El juez abre la fosa de Lorca
La nieta del maestro sepultado con el poeta: "Llevo diez a?os esperando esto" - Gibson, el descubridor del enterramiento: "Es el d¨ªa m¨¢s feliz de mi vida"
Paco Galad¨ª tiene miedo a estar contento. Es nieto de un hombre con su mismo nombre, que fue fusilado el 18 de agosto de 1936 con otro banderillero, un maestro y un c¨¦lebre poeta, y lleva toda la vida esperando una noticia como la de ayer: que un juez autorice la exhumaci¨®n de la fosa donde est¨¢ enterrado su abuelo. "Hasta que no la vea abierta, no me lo creo. Son muchos a?os y muchas decepciones", explica Galad¨ª. "Antes de morir, mi padre me pidi¨® que lo siguiera intentando. Ojal¨¢ consigamos devolverles la dignidad".
Nieves Garc¨ªa, nieta de Di¨®scoro Galindo, el maestro rojo de Pulianas (Granada), era pura euforia: "?Ha dicho que s¨ª?", preguntaba nerviosa cuando le daban la noticia. "?Llevo 10 a?os esperando que llegue este momento! Me parece un sue?o. S¨®lo siento que mi padre se lo pierda. Se muri¨® con mucho miedo. Nunca quiso acercarse a la fosa".
A Ian Gibson, el hispanista que se?al¨® hace 30 a?os el lugar donde est¨¢ enterrado el poeta, sencillamente le temblaron las piernas. "Me tiembla el cuerpo, tengo escalofr¨ªos. Es el d¨ªa m¨¢s importante de mi vida", explic¨® emocionado. Gibson ten¨ªa 27 a?os el d¨ªa que Manuel Castilla le llev¨® donde le hab¨ªan obligado a enterrar los cuerpos de los banderilleros Francisco Galad¨ª y Joaqu¨ªn Arcollas, el maestro Galindo y Federico Garc¨ªa Lorca. "Fue en 1966, es decir, que todav¨ªa era muy peligroso husmear por all¨ª y te pod¨ªa detener la Guardia Civil. Para m¨ª no, porque ten¨ªa pasaporte extranjero, pero para Manuel s¨ª lo era y le estar¨¦ eternamente agradecido por llevarme all¨ª. Despu¨¦s, investigu¨¦ durante a?os hasta que el puzle encaj¨®. Confirmar que est¨¢ ah¨ª es toda mi vida", explic¨®. El 12 de septiembre, cuando la Asociaci¨®n Granadina para la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica pidi¨® a Garz¨®n permiso para abrir la fosa, present¨® una ubicaci¨®n alternativa, 430 metros m¨¢s al sureste, de la que plantea Gibson.
La tierra se abrir¨¢ pr¨®ximamente, cumpliendo un auto judicial, en el camino que une Alfacar y V¨ªznar, al lado de un olivo junto a la fuente de Aynadamar, el lugar donde todos coinciden que fueron acribilladas las v¨ªctimas. Pero el hombre que dedic¨® su vida a encontrar aquel lugar no estar¨¢ all¨ª para comprobar si sus conclusiones son ciertas. "Mi coraz¨®n no me lo permitir¨ªa. Me dar¨ªa un infarto. Quiz¨¢ sea dif¨ªcil de comprender, pero ser¨ªa algo muy duro para m¨ª. Quiero que se exhumen los restos, que se cumpla la voluntad de las familias, y confirmar que est¨¢n all¨ª para sentirme en paz. Pero s¨¦ que no podr¨ªa resistir ver c¨®mo extraen el cr¨¢neo de Lorca". Si est¨¢n all¨ª, en ese espacio se?alado por Gibson, hoy convertido en Parque Garc¨ªa Lorca, identificarles ser¨¢ muy f¨¢cil. Di¨®scoro Galindo, al que los falangistas de Pulianas se?alaron como el maestro rojo, hab¨ªa perdido una pierna en un accidente. Tambi¨¦n era cojo uno de los banderilleros enterrados junto al poeta.
La familia del maestro Di¨®scoro Galindo a¨²n no ha decidido qu¨¦ hacer con sus restos, si finalmente consigue rescatarle del lugar donde lo arrojaron sus asesinos. "Quiz¨¢ lo dejemos en el mismo lugar, pero con una placa en la que se lea bien claro su nombre y apellidos. Tambi¨¦n estamos pensando en enterrarle en el cementerio de Pulianas, el pueblo donde pas¨® sus ¨²ltimos d¨ªas como maestro", explica Nieves con la carne de gallina. Paco Galad¨ª tampoco ha decidido qu¨¦ har¨¢ si recupera los restos de su abuelo. "Hasta que no lo vea...".
[El antrop¨®logo Miguel Botella, que coordinar¨¢ la exhumaci¨®n, garantiz¨® la "privacidad y el rigor" de los trabajos, que podr¨ªan empezar en noviembre. Las labores se centrar¨ªan en unos 2.000 metros cuadrados entre el parque Garc¨ªa Lorca y el paraje del Caracolar (Alfacar) y podr¨ªan dar resultados en unas dos semanas, informa Efe].
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