El f¨²tbol, juego colectivo

La casualidad me dio la oportunidad de ver el Bar?a-Atl¨¦tico en directo, en medio de la locura colectiva. Pero el partido hab¨ªa empezado para m¨ª unos d¨ªas antes, cuando en un acto p¨²blico se me acercaron algunos medios para conocer mi opini¨®n no del Bar?a-Atl¨¦tico, sino del duelo entre Messi y Ag¨¹ero. Ya sabemos que no existe gran partido sin un gran titular y el del s¨¢bado se brindaba para la comparaci¨®n de los dos astros argentinos. Como los dos son buenos chicos y se llevan bien, hab¨ªa que buscar las discrepancias en otros lugares.

Mi opini¨®n ha sido que los grandes finalizadores necesitan de aqu¨¦llos que les suministren juego y que los goles de ambos suelen venir precedidos de un buen pase de su medio campo. Bueno, estos dos tambi¨¦n son capaces, como siempre han sido los depredadores del ¨¢rea, de sacar un gol de un cuarto de oportunidad.

El Barcelona film¨® un 'spot' de 90 minutos que homenajeaba a las esencias de este deporte

Les dec¨ªa que soy uno de los que estaba en las gradas del Camp Nou a las 22.15 horas con la boca abierta y los ojos desorbitados, mudo de la sorpresa que supone un resultado tan contundente. Nunca habr¨ªa predicho una avalancha como la que sufri¨® el Atl¨¦tico. Por cierto, que ya me estoy preparando para el partido de la segunda vuelta, que si algo da el f¨²tbol es siempre una posibilidad de revancha y ya disfruto de la mirada del Calder¨®n en esa cita del 1 de marzo de 2009. El f¨²tbol suele ser muchas veces un juego de extremos, pero me da que hubo un momento en el que Aguirre habr¨ªa pedido con gusto un tiempo muerto para ayudar a su equipo a tomar conciencia del desastre.

En este tiempo de espectador me suele gustar repasar las cr¨®nicas que siguen a sucesos excepcionales del deporte. Juegos Ol¨ªmpicos, partidos de Nadal, carreras de coches y motos me dan un amplio campo de observaci¨®n que suele tener a los medios como notarios de lo sucedido. Y descubr¨ª que donde el s¨¢bado hab¨ªa una pareja de baile Messi-Kun hab¨ªa desaparecido uno de los artistas para dejar las letras grandes para el 10 del Bar?a. Y me decepcion¨®. No por Messi, que complet¨® un gran partido, con no gol incluido (?se imaginan a un portero celebrando una magn¨ªfica estirada, pl¨¢stica, el¨¢stica, bella, y que, tras rozar la pelota con la punta de los dedos, ¨¦sta golpea el larguero y se cuela por toda la escuadra al fondo de la red?), sino porque en aquellos 90 minutos hab¨ªa habido tanto f¨²tbol, tanto de lo que hace de este deporte un espect¨¢culo ¨²nico, desde el esplendor del juego del Bar?a al gol magn¨ªfico de Maxi que alimentaba las esperanzas rojiblancas, que dejarlo todo reducido a un solo nombre iba en contra de las normas b¨¢sicas del f¨²tbol. ?ste es un juego colectivo, de equipo, de todos para atacar y todos para defender. Y el Barcelona hab¨ªa filmado un spot de 90 minutos que homenajeaba a las esencias de este deporte, en que la suma de 11 es mucho m¨¢s que 11, en que la velocidad del bal¨®n es siempre mayor que la del jugador, en que la agilidad mental convierte una acci¨®n de peligro en mi porter¨ªa en medio gol en la del rival. F¨ªjense que hasta los goles cul¨¦s cayeron repartidos como la loter¨ªa en sus buenos tiempos, excepto el doblete de Eto'o con lanzamiento de penalti incluido.

Tal vez por eso Guardiola sustituy¨® a Xavi, para recoger aplausos y mostrar con gestos que el ¨¦xito era colectivo. De ah¨ª sus dos tandas de aplausos cuando se retiraba el de Terrassa: unos para Xavi, los otros para todo el equipo.