Basagoiti quiere reflotar el PP vasco
El l¨ªder de los populares, ya candidato a 'lehendakari', ha superado el aislamiento pol¨ªtico, pero a¨²n debe frenar la sangr¨ªa de votos que arrastra
Cuando Mariano Rajoy acudi¨® ayer al Museo Mar¨ªtimo de Bilbao para dar un espaldarazo a su candidato a lehendakari, Antonio Basagoiti, se encontr¨® un partido mucho m¨¢s templado que en julio. A a?os luz de las turbulencias que agitaron la formaci¨®n que representa el centro derecha vasco tras la huida hacia delante de Mar¨ªa San Gil. La nave popular en Euskadi parece estar en condiciones de navegar. Al tim¨®n, un presidente dispuesto a ser la "garant¨ªa del cambio" en Ajuria Enea, seg¨²n recalca en sus m¨ªtines. En poco m¨¢s de cien d¨ªas, el sucesor de Mar¨ªa San Gil ha soltado lastre respecto a la etapa anterior e incluso los cr¨ªticos y herederos del legado sangilista parecen dispuestos a remar en la misma direcci¨®n. "Al menos, a no poner palos en la rueda", sostiene de uno de ellos.
El candidato recorre las juntas locales para impulsar el renovado discurso
El PP buscar¨¢ sus nuevos apoyos entre las mujeres y los j¨®venes
Basagoiti ha sacado de las catacumbas pol¨ªticas al partido, recuperando la interlocuci¨®n con Patxi L¨®pez e ??igo Urkullu y rompiendo el aislamiento pol¨ªtico en el que el PP llevaba varado muchos a?os. El primero necesitar¨¢ de sus votos para convertir la alternancia en una realidad. Si los n¨²meros dan, claro.
Basagoiti predica con el ejemplo. El d¨ªa de su proclamaci¨®n como presidente del PP en Euskadi, el pasado 12 de julio, dijo que quer¨ªa ver al partido gastando suela. Dentro y fuera del partido "Antonio no ha parado. Est¨¢ recorriendo las juntas locales del partido, acerc¨¢ndose a nuestros ediles. Y lo que se encuentra en muchas de ellas es a militantes que no se explican la crisis que vivimos antes de verano con la salida de Mar¨ªa San Gil. No entendieron nada. Pero, sobre todo, est¨¢ escuchando a una militancia que le dice en todas partes que hay que mirar hacia delante. Hay que seguir, le repiten". Escondido tras sus gafas de dise?o, I?aki Oyarzabal, el nuevo hombre fuerte del partido quiere acompa?ar a su jefe de filas en lo que ¨¦l denomina "quitarse la camisa de fuerza del monotema vasco", un cors¨¦ que ha constre?ido y acaparado el discurso de los populares vascos en la ¨²ltima d¨¦cada.
El nuevo equipo est¨¢ persuadido de que s¨®lo planteando soluciones a los problemas reales pueden sumar m¨¢s apoyos. El monotema del terrorismo, los discursos basados exclusivamente en los principios no ayudan a llegar a fin de mes, vienen a decir los sucesores de San Gil al frente del partido. "El campo que ha fijado Antonio es muy claro: somos la ¨²nica alternativa real al nacionalismo. El PSE ha ca¨ªdo en manos del nacionalismo gobernante", apunta Carlos David Garc¨ªa, compa?ero de Basagoiti en su etapa anterior en el consistorio bilba¨ªno. La cuesti¨®n es c¨®mo llegar con el nuevo discurso a la sociedad.
Aupado a la secretar¨ªa general gracias a las influencias del cada vez m¨¢s madrile?o (pol¨ªticamente hablando) Alfonso Alonso, el alav¨¦s Oyarzabal ha puesto su mirada en los j¨®venes y en las mujeres para ampliar su base electoral. El nuevo PP aspira enviar al nacionalismo a la oposici¨®n de la mano de las nuevas tecnolog¨ªas, en las que el PP se va a volcar, junto con un discurso m¨¢s templado y el estilo Basagoiti de hacer pol¨ªtica; una mezcla de municipalismo cercano, verbo directo y sudar la camiseta.
