Abbiati no est¨¢ solo
Destacados futbolistas italianos simpatizan con las ideas de extrema derecha
Christian Abbiati, el portero del Milan que jug¨® la temporada pasada en el Atl¨¦tico, ha salido del armario pol¨ªtico. Siempre fue fascista en privado, pero ahora, tras confesar en una entrevista que, aunque rechaza "las leyes raciales y la alianza de Mussolini con Hitler", todav¨ªa comparte los ideales fascistas de "la patria, la religi¨®n cat¨®lica y el orden", es ya un fascista en p¨²blico.
Abbiati es algo as¨ª como el nuevo Di Canio, aquel habilidoso extremo derecho que jug¨® en el Lazio y despu¨¦s en Inglaterra, donde sus ¨¦xitos con el pie apenas consiguieron disfrazar su cabeza exaltada. Se dice que el calcio ha sido siempre silenciosamente de derechas, como sus ultras -salvo excepciones como la del Livorno-, y en estos extra?os tiempos que vive Italia, en los que incluso ministros como Ignazio La Russa se atreven a celebrar el d¨ªa de la Rep¨²blica lanzando proclamas revisionistas, la barra libre parece haberse abierto para todos.
Buffon fue denunciado por la comunidad jud¨ªa y Cannavaro onde¨® una bandera fascista
"Los futbolistas saben que, con el viento que sopla en la Italia actual, declarar esa verdad no supone ya un peligro para sus carreras", ha escrito esta semana La Repubblica. El ejemplo de Abbiati, que adem¨¢s guarda una estatua de Mussolini en su casa, es especialmente curioso porque el portero es un habitual entre los l¨ªderes de Cuore Nero, sucursal neofascista de culto para los ultras del Inter, el eterno rival. ?Qu¨¦ pensar¨¢n de eso los tifosi del Milan? De momento, solamente en Z¨²rich, donde el equipo jug¨® en la Copa de la UEFA el jueves, el portero fue recibido con pancartas de protesta.
Pero su caso est¨¢ lejos de ser ¨²nico. Hay varias figuras del calcio que han sido asociadas al fascismo. El m¨¢s conocido es Gianluigi Buffon, portero del Juventus, que fue denunciado por la comunidad jud¨ªa de Roma por llevar la camiseta con el siniestro n¨²mero 88 que remite al funesto Hitler. "No lo sab¨ªa", dijo, aunque luego escribi¨® en otra camiseta el eslogan mussoliniano, Boia chi molla (A la guillotina el que se rinda) y, durante las fiestas de celebraci¨®n del Mundial de 2006, se present¨® con otra pancarta pol¨¦mica, Fieri di essere italiani (Orgullosos de ser italianos), cruz celta incluida.
Entre los fascistas por azar se encuentra el madridista Fabio Cannavaro, capit¨¢n de la selecci¨®n, que hizo ondear una bandera italiana con un signo fascista. "No soy un nost¨¢lgico, pero no soy de izquierdas", jura ahora el napolitano, que en 1997 promocion¨® en la radio las colonias de verano Evita Peron, gestionadas por la derecha radical. Seg¨²n su representante, Gaetano Fedele, fue "instrumentalizado sin saberlo".
Otro portero, Matteo Sereni, salido de la muy derechista cantera del Lazio, juega hoy en el Torino y duerme con el busto de Mussolini sobre la cabecera de la cama.
En Roma, los expertos han notado un peligroso contagio entre la curva neofascista y algunas j¨®venes estrellas locales. Daniele De Rossi, mediocentro y capit¨¢n cuando falta Totti, simpatiza con Forza Nuova. Su colega de puesto y selecci¨®n, Alberto Aquilani, colecciona bustos del Duce y comulga con la corriente xen¨®foba que aqueja al pa¨ªs: "Los inmigrantes son un problema".
Esv¨¢sticas en los estadios, episodios racistas en los partidos (seis en la ¨²ltima temporada) y jugadores negros insultados por los defensas los hay en muchos sitios de Europa. Pero Mario Balotelli, la espigada y potente promesa del Inter, italiano negro de origen ghan¨¦s, sabe que el fascismo fue inventado en Italia, como comprob¨® en un partido contra los juveniles del Ascoli. "Desde el principio hasta el final, me estuvieron diciendo: 'No hay negros italianos'. Era el eslogan de los fascistas. Me quer¨ªa ir del campo", recuerda.
Pero, ya se sabe, el f¨²tbol mueve monta?as. Quiz¨¢ por eso Ricardo Quaresma, el extremo portugu¨¦s de etnia gitana que ha llegado del Oporto al Inter de la mano de su paisano Jos¨¦ Mourinho, fue recibido por docenas de tifosi interistas cuando lleg¨® al aeropuerto. Semanas despu¨¦s, los Cuore Negro han festejado con pintadas racistas la muerte de un gitano rumano de 14 a?os en un incendio fortuito.
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