢s pat¨¦tica que la sugerencia por parte de los republicanos de la C¨¢mara de Representantes de que intentemos resolver la crisis financiera eliminando los impuestos sobre plusval¨ªas? (Las instituciones financieras en quiebra no tienen, por definici¨®n, plusval¨ªas que declarar).
Pero hasta el presidente Bush ha recurrido, en el ocaso de su Gobierno, a personas relativamente sensatas para tomar decisiones econ¨®micas; no soy admirador de Paulson, pero supone una enorme mejora respecto a su predecesor. En este punto, uno sospecha que el gobierno de McCain nos har¨ªa a?orar la competencia de la era de Bush.
Sin embargo, la verdadera revelaci¨®n de las ¨²ltimas semanas es lo err¨¢ticas que son las perspectivas econ¨®micas de McCain. En un momento dado parece tener opiniones muy firmes, pero d¨ªas despu¨¦s avanza en una direcci¨®n completamente distinta.
As¨ª, el 15 de septiembre declaraba -al menos la decimoctava vez este a?o- que "los cimientos de nuestra econom¨ªa son firmes". Eso era al d¨ªa siguiente de que Lehman quebrase, Merrill Lynch fuese absorbida y la crisis financiera entrase en una nueva fase, todav¨ªa m¨¢s peligrosa.
Pero tres d¨ªas despu¨¦s declaraba que los mercados financieros de Estados Unidos se han convertido en un "casino", y que despedir¨ªa al jefe de la Comisi¨®n del Mercado de Valores, algo que, por cierto, no est¨¢ entre las competencias del presidente.
Y despu¨¦s descubr¨ªa un nuevo conjunto de villanos: Fannie Mae y Freddie Mac, los prestamistas respaldados por el Estado. (A pesar de algunos esc¨¢ndalos reales en Fannie y en Freddie, estas dos empresas no han contribuido mucho a las causas de la crisis: la mayor¨ªa de los pr¨¦stamos realmente incobrables proced¨ªan de prestamistas privados). Y acus¨® en tono moralista a otros pol¨ªticos, como Obama, de estar bajo la influencia econ¨®mica de Fannie y Freddie; pero resulta que una empresa propiedad de su director de campa?a ha estado financiada por Freddie hasta el mes pasado.
Despu¨¦s, Paulson publicaba su plan y McCain entraba en el debate de manera vehemente. Pero luego reconoc¨ªa, varios d¨ªas despu¨¦s de la publicaci¨®n del plan, de s¨®lo tres p¨¢ginas, que en realidad ni siquiera lo hab¨ªa le¨ªdo.
Vale, creo que lo captan.
Resulta que la econom¨ªa moderna es un lugar peligroso, y no es el tipo de peligro que uno puede afrontar hablando fuerte y denunciando a los delincuentes. ?Tiene McCain el juicio y el temperamento necesarios para afrontar esa parte del puesto de trabajo que pretende conseguir?
? New York Times Service, 2008
Paul Krugman es profesor de Econom¨ªa en la Universidad de Princeton.
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