Viaje a los vertidos clandestinos del Lagares
Cumplido el plazo marcado, el Ayuntamiento de Vigo no ha sellado los puntos negros
El Lagares es una cloaca de 19 kil¨®metros, donde el 56% de las f¨¢bricas, seg¨²n el ayuntamiento, "carecen de licencia de actividad y de autorizaci¨®n de vertido". Los mapas dicen que el Lagares nace en el aeropuerto de Vigo, pero esa es una m¨¢s de las mentiras que lo rondan. El Lagares nace industrial bajo el suelo de cemento de varias naves y aparcamientos para camiones que se api?an a la vera de la N-555. Todo se ha constru¨ªdo sobre el cauce del r¨ªo que aqu¨ª, todav¨ªa en Redondela, es regato. Una vez superado el pol¨ªgono, a remojo en el agua, plantado como un dique en medio del r¨ªo, aparece un saco de escombro. Luego cruza otro grupo de f¨¢bricas y es aqu¨ª donde asoman, sin disimulo, los primeros ca?os que no tendr¨ªan que estar. A lo largo del viaje ser¨¢n cientos. "Los tubos de PVC gris son siempre sospechosos", dice Ant¨®n S¨¢nchez, ecologista de Adega y miembro activo de la Federaci¨®n de Asociaci¨®ns de Veci?os de Vigo Eduardo Chao.
Un ca?o alivia sobre el r¨ªo la carga de aguas negras de la depuradora
El 56% de las industrias no tienen licencia de actividad y vertido
A la salida del club de golf aparece un caudaloso desag¨¹e de restos fecales
Ant¨®n S¨¢nchez es quiz¨¢s el vigu¨¦s que mejor conoce el Lagares. Es el custodio del r¨ªo. En lugar de avisar al ayuntamiento, los vecinos lo llaman a ¨¦l cada vez que descubren un nuevo vertido. La ¨²ltima vez, este mes, dieron la alerta porque el aliviadero de un almac¨¦n de lubricantes de O Gandar¨®n vomitaba algo raro pero, al llegar, el ecologista descubri¨® un yacimiento arqueol¨®gico de radiograf¨ªas. "Hab¨ªa centenares, y eran de antes del Sergas", cuenta. "La antig¨¹edad de las placas habla de los a?os que lleva sin limpiarse el r¨ªo", apunta Tino Fern¨¢ndez, otro miembro de Adega.
S¨¢nchez recorre el antiguo r¨ªo troiteiro con botas de goma, y cuerdas para llegar a los sucesivos tramos inaccesibles, all¨ª donde el r¨ªo desaparece engullido por las naves que surgieron sin planificaci¨®n alguna. En la m¨¢s pura tradici¨®n de las z¨ªes (zonas de industrializaci¨®n espont¨¢nea) viguesas, llegaron buscando una evacuaci¨®n f¨¢cil y barata y dieron con el r¨ªo; hormigon¨¢ndolo para que la fuerza del agua no les ganase terreno y conect¨¢ndose al cauce, no al colector, con sus atarjeas. Porque, total, qu¨¦ m¨¢s daba el r¨ªo, si ya lo hab¨ªa matado el Grupo de Empresas ?lvarez cuando se instal¨® en Cabral en 1941.
El Lagares es un r¨ªo amenazado de cabo a rabo y s¨®lo se salva en cierto Vigo rural y en el parque de Castrelos. Aunque, en realidad, no hay un metro libre de peligro. A Cabral, donde crecen los manzanos de ribera, la pesadilla, en forma de fiesta de la espuma, lleg¨® el 6 de septiembre a trav¨¦s del Pep¨ªn, un regato sucio y seco, con el incendio de las empresas ilegales de O Gorxal. El detergente de una de las firmas de la nave mat¨® todos los peces (que al fin hab¨ªan vuelto a criar en el r¨ªo tras su repoblaci¨®n), y lleg¨® a Samil. Ahora s¨®lo los m¨²jeles, peces de est¨®mago agradecido, se atreven a adentrarse en la desembocadura. Los patos voladores de cuello verde, que escaparon entonces, han vuelto r¨ªo arriba pero nadie se explica c¨®mo sobreviven: "No s¨¦ qu¨¦ carallo comer¨¢n, porque esto qued¨® totalmente arruinado", comenta S¨¢nchez. El 6 de octubre, el conselleiro de Medio Ambiente, Manuel V¨¢zquez, y el alcalde de Vigo, Abel Caballero, repitieron por en¨¦sima vez eso de la "tolerancia cero" y anunciaron que un equipo de t¨¦cnicos Augas de Galicia y el ayuntamiento clausurar¨ªan los desag¨¹es m¨¢s contaminantes ("entre 15 y 22") en 15 d¨ªas. El plazo ha expirado y en el r¨ªo no hay nada taponado, aunque la Xunta asegura que ha habido inspecciones.
