Problemas en la justicia
La pasada semana, cuando ya se est¨¢n anunciando en Sevilla paros encubiertos por parte de jueces por unas u otras razones, los medios de comunicaci¨®n han dado a conocer dos sentencias sobre maltrato. Una de un juzgado de Ja¨¦n, otra en Sevilla. En estas sentencias se absuelve del delito de maltrato a los acusados. En el primer caso, el individuo hab¨ªa bajado a su mujer las bragas en p¨²blico dos o tres veces; en el segundo, hab¨ªa atizado a su pareja. Se entiende que bajar las bragas a tu pareja es broma de mal gusto, no existe intencionalidad de vejar. La otra resoluci¨®n absuelve porque el que atiza es adolescente (21 a?os) y no ten¨ªa un proyecto de vida en com¨²n. No s¨¦ que me sorprende m¨¢s si estas sentencias u observar a unas autoridades en huelga en protesta por declaraciones pol¨ªticas.
Tengo que decir que las sentencias, tras la sorpresa -que cada vez es menor-, pasaron a un segundo plano. Por supuesto que no son entendibles. Todo acto de fuerza de un hombre sobre la mujer con la que convive o ha estado unido es muestra de superioridad por la condici¨®n de hombre y un acto de posesi¨®n. Notas machistas y de dominio. Es probable que, tras los recursos, se den otras respuestas. S¨®lo faltaba que no, que los autores de estas conductas estimaran que los jueces han dicho que bajar y romper las bragas en p¨²blico y pegar son bromas soeces y no son aplicables las respuestas legales sobre protecci¨®n integral. De seguir as¨ª puede terminar dici¨¦ndose que si no se hubiera puesto bragas no se las hubieran quitado ni roto.
Confiemos en que en sede superior se den otros argumentos; que no se pongan de moda estas conductas sobre las que volver¨¦ en otra ocasi¨®n. Ahora, a esperar el paro de jueces, la huelga o como se quiera llamar. Sinceramente, pienso que este paro, am¨¦n de que pueda ser un acto contrario a la ley actual, es un error. Si es un acto contrario a la ley, los jueces sabr¨¢n. Son los ¨²nicos que interpretan y aplican las leyes: pueden reescribir las normas o buscar cauces que lleven a una interpretaci¨®n favorable a sus intereses, y ser¨¢ legal. Que es un error no pienso que lo duden ni los propios jueces. Nunca los jueces, por su integraci¨®n en uno de los poderes b¨¢sicos del Estado, han ido a un paro. El Poder Judicial garantiza la Justicia en un Estado de derecho, tambi¨¦n impide, desde sus instituciones, conductas atentatorias a su independencia.
Un paro de jueces es la paralizaci¨®n de uno de los poderes del Estado, es la inexistencia de autoridades que durante un tiempo van a dejar de atender sus obligaciones p¨²blicas. Es, adem¨¢s, un acto de desaprobaci¨®n para el actual Consejo General del Poder Judicial, invade sus competencias, defendiendo te¨®ricamente la independencia judicial que no les corresponde, y es el mensaje que traslada a los ciudadanos. El mensaje que se da a los ciudadanos puede ser que una sanci¨®n mayor en gravedad a un juez de Sevilla es un acto de sumisi¨®n al Gobierno actual y no un acto de justicia o, bien, que una decisi¨®n de menor gravedad al mismo juez sea una decisi¨®n mediatizada por el paro, y no por la justicia.
Un error, y a?ado un ejemplo. Actualmente, el Tribunal Superior de Justicia del Pa¨ªs Vasco va a juzgar al lehendakari y a algunos dirigentes socialistas vascos por mantener contactos con la ilegalizada HB. Se imaginan que el Parlamento y el Gobierno vascos dejaran de reunirse y de gobernar, se pusieran en paro y no cumplieran con sus obligaciones p¨²blicas porque algunos de sus miembros vayan a ser juzgados por otro poder del mismo Estado. Si lo hicieran, el problema afectar¨ªa al Estado. No parece el camino a seguir. De ah¨ª, que piense que si otras autoridades, en concreto algunos jueces, van a una huelga camuflada est¨¢n desconfiando de las instituciones y del poder que representan como cauce de soluci¨®n justa a los intereses de los ciudadanos, a quienes conscientemente trasladan este mensaje. Sigo confiando en que con o sin paro la justicia en este Estado, la individual de juez y secretaria y la defensa de la independencia judicial, sean dadas desde las instituciones sin que se subordinen a intereses individuales y corporativos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.