24 c¨¢maras para vigilar el instituto
Direcci¨®n y padres del centro de Abastos defienden las medidas de seguridad
El instituto p¨²blico de Abastos, en Valencia, ha instalado 24 c¨¢maras que graban continuamente lo que sucede en los pasillos, en las entradas, en algunas zonas comunes y en dos lavabos de mujeres. La pol¨¦mica salt¨® el viernes: el Sindicato de Estudiantes denunci¨® que la videovigilancia y el nuevo sistema de acceso, que identificar¨¢ a los alumnos por la huella dactilar, convierten el centro en una "prisi¨®n". La direcci¨®n defiende las medidas. La asociaci¨®n de padres (el Ampa), tambi¨¦n. Han servido, aseguran, para reducir los "actos vand¨¢licos", los robos, la inseguridad.
Los alumnos, al menos por lo que un buen n¨²mero expresaba ayer a coro, a la puerta del centro, no est¨¢n tan contentos. "No es normal que pongan c¨¢maras en el ba?o. Tienen dinero para todo eso, y no para arreglar las goteras y las baldosas rotas", dec¨ªa Yaiza Sanz, de 16 a?os, que estudia Bachiller. "Me parece una violaci¨®n de nuestros derechos m¨¢s ¨ªntimos", a?ad¨ªa, entre otros, Jorge Dom¨¦nech.
"Me parece una violaci¨®n de nuestra intimidad", dice un estudiante
Un alumno forz¨® a una compa?era a darle un morreo, y otro lo grab¨®
El Abastos, que comparte los 24.000 metros cuadrados de un antiguo mercado con un complejo deportivo y una comisar¨ªa del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, no es un centro especialmente conflictivo. Tampoco el barrio, una zona de clase media enclavada en "uno de los distritos m¨¢s tranquilos de la ciudad", seg¨²n un agente. Es, sin embargo, un instituto grande. Tiene 1.200 alumnos. De 11 a veintitantos a?os (de Secundaria a Formaci¨®n Profesional). Y tambi¨¦n registra incidentes. Algunos graves.
Ruben Bou, 22 a?os, cuenta que hace unas semanas un alumno forz¨® a una compa?era a darle un "morreo" mientras otro lo grababa con el m¨®vil. Una de esas agresiones que generan tormentas cuando las im¨¢genes se difunden. No fue el caso. El jefe de estudios, Julio Moreno, afirma que la grabaci¨®n fue intervenida y los implicados, expedientados. Pero aquello no influy¨® en la colocaci¨®n de las c¨¢maras, que se decidi¨® el 9 de abril, por unanimidad, en el consejo escolar. Otras fuentes
a?aden que algunos o todos los representantes de los alumnos faltaron a esa reuni¨®n.
Una de las razones que el jefe de estudios da para justificar las c¨¢maras es econ¨®mica: el curso pasado se gastaron 3.500 euros en reparar ba?os destrozados. Y varios aparatos ("un proyector, un DVD, un ordenador port¨¢til") fueron robados: el instituto de Abastos imparte formaci¨®n profesional, y el material de algunos m¨®dulos es caro. Los nuevos sistemas de control tampoco saldr¨¢n baratos. Seg¨²n el director, ?lvaro P¨¦rez, saldr¨¢n por unos 30.000 euros; "se financiar¨¢ a cuatro a?os, porque no podemos pagarlo de golpe".
"A lo mejor", dice Bego?a Baeza, presidenta en funciones del Ampa, "al final nos cuesta lo mismo que los da?os que evitamos. Pero nos ahorraremos que los ba?os est¨¦n cerrados durante meses. O que algunos ni?os sigan cometiendo actos vand¨¢licos sin poder saber qui¨¦nes son". "Nosotros", sigue, "tambi¨¦n nos planteamos el asunto de la libertad, pero decidimos ponerlas. Tambi¨¦n es muy molesto que un grupo de alumnos vaya haciendo lo que no debe. ?Y qu¨¦ libertad pierdes? Que te vean pasear por el pasillo no creo que te quite tanta libertad".
El Sindicato de Estudiantes subrayaba que s¨®lo se hubieran instalado c¨¢maras en lavabos de mujeres. La direcci¨®n explica que, en los ba?os de hombres, los urinarios empotrados impiden instalarlas, y que por eso se han colocado fuera, dirigidas a la puerta. En el de mujeres, la zona de lavarse las manos se considera "neutra", seg¨²n los asesores jur¨ªdicos que consultaron. Esa es la ¨²nica parte del servicio que pod¨ªa verse ayer en el ordenador que controla las c¨¢maras, confinado en una habitaci¨®n a la que s¨®lo tienen acceso el director y el jefe de estudios. Y s¨®lo examinan las im¨¢genes, a?ad¨ªan, despu¨¦s de alg¨²n destrozo, para identificar al autor.
La noticia ha saltado en Abastos, pero Educaci¨®n se?ala que varios institutos m¨¢s ("menos de 10") ya tienen c¨¢maras instaladas. Y parece el principio.
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