Despu¨¦s de romper aguas en Redondela naciendo bajo un pol¨ªgono, el r¨ªo se refina y entra en el Aero Club, o m¨¢s bien es el campo de golf de Vigo el que invade el r¨ªo pervirtiendo su naturaleza: ocupa una de sus lagunas naturales con nen¨²fares, espada?as y cisnes, ha instalado compuertas y desag¨¹es, y engulle literalmente la corriente a la altura del hoyo 7. A partir de este punto, el campo se construy¨® rellenando con tierra la vaguada, y el r¨ªo s¨®lo vuelve a aparecer cuando se terminan las instalaciones deportivas. Al otro lado de la valla met¨¢lica, al cruzar la carretera, se acaba el c¨¦sped reci¨¦n cortado y entra en vigor la ley de la selva: apesta a excremento humano, y oculto por unas ortigas de veras bravas aparece un alba?al de grandes dimensiones que arroja con br¨ªo aguas negras y largos gallardetes de papel higi¨¦nico. Estamos a 50 metros de Peinador, y el Lagares renace convertido en inodoro. Menos mal que los lodos que caen ladera abajo desde las obras de ampliaci¨®n del aeropuerto disimulan algo la peste.
A lo largo del r¨ªo se hallan objetos de lo m¨¢s diverso. Hay m¨¢s variedad que en el Hiperchino de Mos. Hasta aparece una decena de pinturas sobre madera firmadas por un tal Calabuig Prado en 1996. En Cambeses (Barreiro), varios ca?os escupen purines. En el fondo del r¨ªo a¨²n se ven platos rotos de tiempos de ?lvarez. Y enseguida arranca la ristra de pol¨ªgonos ca¨®ticos: Sabax¨¢ns, Gandari?a, Gandar¨®n, Fragosi?o, Miraflores y Caramuxo, ya casi al final, cuando el r¨ªo ha pasado bajo la grada de Bala¨ªdos. Aqu¨ª los vecinos han repintado las se?ales, y ahora pone "Caramerda". Todos estos amasijos industriales atentan contra el r¨ªo. Suman 137 naves, pero el consistorio no sabe cu¨¢ntas empresas conviven en ellas. "Las llamamos naves patera", dice Ant¨®n S¨¢nchez.
Despu¨¦s de O Caramuxo todav¨ªa hay sorpresas. Un caudaloso canal de fecales procedente del barrio de Navia vierte directamente al r¨ªo, y unos metros m¨¢s all¨¢, en la Xunqueira, otro ca?o alivia la carga hedionda de la depuradora. El r¨ªo muere en Samil igual que nace: fabril y fecal.
"La concejala est¨¢ ausente por completo"
El ayuntamiento reconoc¨ªa hace meses unos "160 desag¨¹es fraudulentos" y 41 vertidos permanentes o casi, pero los ca?os sospechosos son hoy incontables. La maleza y la imposibilidad de acceder a muchos tramos del r¨ªo, emparedados entre naves industriales, complican el recuento. S¨®lo las inspecciones de la Administraci¨®n podr¨ªan hacerlo. Pero, seg¨²n la federaci¨®n vecinal, esa "patrulla medioambiental" de la Polic¨ªa Local que prometi¨® el Gobierno de Abel Caballero para velar por el r¨ªo "no se deja ver", lo mismo que "las c¨¢maras de v¨ªdeovigilancia que se anunciaron para los puntos m¨¢s negros": ¨¦stas no existen. De hecho, "todas las denuncias por vertidos que llegan al ayuntamiento las presentan las asociaciones". S¨®lo en Gandari?a-Gandar¨®n, los vecinos han alertado, entre otros, sobre los casos de Salfer-Ferwagen (Grupo Alvari?o), la gasolinera ByE, Escaiolas Basilio, Patacas Meleiro; Gr¨¢ficas del Noroeste y Lej¨ªas La Milagros. "Cada seis meses, en esta zona mueren los peces".
La concejala de Medio Ambiente, la escaladora Chus Lago, asegur¨® al llegar hace a?o y medio al Gobierno local que el Lagares ser¨ªa su prioridad, y ahora, tras el ¨²ltimo descalabro del r¨ªo, anuncia su marcha, el 8 de noviembre, al Polo Sur. Estar¨¢ ausente de la ciudad dos meses, aunque los vecinos dicen que "ausente est¨¢ desde siempre y por completo". La Eduardo Chao recuerda que el Gobierno local, adem¨¢s de cegar los infinitos ca?os del r¨ªo, anunci¨® que elaborar¨ªa un censo de las empresas existentes y que acrecentar¨ªa las multas por vertidos de 90 a 3.000 euros. Pero esto a¨²n no lo ha hecho, y lo que se acrecienta es la impaciencia de los vecinos.
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