"El mon¨®logo me ha obligado a ser m¨¢s liviano"
Son pocas, demasiado pocas, las oportunidades que se dan en Espa?a de ver al argentino Julio Ch¨¢vez (Buenos Aires, 1956) sobre un escenario. El lugar exacto donde este extraordinario actor se crece, juega, se transforma y exhibe todas sus capacidades premiadas en 2007 con el Oso de Plata del Festival de cine de Berl¨ªn por su interpretaci¨®n en la pel¨ªcula El otro. Anoche se dio en Madrid una de esas raras ocasiones. Fue en el teatro del C¨ªrculo de Bellas Artes, dentro del Festival de Oto?o, con el memorable estreno de la obra Yo soy mi propia mujer, de Doug Wright, con direcci¨®n de su compatriota Agust¨ªn Alezzo.
En la soledad de las tablas, Ch¨¢vez recorri¨® con br¨ªo la vida de Charlotte von Mahlsdorf (1928-2002), que naci¨® hombre, siempre se sinti¨® mujer y vivi¨® una existencia tan inclasificable como para atraer la atenci¨®n de Wright. "Soy muy t¨ªmido y nunca cre¨ª que pudiera hacerlo", explica el actor acerca de un texto que Wright levant¨® a partir de conversaciones con Von Mahlsdorf y le ha valido un Pulitzer y un Tony, entre otros premios.
"Mi personaje de Charlotte von Mahlsdorf no es un papel al uso"
"Este oficio te hace vivir experiencias ¨²nicas, limitadas, ef¨ªmeras"
Al igual que Wright, Ch¨¢vez trata en todo momento de dejar claro que su fascinaci¨®n por el personaje no le impidi¨® tomar distancia al construirlo y, a la postre, aprehenderlo. ?Pero qui¨¦n era el enigm¨¢tico Von Mahlsdorf? Hijo y asesino de un padre nazi. Preso durante a?os. Fundador del museo Gr¨¹nderzeit. Perseguido por fascistas de todas las ¨¦pocas. Coleccionista impenitente. Los datos biogr¨¢ficos no detienen la curiosidad de Ch¨¢vez por un personaje que le ha valido inmejorables cr¨ªticas y varios premios. "?C¨®mo pudo mantener un cabar¨¦ en el s¨®tano de su casa con la polic¨ªa de Alemania del Este control¨¢ndolo todo?", se pregunta al tiempo que responde a esa inc¨®gnita. "Se dec¨ªa que fue esp¨ªa de la Stasi, y ella dice que firm¨® que iba a colaborar, pero que siempre hizo lo que quiso".
Al hablar del montaje que ahora estrena en Madrid aparece un brillo especial en sus ojos, un timbre distinto y un entusiasmo contagioso en sus gestos: "El personaje es ideol¨®gicamente de personalidad opaca, confuso, no es un travesti al uso. Es alguien muy particular. No es femenino, no se pinta, usa bast¨®n, no oculta sus partes masculinas. En los ¨²ltimos a?os hac¨ªa el amor con una amiga lesbiana. En realidad es un hermafrodita extra?o que se considera un hombre en propiedad de una mujer y que ha establecido con ¨¦l-ella un v¨ªnculo".
"La soledad esc¨¦nica me ha obligado a ser m¨¢s liviano", contin¨²a el actor argentino. "He tenido que dejar atr¨¢s esa creencia de que mi carga es pesada y que lo liviano no me era accesible. He descubierto que hay que funcionar como los aviones, que para transportar cargas pesadas se ponen ligeros". Pese a lo cual, reconoce que con un mon¨®logo un actor se somete a una verdadera prueba de fuego: "Me pone frente a una situaci¨®n de riesgo. Es un g¨¦nero que se convierte en una lupa sumamente charlatana, delatadora y reveladora de en qu¨¦ punto est¨¢ un actor. Este oficio a veces te hace vivir una experiencia ¨²nica, limitada y ef¨ªmera".
Ch¨¢vez explica que para aprender ese oficio pronto decidi¨® que deb¨ªa estar acompa?ado por maestros para su formaci¨®n. "Otra cosa que supe r¨¢pido es que haciendo televisi¨®n no aprender¨ªa nada, que ¨¦se es un camino posible para otros actores, pero no para m¨ª. Empec¨¦ a estudiar y a¨²n no he parado".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.