No lo va a tener f¨¢cil de aqu¨ª al pr¨®ximo mes de marzo. Gastar suela no implica necesariamente sumar votos. Y el PP necesita parar ya esa v¨ªa de agua abierta en la nave. Elecci¨®n tras elecci¨®n, ha visto mermado su apoyo electoral en Euskadi. En las generales de marzo, perdieron 29.000 votos con respecto a las de 2004. En mayo de 2007, en los comicios municipales y forales, la sangr¨ªa fue de 59.000 papeletas frente a 2003. Y en las auton¨®micas de 2005 vio caer su apoyo en 118.000 sufragios respecto a las elecciones de 2001, cuando Mayor y Redondo sellaron su entente constitucionalista. Detener esa sangr¨ªa ser¨¢ una tarea complicada hasta para un corredor de fondo como el, desde ayer mismo, candidato Basagoiti.
LOS RESCOLDOS DEL SECTOR CR?TICO: Abascal anima al l¨ªder a no ser comparsa de nadie
El sector cr¨ªtico, con unos cuantos representantes en el grupo parlamentario y en las Juntas guipuzcoanas, apenas si ha creado problemas al nuevo equipo. Tal vez porque a¨²n est¨¢ pendiente la elaboraci¨®n de las listas para las auton¨®micas. "Lo normal es que haya renovaci¨®n, caras nuevas. El nuevo planteamiento de moderaci¨®n tiene que tener rostros nuevos. Y los equipos de trabajo deben estar en sinton¨ªa con el nuevo rumbo. Lo que no van a tener es derecho a cuota. Eso debe quedar claro", se avanza desde la direcci¨®n al referirse a ese sector.
El parlamentario Santiago Abascal, que busc¨® y encontr¨® la integraci¨®n en el congreso, aprecia en Antonio Basagoiti un "discurso n¨ªtido contra el nacionalismo". Le anima a "no bajar la guardia" y, cuando se abran las urnas, "a no ser comparsa de nadie en un posible pacto, ni a regalar votos en la investidura". Reconoce la ilusi¨®n y las ganas de trabajar del candidato, pero tambi¨¦n ve dificultades para "trascender una figura como la de Mar¨ªa", un aut¨¦ntico "ca?¨®n medi¨¢tico". Abascal actu¨® el pasado s¨¢bado de maestro de ceremonias en el restaurante Anuncibai de Llodio en el que un centenar de militantes y cargos tributaron un homenaje a San Gil. "Este no es un encuentro subversivo", recalc¨® la ex presidenta para que nadie se llame a enga?o. En el nuevo equipo, el homenaje no ha generado desasosiego. "Los cr¨ªticos no tienen estructura detr¨¢s y la relaci¨®n con ellos es razonable", aseguran.
?LAVA, EL GOBIERNO PERDIDO: Los populares reivindican su experiencia de gesti¨®n
Cuando a la nueva direcci¨®n del PP se le comenta la operaci¨®n de rescate impulsada por Antonio Basagoiti para sacar el partido "de las trincheras", se revuelve. "?Pero de qu¨¦ trinchera me habla?", replica un destacado dirigente. Y entonces sacan a relucir los a?os de gobierno en la Diputaci¨®n de ?lava, con Ram¨®n Rabanera al frente, o en el Ayuntamiento de Vitoria, con Alfonso Alonso. "[En 2007] hemos sido primera fuerza y enviado al PNV a la tercera posici¨®n", recuerdan. Pero, pese a ello, la joya de la corona cay¨® en manos de los nacionalistas por la incapacidad manifiesta del constitucionalismo para pactar.
Socialistas y populares se miran de reojo en este territorio para fijar posici¨®n y argumentos, cuando BBK y la Kutxa impulsan su fusi¨®n sin esperar a la Vital. Y en el PP no aclaran los pasos que van a dar para salvaguardar que la caja alavesa no se vea afectada por quedar fuera de la operaci¨®n, m¨¢s all¨¢ de la recurrente censura a las "pretensiones pol¨ªticas" de la fusi¨®n. "En ella priman los intereses del PNV", aducen, en vez de "defender los intereses de los impositores, de la obra social y de los trabajadores".
Tambi¨¦n en Guip¨²zcoa, el PP ha demostrado tener m¨²sculo pol¨ªtico y reflejos a la hora permitir a PNV y EA aprobar el Impuesto de Sociedades al 28%, mientras frenaba una "subida camuflada" de impuestos incluida en el pacto fiscal de los nacionalistas. Ese es el papel con la que sue?a Basagoiti: un PP capaz de condicionar.
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