Islandia se ahoga en su g¨¦iser
La crisis provoca el colapso de un sistema bancario que creci¨® demasiado
Igual que una erupci¨®n volc¨¢nica hizo desaparecer el 27 de agosto de 1883 la isla indonesia de Krakatoa, el hurac¨¢n financiero mundial se ha llevado por delante la econom¨ªa de otra isla volc¨¢nica, esta vez en Europa. Islandia, que en la ¨²ltima d¨¦cada se hab¨ªa convertido en un modelo de moderna prosperidad, se encuentra al borde del colapso.
A finales de 2007, los activos de la banca equival¨ªan al 800% del PIB del pa¨ªs
Islandia se ha mostrado incapaz de salir del agujero por s¨ª misma
La semana pasada, la Autoridad de Supervisi¨®n Financiera islandesa nacionaliz¨® el mayor banco del pa¨ªs, el Kaupthing, e intervino las otras dos entidades m¨¢s importantes: el Landsbanki y el Glitnir. En un pa¨ªs de 320.000 habitantes, los tres representan cerca del 90% del sistema bancario del pa¨ªs. Adem¨¢s, la Bolsa de Reikiavik suspendi¨® la negociaci¨®n hasta ma?ana lunes y la contrataci¨®n de coronas islandesas qued¨® tambi¨¦n congelada. ?C¨®mo ha podido llegar hasta aqu¨ª un pa¨ªs que en 2004 y 2005 creci¨® m¨¢s del 7% y en 2006 y 2007 por encima del 4%?
El pecado de los bancos islandeses ha sido el haber crecido demasiado perteneciendo a un pa¨ªs peque?o y con una moneda, la corona, que nadie quiere en momentos de crisis. Tras la privatizaci¨®n del sector en la d¨¦cada pasada, iniciaron una agresiva expansi¨®n exterior que ha llenado Europa de activos y pasivos bancarios islandeses. "Normalmente, Islandia tiene una inflaci¨®n superior a la de la zona euro y eso obliga a mantener unos tipos de inter¨¦s m¨¢s altos, lo que en los ¨²ltimos a?os atrajo a muchos inversores", explica Alicia Coronil Jonson, economista islandesa de la Universidad San Pablo-CEU.
Durante a?os, el crecimiento de los bancos se vio impulsado por los bajos tipos de inter¨¦s a que pod¨ªan endeudarse en todo el mundo para, a su vez, prestar esos fondos, y no s¨®lo en Islandia. A finales de 2007, los activos bancarios equival¨ªan al 800% del PIB y se extend¨ªan por pa¨ªses como el Reino Unido, Suecia, Noruega, Finlandia o Dinamarca.
Pero esa rueda de endeudamiento / inversi¨®n se detuvo el pasado verano, cuando ya nadie quiso prestar m¨¢s a los ¨¢vidos bancos islandeses. En las ¨²ltimas semanas, mientras los Gobiernos de pa¨ªses m¨¢s grandes han saltado a la palestra con planes de rescate multimillonarios (el Congreso de EE UU ha aprobado un plan de medio bill¨®n de euros, el Reino Unido est¨¢ dispuesto a gastar 550.000 millones y el proyecto del Ejecutivo espa?ol prev¨¦ usar hasta 50.000 millones), la min¨²scula realidad de Islandia qued¨® en evidencia: ?qu¨¦ puede hacer un pa¨ªs con reservas de divisas por un importe de tan s¨®lo 2.000 millones de euros en caso de que su sector bancario, con 100.000 millones de euros de activos, est¨¦ en peligro?
"Lo que ha sucedido es que, en el actual entorno, el banco central island¨¦s no ha tenido la infraestructura necesaria para actuar como prestamista de ¨²ltimo recurso", apunta Frosti Olafsson, subdirector de la C¨¢mara de Comercio de Islandia. La falta de confianza ha hecho mella en los bancos islandeses porque los mercados no han cre¨ªdo que su Gobierno tenga capacidad para respaldar el sistema bancario.
De hecho, algunos de los pa¨ªses en los que operan las entidades islandesas ya hab¨ªan tenido que salir al rescate. El pasado mayo, los bancos centrales de Suecia, Noruega y Dinamarca concedieron un cr¨¦dito de 1.500 millones de euros a su hom¨®logo island¨¦s para fortalecer su moneda y estabilizar la econom¨ªa del pa¨ªs.
La crisis financiera ha ido pareja a un deterioro de las variables macroecon¨®micas. La inflaci¨®n se ha disparado hasta el 14% (en abril estaba en el 8,7%, y en febrero en el 6,8%), una subida acentuada por el derrumbe de la divisa islandesa: a principios de a?o un euro se cambiaba por unas 62 coronas, mientras que el tipo de cambio que muestra ahora la p¨¢gina del banco central, el Sedlabanki, es de 150, una depreciaci¨®n que amenaza con asfixiar el comercio exterior de un pa¨ªs que depende fuertemente de las importaciones. El Sedlabanki ha subido los tipos de inter¨¦s hasta el 15,5% (a finales de 2005 estaba en el 8%) para controlar la inflaci¨®n y apoyar la corona.
Islandia se ha mostrado incapaz de salir del agujero por s¨ª misma. Seg¨²n Olafsson, el Gobierno ha pedido asesoramiento al FMI y en algunos medios se apuntaba ayer la posibilidad de que fuese a¨²n m¨¢s all¨¢ y solicitase un programa de ayuda econ¨®mica. Lo que s¨ª se ha confirmado es que el martes Islandia empezar¨¢ a negociar con Rusia los t¨¦rminos de un pr¨¦stamo de 4.000 millones de euros. Como efecto secundario, dice Olafsson, es m¨¢s que posible que el recurrente debate sobre la integraci¨®n en la UE vuelva a ponerse sobre la mesa.
La crisis islandesa tambi¨¦n ha puesto de manifiesto que la consigna s¨¢lvese quien pueda es v¨¢lida en momentos de tribulaci¨®n. El Gobierno brit¨¢nico no ha tenido reparos incluso en provocar una crisis diplom¨¢tica. Todo empez¨® el pasado mi¨¦rcoles, cuando parte de las operaciones del Kaupthing en el Reino Unido fueron intervenidas y el Gobierno de Gordon Brown invoc¨® la legislaci¨®n antiterrorista para proteger los ahorros de unos 300.000 ciudadanos brit¨¢nicos en Icesave, filial online del Landsbanki, y anunci¨® su intenci¨®n de congelar activos de la entidad por 4.000 millones de libras esterlinas (5.000 millones de euros).
El primer ministro, Geir Haarde, asegur¨® ayer, horas antes de reunirse con una delegaci¨®n brit¨¢nica, que "atender¨¢ todas las obligaciones" de los dep¨®sitos de sus bancos en el extranjero y, por tanto, en el Reino Unido. La rama brit¨¢nica del holand¨¦s ING Groep ha llegado a un acuerdo para quedarse con los dep¨®sitos propiedad de unos 180.000 ahorradores brit¨¢nicos en Kaupthing Edge y en Heritable Bank, perteneciente al Landsbanki. Los tent¨¢culos de la hecatombe islandesa llegaron tambi¨¦n a Alemania, donde unos 30.000 ahorradores se encontraron tambi¨¦n el jueves con que sus cuentas en Kaupthing Edge, hab¨ªan sido intervenidas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.