Las tribus de Pakist¨¢n se levantan contra los talibanes y Al Qaeda
El Gobierno apoya la lucha de las milicias contra los extremistas de la zona
![?ngeles Espinosa](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F32bb7ff4-537e-43ea-9dab-0cb3f83ba60b.png?auth=fe7906998c48e4418837148be26d16b394f20655dd6a58f57c74c79fe3150bd9&width=100&height=100&smart=true)
Una veintena de hombres armados con Kal¨¢shnikov miran a la c¨¢mara entre sorprendidos y despistados. Se trata de voluntarios de las milicias que desde hace algunas semanas se est¨¢n formando en el cintur¨®n tribal de Pakist¨¢n para hacer frente a los talibanes. Acosado por el aumento de las acciones terroristas en todo el pa¨ªs, el Gobierno les ha brindado su apoyo, con la esperanza de que signifiquen un vuelco en la actitud de los habitantes del cintur¨®n tribal hacia los insurgentes. Sin embargo, esas milicias carecen de medios suficientes y si se les facilitan, podr¨ªan volverse eventualmente contra el poder central.
Algunos analistas temen que se desate una guerra civil local
Los mullagori han sido de los primeros en plantar cara a los talibanes, seg¨²n cuenta la revista paquistan¨ª Newsline. Esta peque?a tribu de la agencia de Khyber, entre Peshawar y la frontera afgana, se hart¨® de esos radicales que se estaban estableciendo en sus aldeas y que pretend¨ªan imponer su ley. As¨ª que los ancianos convocaron una asamblea (jirga) en la que decidieron darles un ultim¨¢tum: o se entregaban o se iban. Pero para resultar convincentes, deb¨ªan exhibir su fuerza. En el cintur¨®n tribal todo el mundo tiene un arma, s¨®lo necesitaban voluntarios dispuestos a utilizarlas con ese fin.
Al parecer, lograron reunir una milicia de 3.000 hombres cuya determinaci¨®n logr¨® que los talibanes pusieran pies en polvorosa. Adem¨¢s, a modo de castigo, demolieron la casa de un miembro de la tribu que hab¨ªa dado refugio a varios talibanes. A menudo se atribuye esa protecci¨®n a la legendaria hospitalidad de los pastunes, la etnia que puebla el cintur¨®n tribal paquistan¨ª, pero los alquileres que pagan los militantes, sobre todo los extranjeros, constituyen un importante incentivo para una poblaci¨®n sin otra fuente de ingresos. Aunque varios mullagori resultaron heridos, su ejemplo parece haber cundido entre algunos de sus vecinos.
En las ¨²ltimas semanas, al menos una docena de milicias similares han surgido en la propia Khyber, Bajaur y los distritos de Dir y Swat, entre otras zonas tribales. Las lashkars, como se les denomina aqu¨ª, son una vieja instituci¨®n a trav¨¦s de la cual las tribus lidiaban sus diferencias. Sin embargo, ahora las forman como reacci¨®n a un estado de cosas que inicialmente parec¨ªan no s¨®lo aceptar sino favorecer. "Las tribus siempre han estado enfrentadas unas con otras y cada una intenta manipular al Gobierno central en su inter¨¦s", afirma un embajador occidental convencido de que se trata de un nuevo episodio de esas enemistades hist¨®ricas.
Las autoridades, tanto en Islamabad como en Peshawar, la capital de la Provincia Noroccidental (NWFP, en sus siglas en ingl¨¦s) desde donde se gobiernan las agencias tribales, opinan de otra forma. Convencidas de que las milicias pueden proporcionar un contrapeso a los talibanes, han decidido darles su apoyo pol¨ªtico y financiero.
"Las tribus se han levantado contra los militantes y esto podr¨ªa suponer un giro radical en nuestra lucha contra esos grupos", ha declarado Owais Ghani, gobernador de la NWFP y partidario de arreglos locales que minimicen las intervenciones militares. El propio Ej¨¦rcito respalda la colaboraci¨®n de las lashkars, aunque su portavoz, el general Athar Abb¨¢s, asegura a este diario que no les facilitan armas.
"Su apoyo es esencial", defiende por su parte Mahmud Shah, que en su capacidad de secretario de Seguridad de la NWFP entre 2002 y 2006 conoce bien las din¨¢micas locales. "S¨®lo ellas pueden echar a los militantes fuera de sus ¨¢reas". De hecho, los recientes ataques de los insurgentes contra las asambleas que se organizan para reclutar voluntarios parecen indicar que han despertado la preocupaci¨®n de esos grupos. "El problema es que sus milicias son muy d¨¦biles, pero el Ej¨¦rcito podr¨ªa reforzarlas", apunta Shah.
Tal es la preocupaci¨®n de algunos analistas, convencidos de que la emergencia de esas lashkars s¨®lo a?adir¨¢ le?a al fuego y terminar¨¢ enfrentando a tribus pro y antigubernamentales en una guerra civil local. Lo ocurrido en Orakzai confirma sus temores. Esta agencia, que no tiene frontera con Afganist¨¢n y hasta ahora era la m¨¢s pac¨ªfica de las siete regiones tribales semiaut¨®nomas de Pakist¨¢n, se vio sacudida el viernes 10 por un ataque suicida contra una asamblea en la que se debat¨ªa la propuesta del Gobierno para formar una milicia contra los talibanes de la zona. El coche bomba dej¨® al menos 50 muertos y un centenar de heridos. Al d¨ªa siguiente, los supervivientes se enfrentaron a tiros a los militantes y destruyeron sus casas como represalia.
"Sin duda el Ej¨¦rcito necesita el apoyo local porque le resulta extremadamente dif¨ªcil acceder a esas ¨¢reas", admite Nusrat Javeed, un periodista con experiencia en la zona tribal y esc¨¦ptico de las milicias. En su opini¨®n, "suponen un alivio moment¨¢neo, pero pueden convertirse en un Frankenstein".
Para el general retirado Talaat Masud la clave est¨¢ en saber "si son genuinas o patrocinadas por el Gobierno", porque entonces es posible que sus integrantes cojan el dinero y desaparezcan. Y ¨¦se parece ser el caso de algunas de las milicias que casi a diario se anuncian a bombo y platillo en los medios de comunicaci¨®n locales.
"No s¨¦ hasta qu¨¦ punto son serias o se limitan a la foto, pero en cualquier caso no creo que sean suficiente por s¨ª mismas", declara el director del Instituto de Estudios Estrat¨¦gicos, Tanvir Ahmad Khan. "Hasta ahora no nos hemos preocupado por los problemas sociales y econ¨®micos que subyacen a la insurgencia", se?ala este antiguo ministro de Exteriores, para quien "lo que se requiere es un esfuerzo serio de desarrollo porque la gente est¨¢ harta del conflicto y no tiene la oportunidad de reconstruir sus vidas".
![Sospechosos uzbecos y afganos detenidos el s¨¢bado por las fuerzas de seguridad paquistan¨ªes en la conflictiva Provincia Noroccidental.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/VZKOKRQRMA3667RJHZLVSWMREQ.jpg?auth=b3b142fe321d73675199d7e120a0106c17074d924ecd45d4949e669e2a30708c&width=414)
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