"?Seguridad?, ?pero si faltan agentes!"

"?Si tenemos las pilas puestas tras el intento de masacre en la comisar¨ªa de Ondarroa? Claro, pero no se puede estar las 24 horas de los 365 d¨ªas del a?o en tensi¨®n por si acaso ETA viene a cazarte. No vivir¨ªamos". Para este patrullero de 55 a?os destinado en Vizcaya la pregunta es otra: "?Qu¨¦ seguridad real tenemos al hacer nuestro trabajo, si faltan agentes en la calle y los jefes est¨¢n m¨¢s preocupados con la Q de calidad y en que alimentemos a todas horas el ordenador para sus estad¨ªsticas?"

Este polic¨ªa lo ha visto casi todo. Es de la segunda promoci¨®n. "He estado en todos los sitios imaginables, menos donde hab¨ªa que hacer cursillos", dice con sorna para evidenciar que no tiene galones y sigue visti¨¦ndose de romano, saliendo a patrullar todos los d¨ªas. Pero conoce bien la calle y la forma en la que muchas veces se hace el trabajo. "La Instrucci¨®n 53 [que determina la forma de trabajo para que los agentes trabajen en las mejores condiciones de seguridad frente a la amenaza terrorista] no se puede cumplir por falta de personal. Y, a veces, est¨¢s vendido cuando vas a determinados sitios ante la llamada de un particular, callejuelas donde te puede esperar cualquier cosa. ?Si incluso hacemos controles de alcoholemia con s¨®lo cuatro personas!".

"No puedes pensar las 24 horas que en la pr¨®xima actuaci¨®n ETA te va a cazar"

"El 90% de las cosas de seguridad que pedimos, nos dicen: 'inviable"

"Trabajamos para la estad¨ªstica, como si fu¨¦ramos una agencia de viajes"

Estas realidades no aparecen en las estad¨ªsticas. Ni en las comparecencias parlamentarias. Pero tambi¨¦n existen. Es verdad que la casu¨ªstica da para casi todo en la Ertzaintza, objetivo preferente de la organizaci¨®n terrorista desde que en junio de 2007 ETA diera por terminado el alto el fuego permanente. Incluso hay alguno de los ertzainas consultados por EL PA?S que dice desconocer la existencia de las comisiones de seguridad creadas al calor del Acuerdo de Arkaute en cada unidad.

"No tengo ni idea de qu¨¦ es esa comisi¨®n. Ni qu¨¦ hacen, ni qui¨¦nes son", asegura otro ertzaina de Seguridad Ciudadana, tambi¨¦n de la segunda promoci¨®n y destinado en Vizcaya. Por el contrario, Interior asegura que es una herramienta fundamental para que los agentes puedan trabajar con la mayor seguridad posible y en las comisar¨ªas puedan sugerir medidas para mejorar esas condiciones.

Ciertamente es un caso extremo. Incluso un compa?ero de comisar¨ªa, un agente que trabaja en tareas de investigaci¨®n, pone cara de asombro al escucharle. Este ¨²ltimo sabe perfectamente de qu¨¦ van las comisiones de seguridad. "Pero es verdad que vivimos en el mundo de la estad¨ªstica. Con un sistema de trabajo que es el Egunsentia [la forma de trabajo de los polic¨ªas vascos antes del doble asesinato de Beasain], pero disfrazado". Esta imagen de los ertzainas alimentando al momento al ordenador central para detallar en qu¨¦ est¨¢ cada patrulla, se repite en todos los polic¨ªas que han participado en este reportaje. Todos han admitido hablar con EL PA?S con una ¨²nica condici¨®n: hacerlo desde el m¨¢s estricto anonimato.

"Alimentamos al ordenador con cosas que incluso no se hacen. Aunque no es por escaqueo", precisa el agente investigador. "Mira, para que el binomio efectividad y seguridad funcione, hace falta que aumente la dotaci¨®n de agentes. Para que estemos en la calle y seamos ¨²tiles en la pol¨ªtica de seguridad p¨²blica, la mejora de los medios est¨¢ muy bien. Pero hace falta m¨¢s gente, m¨¢s personal", concluye.

