La crisis pone a prueba a Latinoam¨¦rica
La regi¨®n tiene ahora un reto: demostrar si su modelo es viable en condiciones adversas
Hace aproximadamente una semana, una queja casi un¨¢nime emerg¨ªa en un encuentro informal de empresarios y responsables pol¨ªticos en Guanajuato, al norte de la capital de M¨¦xico. "En contra de lo que dictar¨ªa la l¨®gica econ¨®mica, el pa¨ªs que ha provocado la crisis financiera internacional [Estados Unidos] es el que se ha convertido en el refugio de los inversores, y somos nosotros los que sufrimos el castigo y no el d¨®lar. No tiene sentido". "Es m¨¢s sencillo que todo eso", respondi¨® uno de los invitados, "hay tanta gente demandando d¨®lares que eso hace que el valor de la divisa se dispare. As¨ª de simple. El tipo de cambio ahora no tiene nada que ver con los fundamentos econ¨®micos".
El mercado ha empezado a diferenciar entre los pa¨ªses de la regi¨®n
La evoluci¨®n de la econom¨ªa de China es clave para el futuro de la zona
El coste de los fletes se desploma ante la ca¨ªda de la demanda de materias primas
El recurso a la pol¨ªtica fiscal no es una opci¨®n para la mayor¨ªa de la regi¨®n
Esta explicaci¨®n m¨¢s o menos simplificada de lo que ha sucedido con el peso mexicano desde el verano puede extrapolarse al impacto de la crisis financiera en la regi¨®n. Latinoam¨¦rica se ha visto arrastrada a una espiral de ca¨ªda generalizada de sus divisas, huida de capitales y aumento de la prima de riesgo que poco o nada tiene que ver con el desempe?o econ¨®mico de la regi¨®n en los ¨²ltimos a?os.
Han sido seis ejercicios de crecimiento econ¨®mico y correcci¨®n de los desequilibrios como pocas veces ha vivido la zona. "Desde 2003, el crecimiento econ¨®mico se ha situado de media en el 5%, frente al 3,5% registrado entre 1970 y el a?o 2000. Mientras tanto, la inflaci¨®n lleg¨® a caer hasta el 5% a finales de 2006, su m¨ªnimo en 37 a?os", recuerda el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su ¨²ltimo informe regional.
Un escenario que se ha visto ensombrecido, sobre todo desde el pasado mes de septiembre, ante el deterioro de las condiciones financieras a nivel global y regional y la ca¨ªda de los precios de las materias primas. Los principales organismos y analistas internacionales han rebajado sus previsiones de crecimiento para la regi¨®n hasta el entorno del 4,5% este a?o y alrededor del 3% en 2009. Algunos pa¨ªses, como en el caso de M¨¦xico, apenas crecer¨¢n el 1% el pr¨®ximo a?o.
El cambio en las perspectivas econ¨®micas ha arrojado nuevas dudas sobre uno de los debates de este ¨²ltimo a?o. Si Internet y las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n crearon la ilusi¨®n de que los ciclos econ¨®micos hab¨ªan llegado a su fin, el impresionante avance econ¨®mico logrado por muchos pa¨ªses emergentes en los ¨²ltimos a?os hab¨ªa hecho creer a los expertos que el decoupling -el desacoplamiento de estos mercados del ciclo econ¨®mico de los pa¨ªses desarrollados- era posible.
Pero, como explica Don Hanna, de Citigroup, "la mayor ca¨ªda en la actividad econ¨®mica de Estados Unidos, Uni¨®n Europea y Jap¨®n [conocidos como el G3] desde los a?os ochenta y el peor comportamiento de los mercados desde los a?os treinta ha provocado que la met¨¢stasis haya llegado tambi¨¦n a los mercados emergentes".
Aunque esos mercados ya no son uniformes, como s¨ª se constat¨® en la crisis asi¨¢tica de 1997 y 1998 y la crisis suramericana de 2001 y 2002, ni tienen respuestas casi mim¨¦ticas. Tampoco dentro de la regi¨®n.
"Latinoam¨¦rica es una realidad heterog¨¦nea", asegura Gerardo della Paolera, presidente em¨¦rito y profesor de Econ¨®micas de la Universidad Americana de Par¨ªs. "M¨¦xico ya est¨¢ en otra liga desde hace tiempo, y ahora tambi¨¦n lo est¨¢ Brasil".
