Harvey Milk, un m¨¢rtir gay en el cine

San Francisco, 1978. Dan White, un pol¨ªtico resentido y perturbado, se asoma a una de las ventanas del Ayuntamiento con un rifle y mata a dos personas: George Moscone, alcalde, y Harvey Milk, concejal, activista homosexual y gran oponente de Moscone. Este ¨²ltimo recibi¨® cinco impactos de bala. Dos de los proyectiles se incrustaron en su cerebro.

Finales de octubre de 2008. Las calles de Castro, barrio gay de la ciudad californiana y el lugar que Milk cambi¨® para siempre, se ven tomadas por los asistentes al estreno de Milk, pel¨ªcula de Gus Van Sant protagonizada por Sean Penn. Algunos de los all¨ª presentes estuvieron a pocos pasos del pol¨ªtico -el primero abiertamente homosexual en alcanzar un puesto de responsabilidad en EE UU- cuando ¨¦ste muri¨® asesinado.

El estreno ha sido la oportunidad para que Hollywood entre en campa?a

"Ser¨¢ genial si logramos impacto contra la propuesta antihomosexual"

Con el estreno, el legado y la lucha de Milk quedaban oficialmente resucitados. Y Sean Penn se embarcaba en una campa?a que, seg¨²n opini¨®n generalizada, podr¨ªa acabar con el Oscar al mejor actor.

Milk es una historia firmemente creyente en el "podemos" de Obama y en la defensa de las libertades civiles. Y ni el lugar ni el tiempo elegidos para su estreno son ninguna casualidad. El barrio de Castro, en San Francisco, es el centro de la comunidad gay estadounidense, y falta muy poco para el 4 de noviembre, d¨ªa de las elecciones en EEUU. Por eso, la premi¨¨re devino en un bosque de pancartas en contra de la Proposici¨®n 8, que quiere abolir el matrimonio homosexual en California. Demasiados paralelismos con aquella proposici¨®n 6 que buscaba en los setenta minar los derechos de los homosexuales y contra la que luch¨® Milk, tambi¨¦n conocido como el alcalde de Castro.

"Esta gala va a generar mucha atenci¨®n", declar¨® el actor Emile Hirsh, miembro de un reparto que adem¨¢s de Penn incluye a Diego Luna (durante su asistencia al estreno, el mexicano luci¨® una chapa con una inscripci¨®n que dec¨ªa: "No a la octava"), James Franco o Josh Brolin (quien, por cierto, parece especializarse en el cine pol¨ªtico tras su papel de George Bush en W, de Oliver Stone). "Si conseguimos un impacto contra la propuesta antihomosexual ser¨¢ genial", a?adi¨® Brolin. En la cinta de Gus Van Sant, el actor interpreta a Dan White, el magnicida.

El rodaje de Milk comenz¨® el pasado mes de enero. No muy lejos del lugar del estreno, en la calle Castro. All¨ª fue donde Milk vivi¨® y abri¨® una tienda de fotograf¨ªa que con los a?os acab¨® siendo cuartel general de su campa?a electoral. Las calles se llenaron de carteles y proclamas de los a?os setenta, mietras Sean Penn chillaba "?mi nombre es Harvey Milk y estoy aqu¨ª para reclutarte!", la frase que hizo famoso a su personaje, un luchador que, dicen quienes le conocieron, tambi¨¦n sab¨ªa ser excesivo, ambicioso.

Milk, que muri¨® a los 38 a?os, s¨®lo sirvi¨® 11 meses en su cargo de concejal. Los suficientes para convertirse en un m¨¢rtir de la lucha por las libertades de los homosexuales y construir la clase de legado capaz de conmover a dos destacados miembros del Hollywood m¨¢s inc¨®modo, como Sean Penn y Gus Van Sant, realizador de pel¨ªculas como Drugstore cowboy o Elephant.

El resultado es rabiosamente contempor¨¢neo y m¨¢s que notable, seg¨²n ha sentenciado la cr¨ªtica estadounidense. El estreno, adelantado a poco antes de las elecciones, ha sido tambi¨¦n la oportunidad, nada desaprovechada, para que Hollywood entre en campa?a. Los esfuerzos contra la Proposici¨®n 8 se han redoblado. Una cena ben¨¦fica ha servido para recolectar hasta 3,9 millones de d¨®lares (tres millones de euros) destinados a la causa; poderosas personalidades de la industria como Steven Spielberg o Brad Pitt han donado 100.000 d¨®lares (78.400 euros), y Van Sant tambi¨¦n se ha rascado el bolsillo.

Tal es la confusi¨®n entre ficci¨®n y realidad en esta marea pol¨ªtica que se han aplazado hasta despu¨¦s de la noche electoral las entrevistas con los actores de Milk, cuyo estreno en salas est¨¢ previsto para dentro de cuatro semanas (a Espa?a llegar¨¢ el pr¨®ximo mes de enero).

Un silencio que qued¨® roto durante la premi¨¨re en Castro, cuando hasta el arisco, rebelde y hura?o Sean Penn compareci¨® para llevarse la mayor ovaci¨®n de esa alfombra roja. "A Harvey le habr¨ªa encantado saber que Sean Penn iba a hacer su papel", subray¨® un amigo de Milk.

No es la primera vez que la historia de este activista llega a las pantallas estadounidenses. En 1984, Robe Epstein obtuvo un Oscar al mejor documental por The Times of Harvey Milk. En esta ocasi¨®n, la dorada estatuilla tocar¨¢ muy probablemente otra historia de esas que los estadounidenses adoran por ser "m¨¢s grandes que la vida".

Porque en este pa¨ªs, una competici¨®n sucede a otra. Y, ocurra lo que ocurra el 4 de noviembre, Hollywood ya est¨¢ pensando en su particular noche electoral de los Oscar.

Tr¨¢iler de 'Milk'