Si a todo eso se suma el factor de amenaza de ETA, la mente de un polic¨ªa de a pie corre el riesgo de fundirse en cualquier momento. "Emocionalmente, no puedes estar las 24 horas pensando que en la pr¨®xima actuaci¨®n te van a matar. Y, a veces, vas a atender la ¨²ltima incidencia, la pr¨®xima llamada, la denuncia de violencia de g¨¦nero o lo que sea, vendido". Y corriendo, para cumplir con los tiempos de respuesta -diez minutos m¨¢ximo, salvo casos de violencia machista- y no tener que dar explicaciones a los jefes.

De alguna manera, los ertzainas salvan del suspenso a Interior cuando lo que se pone encima de la mesa son las inversiones millonarias en los veh¨ªculos blindados (218 ahora operativos), los chalecos antibala (6.890) u otro tipo de material, como inhibidores de frecuencias o los coches camuflados.

?Pero las comisiones de seguridad funcionan realmente? "El 90% de lo que pedimos nos dicen que no es viable. Todo son pegas. Las peticiones rara vez son atendidas". La ertzaina que contesta a la pregunta lleva tiempo acudiendo a las reuniones de estos grupos. "Me consta que el nagusi [jefe de comisar¨ªa] transmite las peticiones, pero los de Recursos Humanos o los de arriba o quien sea no hacen ni caso". Y pone dos ejemplos: "Solicitamos c¨¢maras en color y nos responden que no. El argumento, que se pierde nitidez. Hombre, que no nos tomen el pelo". Otro ejemplo: "Pedimos que quitaran los contenedores de basura que hay junto a la comisar¨ªa. La respuesta fue que bien, pero que el ayuntamiento hab¨ªa pedido que le di¨¦ramos una localizaci¨®n alternativa. Y ah¨ª siguen los contenedores", se lamenta.

Esta agente trabaja en atestados en una comisar¨ªa vizca¨ªna. Su respuesta se aleja mucho de la idea transmitida por el jefe de Divisi¨®n de Seguridad Ciudadana, Gervasio Gabirondo, en la comparecencia parlamentaria del pasado mi¨¦rcoles. Gabirondo explic¨® ese d¨ªa c¨®mo funcionan esas comisiones: "Se abre el debate con los miembros del grupo de seguridad, se recogen las aportaciones, se debate cada una de ellas, se elevan a la jefatura de Divisi¨®n y se proponen las modificaciones", explic¨®. Alguien no dice la verdad.

"Nos acaban de poner GPS de localizaci¨®n en los coches patrulla. ?Usted podr¨ªa pensar que es para nuestra seguridad, no? Pues no, es para controlarnos, para confirmar que no enga?amos a la m¨¢quina, que no estamos tom¨¢ndonos un caf¨¦", zanja agente de atestados.

En una comisar¨ªa de Guip¨²zcoa, un polic¨ªa de la d¨¦cima promoci¨®n echa la vista atr¨¢s para valorar c¨®mo se hac¨ªan las cosas antes. Su reflexi¨®n sorprende: "La verdad es que los m¨¦todos de trabajo son los mismos con tregua que sin ella". ?Las comisiones de seguridad? Si las sugerencias son peque?as, salen adelante. Las importantes duermen el sue?o de los justos, viene a decir este mismo agente.

Reconoce que los acuerdos de 2001 supusieron "cambios radicales en los sistemas de trabajo". "Pero ahora trabajamos para la estad¨ªstica, como si fu¨¦ramos una agencia de viajes o una empresa de tornillos. Los que nos gobiernan temen a la palabra polic¨ªa y los que estamos en la calle, ante ETA, aplicamos la pol¨ªtica del avestruz. Pero s¨ª, la gente lo tiene bastante claro. Somos objetivo de los terroristas", dice. Y teme que la suerte que ha habido hasta ahora se acabe un d¨ªa.