Lo cierto es que el mercado ya ha empezado a marcar esas diferencias. El acuerdo alcanzado esta semana entre la Reserva Federal de Estados Unidos y los bancos centrales de Brasil y M¨¦xico -junto a los de Corea y Singapur- para dotar de liquidez en d¨®lares a esos mercados es un reconocimiento a la solidez macroecon¨®mica que han alcanzado en los ¨²ltimos a?os, as¨ª como a su importancia en el sistema financiero global. Es el mismo reconocimiento que quiere demostrar el FMI con los 250.000 millones de d¨®lares que ha puesto a disposici¨®n de "los pa¨ªses que atraviesan dificultades temporales de liquidez", pero que tienen "fundamentos econ¨®micos saneados". Entre ellos, claramente, M¨¦xico y Brasil, aunque tambi¨¦n otros pa¨ªses de la zona, como Colombia.
Esos acuerdos han sido necesarios por el castigo que los mercados ven¨ªan infligiendo a las divisas de la regi¨®n. Desde su nivel m¨¢s alto frente al d¨®lar, en agosto pasado, el peso mexicano ha perdido un 22%; el real de Brasil, un 25%; el peso chileno, otro 36% desde marzo, y desde julio, el peso argentino, un 11%. Detr¨¢s de esos bruscos movimientos "est¨¢ pasando algo m¨¢s que s¨®lo el miedo", dice Citigroup.
Muchas oscilaciones tienen que ver con operaciones de carry trade, en las que se toman pr¨¦stamos en monedas con bajos tipos de inter¨¦s (por ejemplo, el yen, ahora al 0,3%) para invertir en otras divisas con mayor rentabilidad. Una de las pr¨¢cticas de ingenier¨ªa financiera que tambi¨¦n ha llegado a estos mercados. A mediados de octubre, Comercial Mexicana, la tercera empresa de comercio minorista del pa¨ªs, present¨® la suspensi¨®n de pagos de sus obligaciones al verse atrapada en operaciones de derivados en divisas por m¨¢s de 1.000 millones de d¨®lares.
Los movimientos en los tipos de cambio tambi¨¦n est¨¢n relacionados con la elevada presencia de entidades financieras extranjeras en estos mercados (de m¨¢s del 80% en el caso mexicano) que, ante las dificultades del mercado crediticio, repatr¨ªan capitales a su pa¨ªs de origen. Es parte del proceso de desapalancamiento (vender determinados activos para obtener liquidez y reducir otras deudas) que se est¨¢ produciendo a nivel global y que es una de las claves de esta crisis.
Esta combinaci¨®n "trasladar¨¢ las restricciones de cr¨¦dito que sufren la mayor¨ªa de los pa¨ªses desarrollados a los pa¨ªses emergentes", asegura BNP Paribas. De hecho, el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en ingl¨¦s) prev¨¦ que los pr¨¦stamos netos de la banca a los pa¨ªses emergentes (salvo los del Golfo) pase de 401.000 millones de d¨®lares en 2007 a 245.000 millones este a?o y 135.000 el que viene.
Una noticia preocupante para una regi¨®n como Am¨¦rica Latina, muy dependiente del capital exterior para financiarse, y que se refleja en el aumento de los costes para asegurar su deuda (credit default swaps) y el ¨ªndice de riesgo-pa¨ªs de JPMorgan. De nuevo aqu¨ª, el mercado discrimina: las tensiones financieras han aumentado para todos, pero el coste para pa¨ªses como Argentina y Ecuador es muy superior al de Chile, Brasil o M¨¦xico [ver gr¨¢fico].
En el caso de Argentina, la decisi¨®n del Gobierno de nacionalizar los fondos de pensiones privados ha disparado la prima de riesgo hasta exigir un rendimiento superior al 23%. Es decir, "que nadie quiere prestarle dinero a Argentina, ni siquiera Venezuela", aclara Nicholas Morse, de Schroders, que sostiene que ni con esa decisi¨®n se elimina el riesgo de una nueva suspensi¨®n de pagos del pa¨ªs suramericano por las tensiones presupuestarias que tendr¨¢ que afrontar ante las ca¨ªdas del precio del petr¨®leo y de la soja.
Por si fuera poco, los pa¨ªses emergentes afrontar¨¢n una dificultad a?adida en 2009. La mayor¨ªa de los planes de rescate de los pa¨ªses desarrollados se va a financiar con emisiones de deuda, por lo que los pa¨ªses con riesgos a?adidos van a tener que pagar una prima sustanciosa para conseguir colocar sus bonos. Es el efecto crowding out, en el que las emisiones de deuda de los pa¨ªses ricos expulsan del mercado a los pa¨ªses emergentes o incluso a inversores privados menos cualificados.
Las dificultades de este escenario quedan reflejadas en la marcha de las bolsas a lo largo del ¨²ltimo mes, con ca¨ªdas que van desde el 39% de los ¨ªndices de Argentina o Per¨² al 5,6% de Venezuela o el 9,5% de Chile. "Las recientes ca¨ªdas de las bolsas pueden reflejar no s¨®lo la huida del riesgo, sino tambi¨¦n la desaceleraci¨®n del crecimiento en los pa¨ªses emergentes", advierte Citigroup. Ah¨ª es donde el comportamiento de China cobra gran relevancia para el futuro de la regi¨®n.
