Reforma perentoria
En pol¨ªtica es muy importante tener raz¨®n. Tener raz¨®n de verdad, es decir, tener una posici¨®n sobre un asunto en el que es dif¨ªcil que cualquier persona razonable est¨¦ en desacuerdo con ella. Esto no es frecuente que ocurra, porque no es frecuente que se planteen problemas para los que exista una respuesta inequ¨ªvoca en una sola direcci¨®n. Pero a veces ocurre y en tales casos, cuando se puede hacerlo, se debe actuar de manera inmediata.
En este momento nos encontramos en el Parlamento de Andaluc¨ªa ante un problema ante el que no cabe nada m¨¢s que una respuesta. Me refiero al caso de la delegaci¨®n del voto por maternidad, que exigir¨ªa la reforma del Reglamento de la C¨¢mara para que fuera posible.
Resulta incomprensible que alguien pueda oponerse a una reforma de esta naturaleza, pues ser¨ªa la ¨²nica respuesta al problema coherente con el principio de igualdad. Es absurdo que se est¨¦n aprobando normas y recomendando conductas para conseguir la igualdad real y efectiva de hombres y mujeres en los ¨®rganos de representaci¨®n pol¨ªtica en todos nuestros niveles de gobierno, y que despu¨¦s no se pongan los medios para que las mujeres puedan desempe?ar real y efectivamente la tarea para la que han sido elegidas.
Un partido no puede ser penalizado porque incluya en sus listas mujeres que pueden quedarse embarazadas, porque, de serlo, ser¨ªan al final las mujeres las que acabar¨ªan viendo seriamente amenazada su incorporaci¨®n a los ¨®rganos de representaci¨®n pol¨ªtica. Es una vulneraci¨®n tan palmaria de la igualdad la que se produce que tendr¨ªa que estar por encima de toda discusi¨®n la aprobaci¨®n de la norma que la suprimiera.
Dicha norma, en nuestro caso, la reforma del Reglamento del Parlamento de Andaluc¨ªa, deber¨ªa aprobarse por unanimidad y de manera perentoria. No deber¨ªa dejarse pasar ni un d¨ªa m¨¢s del que resulte procesalmente imprescindible para que la reforma estuviera aprobada. Pero si no es posible la unanimidad o el acuerdo con quien est¨¦ dispuesto a alcanzarlo, el grupo parlamentario socialista deber¨ªa hacer uso de su mayor¨ªa absoluta para aprobarla.
Es posible y hasta probable que el Reglamento est¨¦ necesitado de otras reformas adem¨¢s de ¨¦sta. Pero no se puede admitir que se condicione la reforma inmediata del Reglamento para resolver este problema a que se alcance un acuerdo sobre todas las reformas que los distintos grupos parlamentarios puedan proponer. El Reglamento debe reformarse por consenso, por unanimidad, pero puede aprobarse por mayor¨ªa absoluta.
Y no es lo mismo reformar el Reglamento en un punto concreto que hacer una reforma general del mismo. Para la reforma general el consenso es imprescindible. Para la reforma que se acaba de proponer, el consenso deber¨ªa darse por supuesto, es decir, no deber¨ªa siquiera ser necesario que hubiera que buscarlo. Exigir consenso por parte de alg¨²n grupo parlamentario para llevar adelante esta reforma es una suerte de chantaje que no se deber¨ªa aceptar. A esta reforma no se le puede poner ning¨²n pero. Hay que hacerla ya, desvincul¨¢ndola de cualesquiera otra que despu¨¦s se puedan pactar. Cualquier maniobra dilatoria tiene que ser cortada de ra¨ªz.
El grupo parlamentario socialista dispone de los votos necesarios para hacer esta reforma impostergable y deber¨ªa hacerle saber a los otros dos grupos parlamentarios que est¨¢n presentes en el Parlamento que, en caso de que no estuvieran dispuestos a aprobar la reforma, ¨¦sta se har¨ªa de todas maneras. Y antes y despu¨¦s deber¨ªa explicar a los ciudadanos el porqu¨¦ de esta decisi¨®n. No creo que nadie tuviera dificultades para entenderla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Mujeres pol¨ªtica
- Opini¨®n
- Junta Andaluc¨ªa
- VIII Legislatura Andaluc¨ªa
- Plenos parlamentarios auton¨®micos
- Debates parlamentarios auton¨®micos
- Comunidades aut¨®nomas
- Parlamentos auton¨®micos
- Gobierno auton¨®mico
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Actividad legislativa
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Mujeres
- Andaluc¨ªa
- Parlamento
- Espa?a
- Pol¨ªtica laboral
- Trabajo
- Pol¨ªtica
- Administraci¨®n p¨²blica
- Sociedad