Tres aparcamientos deben 480.000 euros al Ayuntamiento de Vigo
El gobierno local evita ejecutar el embargo notificado el julio de 2007
El Ayuntamiento de Vigo est¨¢ aplazando la ejecuci¨®n de un embargo contra tres aparcamientos subterr¨¢neos de la ciudad que dejaron de pagar el canon y otras obligaciones fiscales en 2004. A d¨ªa de hoy su deuda se eleva a 480.000 euros. La empresa concesionaria, Conycase, es propiedad de Manuel N¨²?ez Arias, un conocido abogado y empresario que se encuentra en libertad bajo fianza de 150.000 euros por su participaci¨®n en un presunto delito de cohecho en relaci¨®n con una recalificaci¨®n de 2,2 millones de metros de suelo r¨²stico en Totana (Murcia), donde otra de sus empresas, Inmonuar, preve¨ªa invertir 570 millones de euros en construir una macrourbanizaci¨®n de 5.040 viviendas, dos hoteles y campo de golf.
Los trabajadores llevan un mes manifest¨¢ndose en las calles de Vigo
N¨²?ez Arias, seg¨²n fuentes de la instrucci¨®n judicial, hab¨ªa pagado 2,4 millones de euros por activar la recalificaci¨®n de los terrenos de Totana y a¨²n le quedaba por liquidar otra parte, una vez el plan general de esa localidad murciana tuviera aprobaci¨®n definitiva. Su detenci¨®n abort¨® la operaci¨®n, que todos los indicios vinculan a la quiebra de sus empresas en Vigo. El grupo Nuaria que comandaba lo compon¨ªan siete empresas, de las que s¨®lo est¨¢ operativa Conycase, la concesionaria de los tres aparcamientos subterr¨¢neos, que suman 1.250 plazas en las calles Fernando el Cat¨®lico, Venezuela y A Coru?a, bajo la plaza de los juzgados.
Los tres aparcamientos est¨¢n embargados desde julio del a?o pasado por el ayuntamiento, que sin embargo no ejecuta los embargos pese a la fluidez de ingresos que hacen la caja diaria de tales subterr¨¢neos. Nadie en el ayuntamiento vigu¨¦s facilita tampoco ninguna explicaci¨®n de esa actitud, sometida a la mera discrecionalidad de la decisi¨®n pol¨ªtica y que podr¨ªa acarrear el rescate municipal de la concesi¨®n.
Conycase ha estado canalizando cuantiosas sumas a otras empresas del grupo Nuaria, motivo por el que Manuel N¨²?ez Arias, que ostenta el 66% del capital social, ha sido llevado a los tribunales por los otros dos socios minoritarios de la empresa. S¨®lo en 2006, por ejemplo, Conycase transfiri¨® a Autesa, otra de las empresas del grupo Nuaria, m¨¢s de dos millones de euros, sin que los socios hayan podido conocer el objeto de tales transferencias. Autesa (Autocares de Tenerife, SA) fue comprada por Manuel N¨²?ez en 2002 a trav¨¦s de Inmonuar, la sociedad inmobiliaria del grupo, no para reactivarla como empresa de transportes, sino para negociar con su importante patrimonio inmobiliario. Las plusval¨ªas que obtuvo le permitieron entrar en Conycase y sucesivamente hacerse con la mayor¨ªa del capital.
A su vez, al margen de las operaciones citadas, Autesa, que es una empresa sin actividad aparente, financi¨® a Conycase con m¨¢s de 2,2 millones de euros (a un inter¨¦s del 27%, muy superior al del mercado) para la realizaci¨®n de unas obras en los aparcamientos que se ejecutaron de modo puramente anecd¨®tico, o ni siquiera eso, pese a la fanfarria con que tales obras fueron presentadas en 2004, concretamente las del subterr¨¢neo de los juzgados, que aparejaban la reforma integral de la plaza. Jos¨¦ Manuel Figueroa, a la saz¨®n concejal de Urbanismo, agradeci¨® entonces "la actitud y el comportamiento" del Grupo Nuaria por recuperar del abandono los tres aparcamientos p¨²blicos de la ciudad en un "ejemplo a seguir". Pero lo cierto es que la plaza nunca fue remodelada; desde hace a?os est¨¢n vallados espacios de acera de la calle Coru?a, sobre los que frecuentemente se desprenden losas desde la superficie superior, y ni siquiera se pag¨® a los arquitectos que realizaron el proyecto, que reclaman a Conycase m¨¢s de 67.000 euros.
CGT frente a un abogado con escuela
Manuel N¨²?ez Arias empez¨® su carrera como letrado del sindicato vertical del franquismo. Frecuent¨® las subastas por quiebras empresariales y convirti¨® su despacho en un referente de eficacia profesional que atrajo, para complementar su formaci¨®n, a titulados que tambi¨¦n han conseguido renombre, como Juan Col¨®n, asesor jur¨ªdico de los Ayuntamientos de Baiona, Salceda y Salvaterra entre otros cometidos.
Paralelamente se fue introduciendo en el mundo de la empresa, como letrado de un empresario granitero asesinado junto a otros miembros de su familia por dos polic¨ªas nacionales, como socio de Pedro Costas Gil en la fundaci¨®n de Abano, la empresa de publicidad participada tambi¨¦n por Mar¨ªa Pilar Egea, que fue jefa de gabinete de Corina Porro, o montando su propio grupo de empresas, inactivas ahora todas ellas.
En Conycase despidi¨® sucesivamente a sus dos encargadas, previo paso de ¨¦stas por largas temporadas de baja por depresi¨®n. El actual encargado tambi¨¦n est¨¢ ahora de baja por el mismo motivo.
La CGT lleva un mes realizando manifestaciones diarias, que rotan ante los tres aparcamientos y la sede empresarial, en la calle Manuel N¨²?ez, curiosamente, para denunciar el inter¨¦s del empresario en deshacerse de toda la plantilla, de 14 trabajadores fijos.
Era la ¨²nica concesionaria de subterr¨¢neos de Vigo que cumpl¨ªa esa obligaci¨®n de contrataci¨®n indefinida. A las dem¨¢s, la Inspecci¨®n de Trabajo les ha levantado actas certificando "cesi¨®n ilegal de trabajadores", pero no pasa nada. Manuel N¨²?ez, entre mentiras y promesas, ya ha conseguido echar a ocho sus empleados fijos, que sustituye por eventuales, y espera conseguir, seg¨²n CGT, sustituirlos a todos, como hacen las dem¨¢s concesionarias, para mejor vender Conycase. Todo ello, con la aquiescencia de Comisiones Obreras y la inacci¨®n municipal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.