Estados Unidos y, en mucha mayor medida, Europa han perdido peso como socio comercial del conjunto de Am¨¦rica Latina y el Caribe en detrimento de la regi¨®n Asia-Pac¨ªfico. Casi el 36% de las exportaciones de Chile se dirige a esa regi¨®n; el 24%, en el caso de Per¨²; el 18%, de Brasil, y el 16%, de Argentina, seg¨²n datos de la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina (CEPAL) de Naciones Unidas.
"Si el crecimiento de China se desacelera hasta niveles del 7%, los pa¨ªses m¨¢s dependientes de las ventas a ese pa¨ªs sufrir¨¢n, aunque no ser¨¢ un drama. Pero si China entrara en recesi¨®n, entonces s¨ª que se producir¨ªa una aut¨¦ntica cat¨¢strofe", asegura Della Paolera.
No parece que sea eso lo que le espera al gigante asi¨¢tico. El FMI pronostica un crecimiento de poco m¨¢s del 9% el a?o que viene, despu¨¦s del 11,9% registrado en 2007. Pese al ritmo todav¨ªa elevado del crecimiento, el frenazo ya se deja notar, especialmente en la demanda de materias primas, y no s¨®lo el petr¨®leo.
Una buena muestra de ello es la evoluci¨®n del ¨ªndice del B¨¢ltico, que recoge el coste de los fletes de transporte de materias primas y que ha demostrado ser un indicador fiable de la evoluci¨®n de la demanda de estos productos. Desde el pasado mes de mayo, el ¨ªndice ha pasado de rozar los 12.000 puntos a menos de 900 puntos esta semana. Es decir, una ca¨ªda de m¨¢s del 90% en apenas cinco meses y que los analistas de Barclays atribuyen al deterioro de las perspectivas macroecon¨®micas globales y, m¨¢s en concreto, al descenso de la demanda china de acero. De hecho, el consumo chino de este metal ha pasado de crecer el 22% a apenas el 4,8% en septiembre. Brasil, el principal productor mundial de acero, ha tenido que cancelar varios env¨ªos al pa¨ªs asi¨¢tico, y sus productores, dar marcha atr¨¢s en sus pretensiones de aumentar el precio un 11% este a?o.
Tanto Barclays como los t¨¦cnicos del FMI tambi¨¦n advierten de otra preocupante tendencia que afecta a las materias primas: la congelaci¨®n del cr¨¦dito tanto para las peque?as y medianas empresas exportadoras de China, Brasil y Rusia ("lo que contribuir¨¢ a reducir el comercio mundial", dicen desde el banco brit¨¢nico), como a los productores agr¨ªcolas, que no pueden acceder as¨ª a las semillas, fertilizantes y maquinaria necesarias para la pr¨®xima cosecha. De confirmarse estas tendencias, cabr¨ªa esperar un cierto alza en los precios de los productos agr¨ªcolas para la pr¨®xima primavera y as¨ª lo apunta el mercado de Chicago (donde cotizan los granos), que ha registrado notables subidas este mes.
El Fondo calcula que una ca¨ªda en el precio de las materias primas del 10% reduce el crecimiento del PIB de la regi¨®n en 0,8 puntos porcentuales.
Citigroup advierte que si el descenso va m¨¢s all¨¢, hasta el 15%, "el impacto sobre Latinoam¨¦rica empeorar¨¢" y el consiguiente deterioro del d¨¦ficit por cuenta corriente a?adir¨¢ presi¨®n sobre las divisas de la zona, aumentar¨¢ las probabilidades de subida de los tipos de inter¨¦s y afectar¨¢ seriamente al crecimiento.
Hay otras fuentes de ingresos que empiezan a hacer mella en la regi¨®n. La desaceleraci¨®n econ¨®mica de Europa y Estados Unidos ha empezado a frenar la llegada de turistas, sobre todo en la zona del Caribe.
A ello cabe a?adir las ca¨ªdas en las remesas, segunda fuente de ingresos en el caso de M¨¦xico y Ecuador. Aunque las autoridades mexicanas advierten de que puede tratarse de un fen¨®meno temporal, que los trabajadores mexicanos en Estados Unidos dif¨ªcilmente volver¨¢n a su pa¨ªs, donde el empleo tampoco est¨¢ garantizado; que muchos pueden haber perdido su trabajo en la construcci¨®n, pero que lo buscar¨¢n en otro sector, y que en el ¨²ltimo mes han empezado a notar que, aunque hay menos env¨ªos, los inmigrantes mandan cada vez m¨¢s cantidad de dinero.
