Una 'rave' prodigiosa
El tr¨ªo ingl¨¦s The Prodigy llena La Riviera con 2.500 espectadores
"?Esto va a atronar hoy!". Daniel, de 28 a?os, lo ten¨ªa claro ayer mientras esperaba junto a su compa?era, Ainhoa, de 25, en la sala La Riviera. Quedaban pocos minutos para que saltara a escena The Prodigy, una de las bandas se?eras del dance m¨¢s apabullante de los noventa, junto a The Chemical Brothers y Fatboy Slim, entre otros. Para calentar motores, sonaba una versi¨®n acelerada -que ya es decir- de Windowlicker, de Aphex Twin. "Estos decibelios son la mitad de lo que va a venir despu¨¦s", advert¨ªa Daniel. Ojo.
Y vaya que si atron¨®. Con Breathe, el tercer tema, los altavoces hac¨ªan vibrar hasta los botones de la camisa. Toda la sala saltaba con los brazos en alto. El n¨²mero Prodigy, tan eficaz como siempre.
La cara del grupo, Keith Flint, el de los desaguisados capilares (esta vez luc¨ªa algo parecido a una cresta mohicana), saltaba de un lado para otro, con una americana de rayas rojas y blancas sobre el torso tatuado. A su lado, el herc¨²leo Maxim exhib¨ªa su pasmosa facilidad para intercalar un fuckin' cada dos palabras. Y, al fondo, en la penumbra de los teclados, el cerebro del tr¨ªo, Liam Howlett, orquestando la avalancha de beats electrizados. Ante ellos, una muchedumbre en ¨¦xtasis (2.500 asistentes, aforo completo).
Fue poco m¨¢s de una hora de breakbeat, hardcore electr¨®nico y drum and bass. Puro The Prodigy. Eso s¨ª, los momentos cumbre fueron para el pu?ado de temazos que lograron en Music for the jilted generation y en The fat of the land, su cumbre creativa, que data del lejano 1997. Con Firestarter y, sobre todo, con Smack my bitch up, la sala se vino abajo. Incluso alguno se lanzaba a rebotar con sus compa?eros de baile.
El concierto de ayer en La Riviera puede servir como un aperitivo, porque el tr¨ªo vuelve a la carga con nuevo trabajo. La banda tendr¨¢ listo en dos semanas su nuevo y esperado ¨¢lbum. Ser¨¢ el momento de comprobar si han superado el bache del romo Always outnumbered, never outgunned (2004), y han recuperado el mordiente con el que deslumbraron en la escena electr¨®nica hace una d¨¦cada. Veremos.
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