Un juego de ni?os

Prep¨¢rense para re¨ªr. Esta versi¨®n de Sue?o de una noche de verano es a la obra de Shakespeare lo que La corte de fara¨®n a la Aida de Verdi. Un aut¨¦ntico desparrame, urdido por Irina Brook con un grupo de c¨®micos compacto y perfectamente engrasado: la hija de Peter Brook combina el talento de pap¨¢ con la vis c¨®mica de La Cubana. El comienzo de su espect¨¢culo es digno de los de la compa?¨ªa que dirige Jordi Milan: un grupo de t¨¦cnicos irrumpe en escena para anunciar que la funci¨®n se suspende, porque los actores se quedaron bloqueados en el aeropuerto. "Pero, si a ustedes no les importa", contin¨²an, "se la podemos representar nosotros".

Y, como nadie les dice que no, naturalmente, comienzan a hacer todos los papeles sin pudor alguno, produciendo cat¨¢strofe tras cat¨¢strofe para el general regocijo, como una panda de petersellers en estado de gracia. En attendant le songe es una colecci¨®n de disparates bien tra¨ªdos y mejor ejecutados, siempre al hilo de la obra de Shakespeare. No s¨¦ si me re¨ª m¨¢s con las hadas, vestidas con bolsas de basura, con ese Puck hiphopero y canalla o con los clowns, que aqu¨ª son payasos al cuadrado.