El nuevo puerto de A Coru?a 'engulle' un monte en Arteixo
La piedra de la colina, que protege del viento dos aldeas, se usar¨¢ en la obra
Voladuras diarias, grietas y destrozos varios en unas 170 casas, tr¨¢fico intenso de camiones. Y ahora el Monte da Costa. Esta cima, con una altura de 120 metros que hace de pantalla natural frente al Atl¨¢ntico, rudo y salvaje en este punto del litoral, va a ser engullida para alimentar de piedra las obras del puerto exterior de A Coru?a, en construcci¨®n en Punta Langosteira (Arteixo). Los vecinos de los dos n¨²cleos rurales m¨¢s cercanos, Ra?obre y Suevos, han intensificado su batalla por su supervivencia. "No se trata de dinero, sino de derechos y calidad de vida. No nos fuimos a vivir junto a unas obras y ahora vamos a quedar a merced del viento y la contaminaci¨®n", resume V¨ªctor Naya, portavoz de la plataforma de afectados.
"Cuando desaparezca se crear¨¢ un ca?¨®n de aire que llegar¨¢ a la ciudad"
La Autoridad Portuaria decidi¨® no realizar estudio de impacto ambiental
Son unos 900 vecinos cuya paciencia empieza a agotarse y han iniciado movilizaciones para reclamar cuando menos que se tomen todas las medidas necesarias para reducir y corregir los perjuicios de un proyecto que nadie cuestiona siempre y cuando se respete la poblaci¨®n del entorno. Dos aldeas que cuentan en principio con el apoyo del Ayuntamiento de Arteixo, aunque ¨¦ste a¨²n no haya conseguido que "mueva ficha" la Autoridad Portuaria de A Coru?a, admite la alcaldesa, la socialista Pilar Souto. No obstante, y tras la primera manifestaci¨®n vecinal el pasado jueves, logr¨® al menos que el presidente del puerto coru?¨¦s, Macario Fern¨¢ndez, reciba por primera vez a los afectados. Estos llevaban desde 2005 reclamando esa reuni¨®n, fijada ahora para el martes.
La nueva d¨¢rsena albergar¨¢ el tr¨¢fico de mercanc¨ªas peligrosas y molestas que hoy se descargan en el centro de la ciudad. "Un proyecto de gran calado que va a reportar mucho beneficio y riqueza" para Arteixo, dice su alcaldesa, "pero no tiene que ser en detrimento de la poblaci¨®n del entorno y de su calidad de vida".
Souto reconoce que las obras generan un evidente problema de "impacto ambiental" y conf¨ªa en que las negociaciones que abri¨® con la Autoridad Portuaria den pronto sus frutos "con actuaciones reales para compensar los perjuicios y molestias que ya padecen los vecinos en su vida diaria". La alcaldesa lleva varias reuniones y admite que hasta ahora los resultados son escasos. "Sinceramente veo voluntad por parte del puerto pero ahora tienen que producirse hechos reales, no promesas a largo plazo. Las consecuencias de las obras se padecen ahora y no podemos esperar indefinidamente una actuaci¨®n", asevera.
Pero los vecinos exigen "m¨¢s valent¨ªa" y contundencia de sus representantes municipales. Han conseguido, tras meses de denuncias, que la UTE Langosteira, la agrupaci¨®n de empresas que construye el puerto exterior, inicie el peritaje y reparaci¨®n de los da?os que las voladuras de alta intensidad, todos los d¨ªas sobre las 13 horas, provocaron en unas 170 casas. Ya se han arreglado los destrozos m¨¢s importantes, como los tejados de dos viviendas que tuvieron que ser integramente repuestos.
Los residentes de Ra?obre y Suevos asumen con resignaci¨®n que a¨²n les quedan tres a?os de explosiones diarias -el puerto exterior debe estar listo en septiembre de 2011-. Pero se preguntan qu¨¦ pasar¨¢ a medida que avancen las obras, cuando los barrenos se hagan cada vez m¨¢s cerca de sus casas.
Algunas est¨¢n apenas a cinco o diez metros del Monte da Costa, esa cima que la Autoridad Portuaria expropi¨® en agosto para suministrar piedra a las obras. Una colina que act¨²a como barrera natural, protegiendo de la intemperie a estas dos peque?as aldeas. "No se dan cuenta que el viento no para s¨®lo aqu¨ª, cuando desaparezca ese monte se va a crear un ca?¨®n de aire que llegar¨¢ hasta el barrio de Os Rosales, en A Coru?a", advierte Beatriz Vilar, de la plataforma de afectados. Las alegaciones del ayuntamiento y los vecinos exigiendo un estudio de impacto ambiental, con medidas correctoras, por la expropiaci¨®n de ese monte fueron desestimadas por la Autoridad Portuaria.
Pero la alcaldesa sigue exigiendo, aunque descarta ir a los tribunales, que se adopten ahora medidas para compensar la desaparici¨®n, altamente perjudicial, de esa pantalla natural en un punto de la costa, donde la virulencia de los temporales y del viento es extrema. Los vecinos ya han solicitado ante el Ministerio de Industria que se revise la licencia de las voladuras dado que ahora ser¨¢n m¨¢s cerca de los n¨²cleos de poblaci¨®n.
Y por si fuera poco, se avecina un tercer frente de problemas. "Van rode¨¢ndonos poco a poco, con ruido y contaminaci¨®n, y queremos que nos digan hasta el final todo lo que van a hacer", reclama el presidente de la asociaci¨®n de vecinos de Ra?obre, Jos¨¦ Manuel Eiroa. El martes quieren o¨ªr de boca del presidente de la Autoridad Portuaria d¨®nde pretende ubicar ese macropol¨ªgono industrial (4,5 millones de metros cuadrados) que necesita para completar el puerto. El f¨¦rtil valle que separa Ra?obre y Suevos es el candidato m¨¢s firme. Las dos aldeas quedar¨ªan entonces encajonadas en un mar de naves.
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