Este nuevo escenario se convierte, as¨ª, en el test a la solidez macroecon¨®mica de Latinoam¨¦rica. Si, a diferencia de otras crisis, el modelo de crecimiento de la regi¨®n resulta viable cuando las condiciones no son las ¨®ptimas y si los avances registrados en los ¨²ltimos a?os (reducci¨®n de la deuda externa, mejora de la balanza por cuenta corriente, credibilidad macroecon¨®mica...) han llegado para quedarse o no.
El Banco de Espa?a se hace eco de ese temor. En su ¨²ltimo informe semestral sobre la econom¨ªa latinoamericana, la entidad admite que el deterioro de la situaci¨®n puede intensificar los s¨ªntomas de cambio de ciclo "y condicionar de forma importante las respuestas de pol¨ªtica econ¨®mica en Am¨¦rica Latina en los pr¨®ximos meses".
Es uno de los riesgos que m¨¢s temen los analistas. Los mercados emergentes tienen en general tasas de inflaci¨®n muy superiores a los objetivos fijados por sus bancos centrales. Pese al deterioro de la situaci¨®n econ¨®mica, los analistas de Citigroup dudan que los bancos emisores vayan a proceder a una rebaja de los tipos de inter¨¦s "para no arriesgarse a perder parte de su credibilidad".
Seg¨²n se recrudezca el endurecimiento de las condiciones crediticias, "el recurso a las medidas menos ortodoxas -como la nacionalizaci¨®n de los fondos de pensiones llevada a cabo por las autoridades argentinas- corre el riesgo de incrementarse", dice Don Hanna. Aunque los analistas no prev¨¦n que este tipo de medidas se generalicen, s¨ª apuntan la posibilidad de que las autoridades impongan controles de capital si la ca¨ªda de las divisas se acent¨²a.
La pol¨ªtica fiscal, la respuesta que a la mayor¨ªa de los pa¨ªses desarrollados ha recurrido en esta segunda etapa de la crisis financiera, no es una opci¨®n para muchas econom¨ªas emergentes. Algunos pa¨ªses, como India o Brasil en la regi¨®n, cuentan de partida con niveles de d¨¦ficit y deuda p¨²blicos demasiado elevados para utilizar el presupuesto p¨²blico como est¨ªmulo al crecimiento. Otros todav¨ªa est¨¢n centrados en reducir sus d¨¦ficit fiscales, como Colombia, en un intento de mantener bajo control sus costes de deuda a largo plazo. De momento, s¨®lo M¨¦xico ha anunciado un paquete de est¨ªmulo para intentar compensar el frenazo econ¨®mico.
Lo que no ha mejorado en este tiempo es la distribuci¨®n de la riqueza en el continente, y Latinoam¨¦rica sigue siendo el que mayores diferencias sociales registra. Un informe del FMI sugiere que la subida de los precios de los alimentos desde finales de 2006 ha reducido el poder de compra de los hogares urbanos m¨¢s pobres un 16% en Nicaragua y un 3% en M¨¦xico en este tiempo. Con esos incrementos en los precios de productos b¨¢sicos, advierte el organismo, los avances en la reducci¨®n de la pobreza registrados en la ¨²ltima d¨¦cada se han visto anulados.
Estas circunstancias introducen fuertes tensiones sociales en la regi¨®n y, con ello, el sistema democr¨¢tico tambi¨¦n se pone a prueba. "Hay una fuerte relaci¨®n directa entre la situaci¨®n econ¨®mica y el auge del populismo", reconoce el profesor Della Paolera. De hecho, los partidos de Gobierno de Brasil y Chile, dos de los m¨¢s estables de toda la regi¨®n, ya han sufrido sendas derrotas electorales a nivel local en las ¨²ltimas semanas. Y ¨¦se podr¨ªa ser s¨®lo el principio de una nueva etapa de inestabilidad. -
Elecciones en EE UU
"Salga quien salga elegido en los comicios presidenciales de Estados Unidos , no va a cambiar la mirada de Estados Unidos hacia Latinoam¨¦rica". As¨ª de rotundo se muestra Gerardo della Paolera, profesor de Econ¨®micas y presidente em¨¦rito de la Universidad Americana de Par¨ªs. Lo cierto es que en estas elecciones Latinoam¨¦rica ha estado m¨¢s ausente que nunca de las propuestas electorales de los dos candidatos. El 'vecino del patio trasero' no ha concitado el m¨ªnimo debate durante la campa?a ni siquiera para atraer el apoyo del importante electorado hispano que participar¨¢ en estos comicios.
El nuevo presidente estar¨¢ tan acuciado por los problemas derivados de la situaci¨®n econ¨®mica de su propio pa¨ªs que poca atenci¨®n dedicar¨¢ al resto del continente. El distanciamiento que se ha producido con la regi¨®n bajo el mandato de George Bush tampoco ayudar¨¢ a reconstruir puentes. -
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