Vecinos y hosteleros defienden el telef¨¦rico a la Cidade da Cultura

Hosteleros, comerciantes y vecinos del casco antiguo de Santiago defienden el proyecto, todav¨ªa en fase inicial, del telef¨¦rico que pretende comunicar la Cidade da Cultura con el centro hist¨®rico. "Estamos a favor", se?ala Jos¨¦ Antonio Li?ares, presidente de la Asociaci¨®n de Hosteler¨ªa de Santiago. El motivo que esgrimen para apoyar la instalaci¨®n de las dos l¨ªneas de telecabinas es que supone una soluci¨®n econ¨®mica viable al problema de conexi¨®n con el complejo del Gai¨¢s. "Con una inversi¨®n no desproporcionada tendr¨ªamos una posibilidad de transportar un volumen enorme de viajeros", opina Li?ares.

Xos¨¦ Oreiro, presidente de Acot¨¦s (Agrupaci¨®n de Comerciantes de Santiago), piensa que el telef¨¦rico es "lo mejor y lo m¨¢s pr¨¢ctico" para que tanto turistas como ciudadanos visiten el complejo. Para Oreiro, una buena conexi¨®n con la Cidade da Cultura ser¨¢ "fundamental" para el comercio de la ciudad, que se ver¨ªa "favorecido totalmente" con el trasiego de turistas.

El jueves de la semana pasada, el Icomos, entidad asesora de la Unesco, emiti¨® un informe desaconsejando su instalaci¨®n aludiendo, entre otros motivos, al impacto paisaj¨ªstico. Se criticaba no tanto la l¨ªnea que saldr¨ªa de la estaci¨®n de tren, sino la que partir¨ªa del parque de Belv¨ªs, que linda con la zona vieja. Adem¨¢s, recomend¨® consultar al tejido social de Santiago antes de tomar ninguna decisi¨®n.

Sin embargo, tanto comerciantes como los vecinos del casco hist¨®rico defienden el proyecto. Jos¨¦ Manuel Bello, presidente de Compostela Monumental, (entidad que aglutina a los comercios del casco antiguo), no ve que exista un problema de impacto paisaj¨ªstico, tal y como sostiene Icomos. "O no han mirado bien el proyecto, o no saben d¨®nde queda Belv¨ªs. Deber¨ªan repasarlo mejor", sugiere Bello. Adem¨¢s, recuerda que Barcelona tiene un telef¨¦rico que es "uno de sus atractivos tur¨ªsticos m¨¢s importantes".

Por su parte, el presidente de la Asociaci¨®n de Vecinos del Casco Hist¨®rico, Xos¨¦ Ant¨®n L¨®pez, considera que la instalaci¨®n es una "idea interesante". "No estamos en contra. Santiago tiene que avanzar y puede ser una opci¨®n", asegura.

En cambio, Idoia Camiruaga, delegada del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia en Santiago, pone en duda la viabilidad de la l¨ªnea del parque de Belv¨ªs y entiende m¨¢s "razonable" la l¨ªnea con la futura estaci¨®n de tren. A pesar de no estar en contra del proyecto, alerta del peligro de "sobrecargar" esa zona y vaciar de contenido la ciudad hist¨®rica en su "zona sana", con lo que la ciudad correr¨ªa el riesgo de aproximarse a parecer un "parque tem¨¢tico". "El error es pensar que hay que unir la Cidade da Cultura con el casco hist¨®rico, cuando el problema es todo el resto de la ciudad", apunta Camiruaga. Para ello, la arquitecta propone crear un plan de movilidad y apostar por los autobuses el¨¦ctricos.

Li?ares tambi¨¦n matiza que la asociaci¨®n que dirige estar¨¢ a favor del proyecto siempre y cuando la Unesco, que previsiblemente se pronunciar¨¢ en junio de 2009, estime que las telecabinas no atentan contra el patrimonio. Aun as¨ª, se muestra cr¨ªtico con el informe de Icomos, cuya visi¨®n considera sesgada. "Se mostr¨® Santiago como una ciudad medieval", protesta.

Cada una de las dos l¨ªneas previstas podr¨ªa transportar 2.000 personas en una hora por direcci¨®n y sentido, en las 45 cabinas de las que dispondr¨ªa cada una de ellas. La l¨ªnea que partir¨ªa de la futura estaci¨®n de tren tardar¨ªa cinco minutos en hacer el recorrido hasta el complejo del Gai¨¢s, mientras que la que saldr¨ªa del parque de Belv¨ªs, lo har¨ªa en siete minutos.

El Consorcio de Santiago, creador del proyecto junto con el Ayuntamiento, baraj¨® en su momento la posibilidad de poner en marcha un tranv¨ªa o un peque?o metro que conectase la ciudad con el monte Gai¨¢s. "Lo desechamos porque ten¨ªa un coste muy alto; financieramente no tendr¨ªa sentido", explica Xos¨¦ Manuel Villanueva, gerente del Consorcio, que estima en 20 millones de euros la inversi¨®n necesaria para el telef¨¦rico.