Vuelven las supercuentas
Estos productos ofrecen rentabilidades entre el 4% y el 7%
Hace ya casi veinte a?os que el Banco Santander invent¨® las supercuentas. En su momento revolucion¨® la banca al ofrecer remuneraciones al ahorro nunca vistas antes. Inici¨® entonces una guerra por captar el dinero de los particulares que si bien a lo largo de los a?os se fue suavizando dej¨® como poso en el ¨¢nimo de los clientes bancarios la idea de que su dinero ten¨ªa valor. En los tiempos que corren, en los que la liquidez es un lujo no al alcance de todas las entidades, las supercuentas, como producto de seducci¨®n para el ahorro, vuelven a brillar. Los clientes bancarios tienen mucho donde elegir.
Rentabilidades del 4%, 5% y hasta el 7% por el dinero fresco de los particulares. Fresco con un sentido claro: no se remunera con estos relativamente altos tipos de inter¨¦s el ahorro ya depositado en un banco o caja de ahorro; se paga por el que llega nuevo, el que procede de otras entidades. Una gran parte de las supercuentas ahora mismo en boga tienen esta particularidad: "S¨®lo para nuevos clientes".
Ante la ca¨ªda de los tipos las entidades se reservan poder cambiar el r¨¦dito
Cuentas Activa Plus, Dep¨®sito, Directas, Max, Seguridad, Superior..., con otras cinco marcadas diferencias, frente a las cuentas corrientes tradicionales: en un buen n¨²mero de ocasiones, estos altos rendimientos tienen fecha de caducidad: s¨®lo se ofrecen durante tres, cuatro, cinco meses... ?ste es, por ejemplo, el caso de Caja Granada y su Cuenta de Alta Remuneraci¨®n, con su 7% a tres meses; de I-Banesto, con su 6,1% hasta el 30 de abril; de Open Bank y su 6,5% hasta final de marzo; de ING Direct y sus cinco meses al 6%; de Activo Bank, con su 5% durante un semestre...
La segunda de sus particularidades se centra en su dise?o como producto financiero. Son cuentas -su liquidez es inmediata y total- pero parecen dep¨®sitos de ahorro, con los que, por otro lado, compiten abiertamente. En ellas no est¨¢ permitido, en la mayor¨ªa de los casos, domiciliar ning¨²n tipo de recibo, con lo que, en cierta medida, se limitan sus movimientos. Esta caracter¨ªstica lleva a la tercera singularidad: las entidades no aplican, en la mayor parte de los casos, ning¨²n tipo de gasto o comisi¨®n de gesti¨®n en estas supercuentas. Al no haber o no esperarse movimientos en torno a ellas, no parece haber lugar a gastos asociados a ellos.
La cuarta de sus peculiaridades tiene que ver con el importe que admiten. Algunos bancos y cajas imponen l¨ªmites m¨¢ximos: ah¨ª est¨¢ la Caja Laboral Popular, que s¨®lo remunera al 5% hasta 10.000 euros, u Open Bank, con su tope de 700.000 euros. Otros, por el contrario, imponen franquicias: 5% a un mes para cantidades superiores a 500 euros para la Cuenta Dep¨®sito de la Oficina Directa o los 300 euros de la Cuenta Activa Directa de Sa Nostra. Algunos otros simplemente establecen tramos de rentabilidad: Caja Navarra, con su Cuenta Activa, premia a quien ingrese m¨¢s de 60.000 euros; Halifax marca la diferencia en los 10.000 euros.
La ¨²ltima originalidad de las supercuentas tiene que ver con el futuro. Las entidades han tenido y puede que, en algunos casos, a¨²n tengan problemas para obtener liquidez. Esta circunstancia les ha llevado a ofrecer estos altos rendimientos al ahorro particular. La realidad es, sin embargo, que los tipos de inter¨¦s ya han bajado y puede, m¨¢s ahora tras la ¨²ltima decisi¨®n de la Reserva Federal de Estados Unidos de bajar el precio oficial de su dinero al 1% y del aviso del presidente del BCE de que tambi¨¦n en Europa pueden recortarse, que lo hagan m¨¢s. Muchas de estas supercuentas est¨¢n ya previendo esta posibilidad y as¨ª en sus condiciones se reservan el derecho de cambiar, pasado un determinado tiempo, la remuneraci¨®n final.
Mientras tanto, las supercuentas son una opci¨®n atractiva para el ahorro (quien tenga ciertas reservas sobre la solvencia de las entidades puede curarse en salud no colocando m¨¢s de 100.000 euros por titular y cuenta) lo mismo que otros tantos productos que, en los ¨²ltimos tiempos, bancos y cajas est¨¢n lanzando para captar las n¨®minas o pensiones de los jubilados. Son ahorros seguros que merecen que esa vieja idea que se aprendi¨® hace ahora veinte a?os sobre el valor del dinero se haga realidad.
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