La escena del crimen
Este domingo, muy temprano en la ma?ana, fuerzas de la Polic¨ªa Nacional de Nicaragua, actuando bajo las ¨®rdenes de un juez, rompieron con mazos y barras las puertas del peque?o edificio que aloja las oficinas de la Fundaci¨®n Cinco que preside el periodista Carlos Fernando Chamorro, como si se tratara de entrar al cuartel de unos traficantes de drogas. Ya allanado el local, el fiscal que encabezaba el operativo procedi¨® a requisar los archivos de la fundaci¨®n.
Una operaci¨®n parecida se hab¨ªa consumado la noche anterior en las oficinas del Movimiento Aut¨®nomo de Mujeres (MAM), y otras 15 organizaciones de mujeres, derechos humanos, promoci¨®n del voto y defensa de los derechos pol¨ªticos de los ciudadanos.
Daniel Ortega persigue a quienes le acusan de corrupci¨®n y abuso de poder en Nicaragua
Un amplio per¨ªmetro alrededor de la sede de la fundaci¨®n fue rodeado por destacamentos policiales mientras dur¨® el operativo, impidiendo el ingreso de personas y el tr¨¢fico de veh¨ªculos, y las calles de acceso fueron cerradas con cintas amarillas en las que se le¨ªa "escena del crimen".
?Cu¨¢l es el crimen cometido, que merece semejante despliegue y el secuestro de los archivos de organizaciones como la Fundaci¨®n Cinco y el Movimiento Aut¨®nomo de Mujeres? Oponerse al r¨¦gimen de Daniel Ortega, la corrupci¨®n, y los abusos de poder.
La Fundaci¨®n Cinco, que preside Carlos Fernando, se dedica a promover estudios e investigaciones sobre la comunicaci¨®n y problemas sociales y ciudadanos, y lo hace con recursos donados por organizaciones internacionales, entre ellas Oxfam. Y algunas veces, esas investigaciones se realizan en colaboraci¨®n con otras organizaciones, como el Movimiento Aut¨®nomo de Mujeres. Son actividades normales en cualquier pa¨ªs normal. No en Nicaragua.
Los medios oficiales de propaganda, a cargo de la primera dama Rosario Murillo, empezaron a acusar hace semanas a Carlos Fernando Chamorro de triangular il¨ªcitamente fondos, y lo declararon de antemano culpable de lavado de dinero, como parte de una feroz campa?a de descr¨¦dito. A esta campa?a sigui¨® la acci¨®n de la Fiscal¨ªa General, que ya hab¨ªa citado a declarar a Chamorro, durante cinco horas, sin que en ning¨²n momento se le se?alara el delito por el cual se le investigaba, algo que viola las garant¨ªas del proceso penal justo que manda la Constituci¨®n.
El fiscal que consum¨® el allanamiento y el secuestro de los archivos de la Fundaci¨®n Cinco tampoco explic¨® cu¨¢les eran los delitos investigados, y se llev¨® un total de 15.000 folios, entre estudios, proyectos, correspondencia, estados contables, adem¨¢s de cinco computadoras, cuyos datos no fueron sometidos a comprobaci¨®n en el acto del secuestro, y podr¨¢n ser falseados. ?Por qu¨¦ todos estos atropellos?
Carlos Fernando Chamorro, hijo de Pedro Joaqu¨ªn Chamorro Cardenal, el legendario director del diario La Prensa asesinado por la dictadura de Somoza en enero de 1978, es el conductor de Esta Semana, el programa de televisi¨®n de informaci¨®n y an¨¢lisis pol¨ªtico que tiene el mayor ¨ªndice de audiencia. Dirige tambi¨¦n el semanario Confidencial, y la Fundaci¨®n Cinco. Y en su trabajo de periodista es culpable del delito de exponer, a trav¨¦s de rigurosos trabajos de investigaci¨®n, negocios il¨ªcitos que se consuman al amparo del Gobierno.
Uno de estos casos fue la formaci¨®n de una compa?¨ªa fantasma, con gente del c¨ªrculo de Ortega como verdaderos due?os, organizada para explotar plantas t¨¦rmicas de producci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica, que ser¨ªa vendida al Estado a precios sobrevalorados. El otro, el chantaje ejercido, tambi¨¦n por gente del c¨ªrculo de Ortega, sobre empresarios de una compa?¨ªa de desarrollo tur¨ªstico en las playas del Pac¨ªfico, para obligarlos a darles una tajada en el negocio, un chanchullo que Chamorro expuso con grabaciones de las conversaciones entre los implicados.
?Y el delito de las dirigentes del Movimiento Aut¨®nomo de Mujeres? Su campa?a constante y sostenida en contra de la prohibici¨®n del aborto terap¨¦utico, una prohibici¨®n medieval impuesta por el r¨¦gimen de los esposos Ortega.
La represi¨®n contra Carlos Fernando Chamorro no termina con el allanamiento violento de la Fundaci¨®n Cinco. No hay duda de que la Fiscal¨ªa General est¨¢ preparando la acusaci¨®n criminal en contra suya, si no est¨¢ ya redactada y lista para ser presentada a los jueces penales, en su inmensa mayor¨ªa fieles a los mandatos de Ortega, tan fieles como los fiscales.
No importa que no haya bases jur¨ªdicas, no importa que se violenten las leyes, no importa que no se respeten las garant¨ªas procesales. El objetivo es convertir a Carlos Fernando en reh¨¦n, para buscar c¨®mo acallar el ejercicio de su periodismo cr¨ªtico con la amenaza de la c¨¢rcel, o meterlo en la c¨¢rcel para escarmiento suyo y de los que se atrevan a denunciar la corrupci¨®n y la ilegalidad.
Asunto que tampoco termina all¨ª. Ya que Ortega pretende quedarse en el poder, reformando la Constituci¨®n Pol¨ªtica que proh¨ªbe la reelecci¨®n, necesita silencio y sumisi¨®n, y las voces que disienten y critican resultan contrarias a su proyecto de control, que no se extiende s¨®lo a las instituciones p¨²blicas, control que ya tiene, sino tambi¨¦n a las entidades de la sociedad civil, empezando por los medios independientes de comunicaci¨®n. Pronto veremos a toda Nicaragua rodeada por la cinta amarilla en la que se leer¨¢ "escena del crimen".
Sergio Ram¨ªrez, escritor, fue vicepresidente del Gobierno de Nicaragua en los a?os ochenta.
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