Antes y despu¨¦s del 4, la econom¨ªa

No hay tiempo que perder. Cuando se acerca un obst¨¢culo hay que empezar a prepararse para saltar el siguiente. El equipo de Barack Obama est¨¢ pensando ya en el d¨ªa 5 de noviembre y en la Casa de los Horrores que le espera: las dos guerras empantanadas y el s¨ªmbolo nefando de Guant¨¢namo, por supuesto; pero sobre todo, el estado de la econom¨ªa. El debate de la ¨²ltima semana de campa?a se est¨¢ concentrando en el mismo tema que deber¨¢ ocupar todas las mentes al d¨ªa siguiente. Lo es por la misma naturaleza de la sociedad norteamericana, pero ahora m¨¢s a¨²n porque los candidatos no deben tan s¨®lo atender a los intereses de sus electores sino dar respuestas r¨¢pidas y urgentes en el caso del vencedor.

Hasta el 4 de noviembre la discusi¨®n entre McCain y Obama versa sobre qui¨¦n debe ser el pagano de la crisis. McCain es muy bueno en la ret¨®rica antifiscalidad, como es propio de los conservadores: "Obama es el redistribuidor en jefe, yo quiero ser el comandante en jefe", es una de sus ¨²ltimas frases. Pero el d¨ªa 5 habr¨¢ que ponerse manos a la obra, antes incluso de la toma de posesi¨®n, cuando los equipos de traspaso de poderes se pondr¨¢n en marcha y empezar¨¢n a conducir el pa¨ªs conjuntamente con el actual Gobierno. Y en esta cuesti¨®n McCain tiene buenas frases pero malos equipos. Son como su campa?a, cambiantes y contradictorios. El ex senador Phil Gramm, responsable de algunas desregulaciones legislativas que han conducido al caos financiero, est¨¢ desaparecido. Suya es la idea de que la crisis era mental y de que EE UU es una naci¨®n de pla?ideras. Tambi¨¦n lo est¨¢ Carla Fiorina, ex CEO de Hewlett-Packard y brillante fichaje del candidato republicano, esfumada sin explicaciones despu¨¦s de asegurar que ninguno de los cuatro candidatos a la presidencia y a la vicepresidencia est¨¢ preparado para dirigir una gran compa?¨ªa.

La crisis habla por s¨ª sola a favor de Obama. No necesita frases tan elaboradas. Pero adem¨¢s supera largamente a McCain a la hora de controlar las declaraciones de sus colaboradores y de gestionar sus vanidades. En sus listas hay dos ex secretarios del Tesoro como Lawrence Summers y Robert Rubin, el actual presidente de la Reserva de Nueva York, Timothy Geithner, y, sobre todo, el antecesor de Alan Greenspan en la presidencia de la Reserva Federal, Paul Volcker, que a sus 81 a?os vive una segunda juventud pol¨ªtica a su lado. No es el ¨²nico gran senior que asesora al senador de Illinois en cuestiones econ¨®micas: ah¨ª est¨¢ el multimillonario Warren Buffet, de 78 a?os. Pero en el caso de Volcker su presencia ha permitido interpretaciones m¨¢s intencionadas. The Wall Street Journal le ha reconocido como candidato especial a secretario del Tesoro, pues su cargo tendr¨ªa duraci¨®n tasada. Con su curr¨ªculo antiinflacionista se le encomendar¨ªa la tarea tit¨¢nica de sacar a EE UU del atolladero. Volcker abandon¨® la Fed hace 20 a?os, se dedica sobre todo a la pesca y pertenece a la era predigital, pero quienes apuestan por ¨¦l subrayan la imagen de seguridad y control de la situaci¨®n que ofrecer¨ªa. Como m¨ªnimo ahora, antes de saltar el 4 de noviembre el ¨²ltimo y definitivo obst¨¢culo.